ENEMIGOS PÚBLICOS
Dillinger, un gangster romántico
Rosa Gronda
“Enemigos públicos” es una de las películas contemporáneas más clásicas de los últimos años, un homenaje al genuino cine de gangsters. El film es un retrato del bandido más carismático y notorio de América en la década del 30, John Dillinger. Su imagen, alimentada por la leyenda y los medios de comunicación, conjuga el amor por la aventura, la libertad, la buena vida y una dosis de romanticismo. También, como el título lo indica, se incluye la desesperada búsqueda del notorio policía Melvin Purvis, encargado de encontrar al famoso asaltante de bancos, considerado “el enemigo público Nº 1”, aunque paradójicamente gozaba de simpatía y popularidad.
No es la primera vez que el cine ha llevado a Dillinger a la pantalla (Humphrey Bogart en “El bosque petrificado” interpretó una de las versiones más conocidas). El director Michael Mann, un realizador con oficio y experiencia en películas de temática policial pero también destacado por su interés en individuos marginales, elige a otro seductor de antología como el actor Johnny Depp para el personaje histórico al que retrata entre tiroteos, situaciones límite, glamour y códigos de honor.
“Todo y ahora mismo”
Dillinger ganó gran fama por la eficacia con que realizaba los asaltos a grandes Bancos y también por las espectaculares fugas que protagonizó. Es el prototipo del héroe romántico con códigos, ya que rechazaba actuar en secuestros o drogas, algo que el film se encarga de resaltar. Guapo, sensible. Amante del cine, la buena ropa, el whisky y las mujeres hermosas. Un papel que a Depp le calza como anillo al dedo. Otro tanto ocurre con Billie Frechette, la chica del gangster, con mitad sangre francesa y mitad india. Resulta un acierto la presencia de Marion Cotillard que potencia los costados sentimentales de la trama. En la memorable escena donde se conocen, arrullados por la entrañable música de “Bye Bye Blackbird”, Dillinger realiza su presentación en un monólogo breve e intenso, que abarca desde la infancia hasta su puro presente, donde no hay lugar para el futuro pero sí para los sentimientos. ¿Qué quiero?: todo. ¿Cuándo?: ahora mismo. Es notable el feeling de esta dupla tratada con inusual recato. No hay ningún desnudo sino camisetas, enaguas y muchas elipsis sugerentes, que sin embargo no quitan sensualidad ni calidez a la fuerte química de la pareja.
Entretenimiento y calidad
En los primeros quince minutos, la película muestra una fuga, un atraco y también presenta a sus dos rivales. El film está atravesado por la tensión de “policía experto contra ladrón experto” pero va mucho más allá de mostrar un enfrentamiento entre dos estrellas. El duelo interpretativo que podría esperarse entre el encantador personaje encarnado por Depp y el cerebral agente interpretado por Christian Bale, sabe finalmente a poco, sobre todo porque el policía queda opacado en protagonismo.
A pesar de que la película recorre un territorio conocido y varias veces explorado, tiene su magia propia, sustentada en su excelencia técnica (particularmente la fotografía, dirección de arte y la banda sonora), tanto como en el carisma de personajes y actores. Filmando en digital, con una cámara movediza y realista, Michael Mann le da a la película un carácter épico, con muchas escenas memorables.




