Después del primer triunfo en el TC 2000
Mariano Werner: “Fue muy especial , Lo disfruté mucho”
El paranaense y luego de 23 presentaciones en la categoría, llegó a su bautismo triunfal en el circuito de Resistencia, Chaco.
Daniel Monticelli
Mariano Werner y la contracara de un joven piloto de automovilismo. El 18 de noviembre de 2007 recibía una de las noticias más importantes y felices en su carrera deportiva: iba a debutar en el equipo Toyota Team Argentina de TC 2000 en la carrera de Oberá, Misiones, en reemplazo de Néstor Gabriel Furlán. Cinco días después llegó la más triste. Su hermano Gabriel de 28 años, director de la escudería de Fórmula Renault, que hoy lleva su nombre, quien además guiaba y era “compinche” en la campaña de Marianito, perdía la vida en un trágico accidente en el circuito Oscar Cabalén de Alta Gracia. Y el camino de esa emblemática familia paranaense varió definitivamente. Ese pibe de 18 años se convirtió de repente en todo un hombre. Junto a su padre, José, tomó las riendas del equipo de monopostos y comenzó a abrirse paso como piloto profesional.
Y después de 23 competencias disputadas en la máxima categoría tecnológica de nuestro país, el domingo pasado logró su primer triunfo. Fue en el circuito Santiago “Yaco” Guarnieri de Resistencia, Chaco.
Colegas que estuvieron cubriendo el espectáculo en el autódromo chaqueño comentaban que el entrerriano les manifestó que “el domingo por la mañana coloqué en el habitáculo del Toyota Corolla una vieja licencia deportiva de Gabriel que data del año ‘87”. Esa fe inquebrantable que lo acompaña desde que el “Cabezón” ya no está, seguramente ayudó a la gran victoria de Mariano.
“Estoy muy feliz. El año pasado se había negado mucho, a pesar de todo el trabajo previo que se hizo. Esta victoria llegó en un momento bárbaro para el equipo y para mí. Este triunfo me hace crecer mucho en lo personal y en lo anímico. Gané en una carrera que se presentó difícil, pero pude hacerlo con contundencia y firmeza. Ya habíamos mejorado mucho al Corolla y eso es muy importante para todos nosotros”.
—¿En ningún momento llegó a peligrar la victoria?
—No. Creo que hicimos todo bien. En ambas carreras (también se impuso en la Clasificatoria) largamos bien, pudimos escaparnos sin deteriorar el gran ritmo que tenía el auto. Para la final fue mejor aún, porque hicimos algunos cambios que resultaron muy positivos. La verdad es que disfruté mucho de esta victoria porque manejé muy tranquilo y pude aprovechar cada circunstancia de carrera.
—¿Cuántas emociones, no?
—Sí, vos sabés que mi hermano me guía desde el cielo. En la última vuelta se me pasaron muchas cosas por mi cabeza. Creo que hay que festejar con la familia porque fue un día muy especial para todos nosotros.
—¿Estabas presionado por llegar a la primera victoria?
—No, para nada. La otra vez nos pusimos a mirar con mi papá la carrera de San Juan y decíamos qué lindo que era volver a tener una carrera como ésa. Y vaya si ocurrió. Ésta no fue tan peleada, pero tuvo un sabor diferente. No se estaban dando bien las cosas. Por diferentes motivos parábamos o nos pasaba algo. Pero en Chaco fuimos contundentes. Una victoria de éstas no se daba desde hace mucho tiempo. En mi caso particular hacía como dos años que no me subía a lo más alto del podio (el último fue en Punta del Este 2007 en la Fórmula Renault).
—¿Pero siempre confiaron tanto en ustedes como en el equipo?
—Totalmente. Se trabaja mucho, a veces se dan los resultados y a veces no. Ahora hay que seguir trabajando para tratar de repetir las victorias. Quiero agradecer mucho a la gente de Toyota, a Darío Ramonda, a los ingenieros y a todo el equipo en general.
