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La delegación San Francisco del INTA y una escuela agrotécnica local realizaron un completo ensayo para saber qué materiales se comportan mejor para hacer silo en la zona. El sorgo sigue siendo la opción más segura.
UEE INTA San Francisco
Un trabajo conjunto entre la Unidad de Extensión y Experimentación del INTA San Francisco y el Instituto Provincial de Educación Media (IPEM) Nº 222 evaluó el comportamiento de distintos híbridos de maíz y sorgo para silo, en el marco del Proyecto Regional Lechero que llevan a cabo ambas entidades.
El trabajo se realizó partiendo de un exhaustivo análisis de suelo, que involucró PH, materia orgánica (MO), nutrientes y agua útil, y consideró también el milimetraje de lluvia durante la campaña. Se usaron 26 maíces para silo de 10 empresas semilleras, 33 maíces graníferos de 11 firmas y 16 híbridos de sorgo silero de 10 compañías semilleras.
Maíces para silo
El ensayo de maíces para silo se realizó en un lote del IPEM que presenta suelo Clase II (según Carta de Suelos de la República Argentina).
El cultivo antecesor fue soja de 2º, el cual recibió tres aplicaciones: la primera en período de barbecho con 4 lts. de Glifosato + 0,5 lts de 2,4D (60%) + 0,10 lts. de Dicamba, la segunda en presiembra con 3 lts de glifosato + 0,5 lts de 2,4D (60%) + 0,18 lts de Cipermetrina y la tercera en preemergencia con 1,1 kg de Atrazina + 0,9 lts de SMetalocloro.
La siembra se realizó en forma manual con picotas a razón de 4 semillas por metro; las parcelas constaron de 2 líneas cada una con un distanciamiento de 52 centímetros entre hileras y un largo de 7 metros.
Se realizaron 3 repeticiones por cada híbrido. Al estado de 5 hojas desplegadas, se fertilizó con 190 kilogramos de Solmix 90/10 (lo que equivale a 57 kilogramos de Nitrógeno y 4,94 kilogramos de Azufre).
La siembra se realizó el día 10 de octubre de 2008, cosechándose el día 19 de febrero de 2009. Se evaluaron las siguientes variables: número de plantas a cosecha, altura de planta y altura de inserción de espiga. La cosecha de las plantas fue manual y luego se picaron los híbridos con una chipiadora; las muestras se llevaron a la EEA INTA Rafaela para realizarles los análisis de calidad (proteína bruta, fibra detergente neutra y fibra detergente ácida).
Las lluvias caídas durante el periodo que duró el ensayo sumaron 374.6 milímetros.
Como conclusión, se determinó que existieron diferencias entre los distintos materiales, desde el punto de vista productivo y de calidad, pero todos tuvieron muy baja proteína bruta.
El rendimiento promedio del ensayo fue de 15055 kilogramos materia seca por hectárea. El material que más rindió fue DK 780 S de Dekalb, con 22367 kilogramos de materia seca por hectárea. El 50% de los materiales estuvo por arriba de la media del ensayo.
También para grano
Por su parte, el ensayo de maíces para grano se realizó en un lote con las mismas características de suelo.
El cultivo antecesor fue soja de 2º, el cual recibió tres aplicaciones: la primera en período de barbecho con 4 lts. de Glifosato + 0,5 lts de 2,4D (60%) + 0,10 lts. de Dicamba, la segunda en presiembra con 3 lts de glifosato + 0,5 lts de 2,4D (60%) + 0,18 lts de Cipermetrina y la tercera en preemergencia con 1,1 kg de Atrazina + 0,9 lts de SMetalocloro.
La siembra se realizó en forma manual con picotas a razón de 4 semillas por metro; las parcelas constaron de 2 líneas cada una con un distanciamiento de 52 centímetros entre hileras y un largo de 7 metros.
Se realizaron 3 repeticiones por cada híbrido. Al estado de 5 hojas desplegadas, se fertilizó con 190 kilogramos de Solmix 90/10 (lo que equivale a 57 kilogramos de Nitrógeno y 4,94 kilogramos de Azufre).
La siembra se realizó el día 10 de octubre de 2008, cosechándose el día 25 de marzo de 2009. Se evaluaron las siguientes variables: altura de planta, altura de inserción de espiga y rendimiento en kilogramos por hectárea. La cosecha de las espigas fue manual y luego se trillaron las muestras en la EEA INTA Manfredi con una cosechadora estática.
Las lluvias caídas durante el periodo que duró el ensayo sumaron 513.4 milímetros.
En este ensayo existieron diferencias entre los distintos materiales, desde el punto de vista productivo. El rendimiento promedio fue de 7027 kilogramos de grano por hectárea. El material que más rindió fue Ax 882 HCLMG de Nidera, con 8228 kilogramos de grano por hectárea, mientras que el 60% de los materiales estuvo por arriba de la media del ensayo.
Los bajos a medios rendimientos se deben fundamentalmente al bajo contenido de agua al momento de la siembra y a las escasas precipitaciones ocurridas en el mes de diciembre, mes crítico para el cultivo, porque se produce la floración.
Sorgos sileros
La experimentación de sorgos para silo se hizo en la misma clase de suelo, pero con siembra convencional.
Se realizó una aplicación de herbicidas previa a la emergencia del cultivo en la cual se pulverizó con 3 litros de Glifosato + 2,5 litros de Atrazina por hectárea. La siembra se realizó con una máquina Bertini a razón de 10 kilogramos por hectárea (kg/ha) y el espacio entre surcos fue de 0,525 metros.
La fecha de siembra para todos los materiales fue el día 20 de octubre de 2008, cosechándose el 24 de febrero de 2009.
Luego de la evaluación productiva en kilogramos de materia verde por hectárea (Kg/MV/Ha) la cual se realizó mediante cosecha manual, se picó cada material con una corta-picadora marca Class 870 y el material obtenido se envió al INTA Rafaela para realizarles los correspondientes análisis de calidad. Las lluvias caídas durante el período que duró el ensayo sumaron 374,6 milímetros (mm).
Como conclusión de este trabajo, se determinó que existieron diferencias desde el punto de vista productivo y de calidad entre los distintos materiales evaluados.
El rendimiento promedio del ensayo fue de 16238 Kg/MS/Ha, con un máximo de 24870 Kg/MS/Ha y un mínimo de 11529 Kg/MS/Ha. El 30% de los híbridos superó el promedio del ensayo. El híbrido que mayor rendimiento tuvo fue el VDH 422 de la empresa Advanta con 24870 kilogramos de materia seca por hectárea. Los promedios para FDN y FDA estuvieron en 56.32% y 30.19% respectivamente, no existiendo diferencias importantes de calidad entre los híbridos evaluados.
Aunque el contenido de agua en el suelo al momento de la siembra era escaso, los rendimientos que se obtuvieron , se explican porque las lluvias coincidieron con el momento crítico del cultivo (alrededor de la floración), lo que permitió que vuelvan a macollar los híbridos y se recuperen.
Esto refuerza la idea de que en gran parte de la zona los sorgos con destino a silo siguen siendo una opción más segura a la hora de planificar las reservas.
El rinde promedio de los sorgos fue de 16.238 Kg/MS/Ha, con un máximo de 24.870 Kg/MS/Ha y un mínimo de 11.529 Kg/MS/Ha.
Menos riesgo. En los suelos utilizados y con las lluvias recibidas, el sorgo sacó ventaja.
Foto: INTA San Francisco
En conjunto. Del trabajo participaron técnicos de la Experimental y del Instituto Provincial de Educación Media (IPEM) Nº 222
Foto: INTA San Francisco
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Parejos para abajo. Hubo diferencias de rinde entre los maíces, pero todos tuvieron baja proteína.
Foto: INTA San Francisco
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