Las causas de esta tendencia

El éxodo forzado hacia la faena

En esta etapa se ha profundizado la liquidación de hembras más grave de los últimos 50 años. En este contexto, todos los meses se venden cientos de miles de vientres útiles a 200 o 300 pesos.

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A remate. Apenas pueden, los tamberos se los “sacan de encima” —en el estado que estén— para pagar deudas y administrar el forraje.

Foto: José Vittori

Ignacio Iriarte

Analista del mercado de carnes

La oferta ganadera sube y los precios ceden. Sale mucho ganado liviano de los feedlots, que este año se llenaron en enero-febrero, es decir, dos meses antes de lo normal. Están saliendo novillos pesados, que no pueden ser retenidos más tiempo porque los invernadores se están quedando sin pasto ni reservas para alimentarlos (todo lo que sobre ahora faltará más adelante).

También hay hacienda de las islas, de los campos bajos del Paraná y de campos naturales del NEA, ya próximos a terminar el ciclo de engorde de verano. Salen además novillos y vaquillonas de casi todas las zonas ganaderas porque se acabó el campo y el invierno, con sus primeras heladas, ya está encima y encontrará a la mayoría de los establecimientos sin pasto y con poca o casi ninguna reserva forrajera.

Y sale, por último, un número extraordinario de vacas se han dejado de dar las cifras oficiales de todos lados: preñadas y vacías (este año habría cerca de 10 millones de vacas vacías). Es una gigantesca retirada, por la falta de campo, y en muchas zonas, porque se acaba el agua para beber.

Las causas

La mayoría prefiere vender ahora antes que “cuerear” en la etapa que se viene. Se venden todos los meses cientos de miles de vientres útiles a 200 pesos ó 300 pesos y creemos que estamos en presencia de la liquidación más grave y que más consecuencias tendrá a futuro de los últimos 40 ó 50 años.

Se vende porque se entrega el campo alquilado, por la falta más absoluta de campo, por desánimo, por ausencia de capacidad financiera para seguir pagando todos los meses abultadas cuentas de alimento, de rollos o de agua.

Y se vende también en todo el país porque miles de productores mixtos y contratistas, que en mejores épocas habían invertido sus excedentes financieros en vacas o novillos, hoy para pagar sus deudas, y ante el fracaso de la cosecha gruesa y de una fina que directamente no se va a intentar, deben liquidar la hacienda que acumularon.

Venden los tambos, porque ante un volumen limitado de pasto, grano o silaje disponible, optan por darle de comer a las vacas lecheras y se “sacan de encima” los machos Holando en el estado en que estén. Se vende gordo, invernada, cría, conserva, se vende.

Esta sobreoferta durará por lo menos 60 días más, pero no debe descartarse que la fuertísima escasez que prevemos para el año próximo se adelante en alguna medida para el segundo semestre. Y el feedlot, aún trabajando a full, no puede hacerse cargo de toda la invernada que se vende, ni puede hacerse cargo de proveer todo el gordo que la exportación y el consumo necesitan.

En baja

De acuerdo con la segunda campaña de vacunación contra la aftosa de 2008, la cantidad de bovinos inoculados fue de 57,7 millones de cabezas, casi tres millones de cabezas menos que igual campaña del año anterior y 3,5 millones de cabezas menos que el pico de stock logrado en 2006.

A la primavera pasada ya había 1,8 millón de vacas y 1,1 millón de terneros menos que hace dos años. También con respecto a 2006, cuando se logró el pico de stock, hay dos millones de cabezas menos en Buenos Aires.

En Córdoba, en tanto, la reducción es de 800 mil cabezas; 577 mil cabezas menos en Santa Fe, 322 mil menos en La Pampa y 390 mil menos en Entre Ríos. En cambio, hay 490 mil cabezas nuevas en Corrientes y 280 mil en Chaco. En tanto, Formosa y San Luis están prácticamente con el mismo stock de dos años atrás.

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el dato

Acuerdo lechero

En Villa María (Córdoba), la presidenta Cristina Fernández anunció que el gobierno va a aumentar a 20 centavos las compensaciones a los productores lecheros de menos de 3.000 litros y también va a ampliar la ayuda a los tamberos de 12.000 litros. Con esta compensación, que incluye un acuerdo con las industrias para que paguen 81 centavos el litro de leche, el gobierno quiere asegurar que los productores reciban 1 peso por cada litro de leche fluida. “Este esfuerzo demandará una inversión de 500 millones de pesos al Estado nacional”, afirmó la presidenta.