Exitosa 75 Exposición agroindustrial

La Rural de Reconquista dio la cara y puso el pecho

Pese a la sequía y al pésimo momento de la ganadería, Reconquista igualmente armó una muy buena muestra que sólo mostró mermas importantes en maquinaria agrícola -apenas “para cumplir”- pero animada actividad general.

Néstor Fenoglio

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El norte de la provincia, si es que podemos generalizar y particularizar a la vez, no está pasando por un buen momento. No tanto por las inacciones o las acciones ofensivas del gobierno nacional contra el sector, no porque esté sustancialmente afectado por la crisis global, sino por la suma -la resta- de la impiadosa sequía y de la actividad ganadera muy decaída.

Igualmente, ese mojón que es Reconquista y su muestra rural, pueden estar tranquilas, porque armaron una impecable edición -la número 75, nada menos- con las lógicas retracciones de un contexto de crisis, pero también con el orgullo, la fuerza y si se quiere la rebeldía del que no se resigna fácil en la mala.

Así que igualmente, con esos condimentos, Reconquista se armó, dio la cara y puso el pecho y salió una muy buena muestra, prolija como siempre, masiva en algunos aspectos, con precios dignos para el remate del lunes y que le permitió a los organizadores un saldo positivo, sobre todo apuntando a mejores momentos. Para decirlo de una vez: Reconquista se la bancó.

Una apuesta fuerte

Y este dato no es menor: hay muestras, exposiciones, fiestas regionales que fueron suspendidas, algunas por la crisis del sector, otras por la gripe A, mientras que aquí apostaron fuertemente a la concreción de la edición 75 de la Expo. En palabras del gerente de la rural anfitriona, Luis Alberto Pérez, “cuando se tomó la decisión de hacer la muestra en febrero, sabíamos que asumíamos un riesgo adicional, ya sea por la situación política como por la situación climática. La nuestra es zona de cría, marginal ya de por sí, con la seca aun bastante más difícil, pero entendimos que era el momento de estar junto con el productor, de apoyarlo, de no bajar los brazos; entonces asumimos el riesgo y nos empeñamos en hacer esta muestra”.

La decisión no pudo ser mejor. Por empezar, hubo una gran respuesta de la zona, tanto en la parte industrial, comercial como en la parte de servicios (hubo 250 stand externos, para todos los gustos y si bien algunos apenas salvaron la ropa, el domingo circuló mucha gente que recorrió con entusiasmo y ganas la muestra); y con buena presencia ganadera, acaso el punto habitualmente fuerte de Reconquista porque, no nos olvidemos, aquí vienen las mejores cabañas y todas las asociaciones están presentes.

Pudo haber sucedido que se vieran algunos puestos menos que el año pasado o que el menudeo -artesanías, comidas al paso, gastronómicos, entre otros- supere la cantidad de firmas “de campo”, pero hubo variedad, calidad, dedicación y notorio esmero en la preparación de cada sitio, con lo que se aseguró una muestra colorida y prolija, que el público se encargó de “llenar”. El domingo, día tradicionalmente fuerte, realmente hubo masiva presencia de un público heterogéneo que le dio vida al esfuerzo de todo un año.

Precisamente, la diversidad y flexibilidad son características de esta expo y por eso pueden verse en simultáneo sectores para chicos y familias, una cancha con las siempre convocantes destrezas criollas, maquinarias y autos, animales y variada oferta comercial.

También los funcionarios y personalidades entendieron la importancia histórica de esta tribuna, si se tiene en cuenta la participación del gobierno provincial (asistieron la vicegobernadora Griselda Tessio y el ministro de la producción Juan José Bertero, entre otros) y de los representantes de las entidades ruralistas. En ese marco, la Rural le tributó un homenaje a los ex presidentes con motivo de los 90 años de la institución.

Una marca regional

Por cierto, todo ese esfuerzo organizativo parte de un equipo de trabajo aceitado que ya tiene muchas exposiciones sobre el lomo. Cuentan con el apoyo de Reconquista y Avellaneda; también el gobierno provincial a pesar de las restricciones está presente. Pero el peso de la muestra lo carga la propia organización con lo que genera la venta de stand.

Y con el condimento extra de que la muestra también tracciona “hacia afuera”. De manera concreta, por ejemplo con la Escuela Industrial de Avellaneda que obtiene parte de los fondos por venta de entradas. O la cooperadora del Hospital que tiene desde siempre un tradicional quiosco, a lo que suele sumar la donación de algún animal de los socios o personalidades más representativas de la zona.

Pero también hay un beneficio indirecto que tiene que ver con el gran movimiento (el otro evento que se le puede asemejar en ese sentido es el certamen de pesca del surubí, otro emblema de la región) que genera la muestra en materia de hotelería, gastronomía, estaciones de servicio, logística: son fondos de afuera que derraman en la zona. Y en épocas de vacas flacas, se cotiza más todavía...

Hay también una realidad: con el escaso movimiento general que se respira hoy en la provincia, básicamente por la prolongada sequía, pues, Reconquista y las rurales que se atrevieron a recoger igual el guante, son vidrieras obligadas desde las cuales se puede forzar el apenas movilizado esquema de ventas de todas las firmas. Muchos vienen igual porque “hay que vender”.

Percibí, sí, y es inevitable, una significativa merma en la presencia de maquinaria agrícola. Es más: desde la cocina de la muestra se sabe que hubo firmas muy importantes de la región que resolvieron su presencia al filo mismo del inicio de la expo, no tanto por no estar sino porque no tenían maquinaria para mostrar: toda está en el circuito de venta, tratando de ser metidas en un contexto que no es el mejor para el sector. También fue mucho menor la presencia de las automotrices y es comprensible. En 2007, al calor del buen momento del campo, hubo firmas santafesinas que vendieron quince autos y más, allí mismo, en los pocos días en que duró la muestra. Eso, obviamente, ahora no sucedió.

Ganadería: presente y cumpliendo

La sequía también dejó el dato que quizás hay algún refuerzo en todo lo que tenga que ver con suplementación. Por ejemplo, Agroaut, cuya pata firme es más al sur y con la lechería como estandarte (igual hay casi un centenar de tambos en la región, marginal para la actividad), tuvo buena presencia con su línea de balanceados para razas de carne.

Y desde ya, la parte ganadera fue importante. La cantidad de animales superaró las expectativas, porque los organizadores esperaban poco más de cien reproductores. Pero, a la hora de los bifes, en corral hubo 150 reproductores machos y 52 hembras de parejo nivel. Reconquista tiene tradicionalmente un jurado de admisión para asegurarse buenos reproductores, además de los auspicios -y presencia de inspectores- de las distintas asociaciones para verificar el trabajo. El productor que viene a comprar sabe que lo que lleva es bueno.

En el remate del lunes hubo más de setenta productores y cabañas de una amplia región que pudieron ubicar casi 300 toros, con un promedio por arriba de los 3.000 pesos. Para Antonio Espada, de la firma Colombo y Magliano -a cargo del remate-, “los precios fueron excelentes para esta muestra. El toro de más valor se pagó $5.050, que fue el gran campeón Aberdeen Angus, ganador de la Challenger, y pertenecía a la Cabaña Bototí Picú, de Hugo Barsia’.

Por último, hay un “cauto optimismo” -por usar una expresión de un ganadero con experiencia- respecto de un aumento del precio de los animales, clavado desde hace largos años en el mismo sitio. Los porcentajes de preñez por la sequía han sido desastrosos, por lo que parece lógico pensar que el año que viene van a faltar terneros, lo que debería empujar la demanda y correr algo los precios. “Pero si el año próximo sale una resolución que impide la exportación de carne, ¿qué hacemos con los terneros? Si el invernador no puede reponer porque no le dan los precios del gordo, seguimos en la misma”. Así fue esta muestra entonces: del aguante, de poner cara y pecho en la mala y de esperar alguna señal positiva para la próxima.

“Entendimos que era el momento de estar junto con el productor, de apoyarlo, de no bajar los brazos”, expresó Luis Pérez.

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La gente fue y recorrió y le dio vida a una muestra prolija y que cumplió, pese al difícil contexto general.

Foto: Néstor Fenoglio

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Apenas... Como es lógico, el sector de maquinarias y autos se vio resentido.

Fotos: Néstor Fenoglio

La cantidad de animales superaró las expectativas, porque los organizadores esperaban poco más de cien reproductores.

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Buenos animales, las mejores cabañas y un remate que conformó a los organizadores y productores, como para defender la importancia de una muestra bien ganadera.