De una consultora privada

Informe advierte de la creciente fuga de capitales

De la redacción de El Litoral

Unos 44.000 millones de dólares habrían dejado el sistema bancario argentino en los últimos dos años, según un informe de la consultora privada Ecolatina.

La misma fuente estima que, por mes, la fuga de capitales alcanza los 2 mil millones de dólares y advierte que una prolongación del problema podría conducir a la Argentina a perder el equilibrio en su balance de pagos y hasta crearse las situaciones para una volatilidad cambiaria-financiera.

Todos los diarios especializados en economía reproducen tramos del informe del economista Rodrigo Álvarez, titular de la consultora.

En general, se sostiene que el fenómeno es ahora comparable con la crisis de 2001-2002, aunque se subraya que el contexto internacional de precios de materias primas exportables del país es diferente, lo mismo que el nivel de reservas del Banco Central.

Álvarez ha dicho, en el canal de cable Metro, que se trata de “un problema serio que restringe la liquidez dentro del sistema económico para financiar el consumo y las inversiones”.

El economista planteó que se mantiene la salida de recursos por vía de la fuga de capitales en dólares. Y explicó: “A los efectos prácticos, el resultado es similar si se trata de fugas hacia cajas de seguridad dentro o fuera del país” porque se trata de “recursos que no están para financiar otras actividades.

“Esa situación tiene que ver con la percepción de la sociedad de que existe una baja capacidad de quienes llevan adelante la política económica para resolver los problemas, de que se acumulan problemas y no se solucionan”, opinó Álvarez.

Destacó que las grandes corridas se produjeron con hechos puntuales: a fines de 2007, con el estallido de la crisis internacional; a principios de 2008, durante el conflicto con el campo y con la nacionalización de las AFJP que llevó a “una hemorragia constante de 2 mil millones de dólares, compensada por ingreso de divisas, aunque sigue siendo un tema serio.

“El gran desafío del Poder Ejecutivo es recrear confianza porque hay una crisis política grave que repercute en las variables económicas. La política sigue afectando la economía, que marca una agenda de restricciones cada vez más pesada”.

Álvarez, por otra parte, consideró que la posibilidad de realizar una nueva oferta a los bonistas que no ingresaron al canje “es un problema, pero no uno de las prioridades ni que deba atacarse a corto plazo”.

Estimó que “la crisis de confianza, la caída de la actividad económica y la inflación” son puntos centrales para tomar medidas en el corto plazo y estimó que al gobierno se le presenta, además, un “margen escaso para bajar retenciones porque tiene un problema serio de financiamiento: debe cuidar cada peso de sus recursos. En 2009 no hay prácticamente incertidumbre, pero en 2010 se requiere más manejo de recursos y de gastos. No será un año problemático en la medida en que haya cuidado con la caja”.