Cristina lanzó otra reforma política
Debaten por las primarias
La presidenta tomó el modelo santafesino como ejemplo para volver a un sistema que la Nación aprobó y nunca aplicó. “Espero que no sea una cortina de humo”, dijo Jorge Obeid. Pedro Morini, en contra.
Emerio Agretti
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, reconoció hoy que “el resultado electoral a todos nos deja algún tipo de mensaje”, al justificar la propuesta de reforma política elevada ayer por la presidenta Cristina Fernández, que incluye un proyecto de internas abiertas que se celebrarían 180 días antes de las elecciones nacionales. Mientras la oposición se mostró dispuesta a discutir el tema, con algunas prevenciones, el ex gobernador Jorge Obeid confió en que “no sea una cortina de humo” y el diputado radical Pedro Morini se manifestó en contra.
“En los próximos días vamos a iniciar un camino de consultas”, aseguró Randazzo, quien dijo que, con el sistema impulsado, el gobierno persigue “una metodología que redunde en mayores beneficios, sin ningún tipo de especulación”.
El ministro resaltó que “tenemos todas las posibilidades para avanzar, hay que mirar para adelante. Seguramente nos hemos equivocado en alguna cosa, no hay duda, el resultado electoral a todos nos deja algún tipo de mensaje”.
Randazzo ratificó que “no hay ninguna intención más que la de mejorar el sistema político, de darle solidez a la selección de candidatos, que la sociedad participe previamente en esa selección de candidatos, y nos pareció que el camino de una elección primaria, abierta, simultánea y obligatoria era una buena opción”.
El funcionario dijo que hay una “necesidad de fortalecer las instituciones, y entre las instituciones algunas de las más importantes son los partidos políticos. Hubo un intento de reforma después de la crisis de 2001 que no se llevó adelante finalmente, porque la Argentina estaba en emergencia y hubo otras prioridades”.
Satisfacción y resguardos
“Ha sido una satisfacción escuchar que en boca de la presidenta se reconozca la experiencia de Santa Fe, de la que me tocó ser protagonista principal como gobernador, cuando envié el mensaje a la Legislatura para reemplazar la ley de Lemas, en cumplimiento como mi compromiso electoral”, dijo Jorge Obeid a El Litoral.
Paradójicamente, a Obeid le había tocado discutir como diputado la ley nacional, que nunca llegó a aplicarse (ver Intento fallido) y que, en la experiencia santafesina, supuso “un sistema perfectible, pero eficaz, transparente y participativo”.
En todo caso, el reclamo de Obeid apunta a que ésto “no quede en un anuncio más, como tantos otros” y también que “el eje del debate parlamentario no vaya a ser solamente ése. Desde el bloque Santa Fe Federal estamos planteando una agenda que incluya la eliminación de los superpoderes, la devolución al Congreso de la atribución para fijar los derechos de exportación y las retenciones, la coparticipación del Impuesto al Cheque. Y por supuesto, también la reforma política. Pero lo que no vería como correcto es que una vez más sea una cortina de humo para que no se traten los temas fundamentales que venimos planteando desde hace un año”.
En ese orden, el actual diputado nacional por Santa Fe estableció como prioridad que “el Congreso empiece a funcionar; pero con la agenda de los propios parlamentarios. Y que las leyes sean algo permanente, no que se las manosee a cada rato, como ocurrió con el adelantamiento de las elecciones, por conveniencia política”.
¿El síndrome Isabelita?
Por su parte, el único diputado santafesino del radicalismo, Pedro Morini, y en disidencia con la disposición mostrada por la conducción del partido -ver En relación- consideró negativa la experiencia del sistema en la provincia y se pronunció por “fortalecer a los partidos políticos, a través de sus cartas orgánicas, cronogramas e internas”.
“Este tema no me agrada demasiado”, confesó a El Litoral, y recordó que la experiencia en San Guillermo -su ciudad de origen- fue la de que permite a un partido político interferir en la selección de candidatos de otro.
“Lo que pasa es que mucha gente que opina está desde hace poco en política. Yo llevo 37 años y ésto me ha demostrado que no modifica para bien a la política. Lo que hay que cambiar es el sistema de control de las elecciones, que son muy vulnerables, y avanzar hacia un sistema de voto electrónico”.
De todos modos, dejó en claro que “no creo que el problema del gobierno hoy pase por el sistema electoral. Es un problema de gestión, de equipo y de gente idónea, que este gobierno no tiene. Con el ingreso de un millón de empleados públicos, la masificación del sistema jubilatorio y las diferencias que hay que pagar con consumo de combustibles y gas, hacia el futuro tenemos una hipoteca con una tasa muy alta”.
Morini apoyó el llamado al diálogo, aunque temió que sea como hablar entre personas que se expresan en distintos idiomas. “Va a ser muy difícil hablar con Aníbal Fernández, y más mientras este gobierno siga teniendo doble comando, y detrás esté Néstor Kirchner”.
El legislador endureció todavía más su valoración al considerar que la actual gestión está en una “encrucijada” y compararla, salvando las distancias, con la situación posterior a la muerte de Juan Perón, con “un gobierno como el de Isabelita, debilitado, que no sabe para donde agarrar y hace circular siempre a los mismos ministros. No hay una bocanada de aire fresco para la sociedad”.