Mesa de café

Descifrando al Lole

Erdosain

Marcial, más que satisfecho, está divertido. Es raro en él, que suele controlar muy bien sus emociones. Esta vez ha llegado al bar con una sonrisa traviesa en los labios, le ha pedido a Quito un té con galletitas y, una vez que estuvo acomodado, largó la primera frase: —El Lole es un genio.

Todos lo miramos con asombro porque, si bien no todos tenemos la misma opinión del Lole, a nadie se le ocurriría decir que es un genio.

—Así como me escucharon, es un genio y vayan acostumbrándose a sus genialidades porque dentro de dos años es el nuevo presidente de los argentinos.

—Si lo soportamos a Menem durante diez años, bien podríamos soportar a Reutemann -dice Abel.

—¿Cuál es la genialidad a la que te referís? -pregunta José.- ¿Es la de no haber asistido al diálogo convocado por Cristina o la de haber dicho que los rosarinos trabajan mejor que los santafesinos porque no son empleados públicos y no tienen estabilidad en el empleo?

—A lo mejor agrego yo-, la genialidad fue la de no concurrir al diálogo convocado por Binner.

—Tal vez porque ahora compita en intransigencia con Elisa Carrió -agrega Abel.

—Nada de eso, nada de eso responde Marcial, mientras acompaña sus palabras con un gesto de la mano, como dando a entender que todo lo que dijimos carece de importancia.

—¿Y entonces? -pregunta José.

—Yo no sé por qué a ustedes tengo que explicarles todo, incluso lo más evidente. Si han leído los diarios, habrán prestado atención a las declaraciones del Lole diciendo que para él el mejor candidato del peronismo en 2011 es Duhalde.

—Yo leí esas declaraciones y me parecieron una respuesta válida para la interna peronista, nada más -dice Abel.

—No entienden nada dice Marcial, y vuelve a sonreír-, el Lole es un genio y, además, es un genio con sentido del humor, porque lo que ha hecho es una humorada digna de Groucho Marx.

—Por una vez en la vida el Lole está cerca de Marx, aunque sea Groucho digo yo.

—Escuchen y aprendan insiste Marcial-. Duhalde hace rato que viene haciéndose el capo dei tutti capi, un lugar en el que está cómodo, y cada vez que le ponen un micrófono cerca dice que su candidato sería Reutemann, siempre y cuando se decida de una buena vez. Lo que el Lole ha hecho fue ponerlo en su lugar. Podría haber sido directo y señalar que Duhalde no es quien para venirle a decir a qué hora hay que decidirse; podría haber dicho que él no es el empleado de Duhalde o podría haberse quedado callado.

—Que es lo que hace siempre -dice Abel.

—Pues bien, esta vez habló dice Marcial- y habló como un artista: le dijo que, para él, el candidato del peronismo para 2011 es Duhalde.

Marcial emite una risita corta y continúa: -Con una sola movida le dijo que él no es punto de nadie, que él y sólo él decidirá cuándo se manifiesta candidato. Y para probarle que están en igualdad de condiciones, anuncia que el candidato para 2011 es Duhalde, sin ignorar que quien se proclama candidato con dos años de anticipación será cualquier cosa menos un candidato en 2011. No me digan que no estuvo genial.

—No comparto- decimos todos al unísono.