En el departamento Vera

Margarita, buenas tierras bien al norte

Margarita, cuidado pueblo del departamento Vera, ubicado a unos 230 kilómetros al norte de la capital provincial, tiene un as en la manga: buenas tierras. Como todo el norte, padece la dura sequía y se ilusiona con las lluvias que cayeron y con las que se esperan.

Néstor Fenoglio

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Ya fuera de la pampa gringa, donde las tierras se adelgazan y pierden capacidad agrícola para cederle el terreno casi exclusivamente a la ganadería, Margarita -a diferencia de casi todo el departamento Vera- tiene en su distrito muy buenos suelos: de las noventa mil hectáreas, el 75% es netamente agrícola. Y esa posibilidad de concretar planteos mixtos, esa franja fértil que le tocó en suerte, juega a su favor. Luego está lo que hizo el hombre, y en el caso de Margarita, está bien hecho: es un pueblo ordenado, de casi 120 años de vida, de gente de trabajo, con una cooperativa pujante, con todos los servicios.

El presidente comunal es, desde hace una década, Livio Krumbein, y puesto a describir a los ojos del visitante la realidad de Margarita dice que “es una comunidad linda, con 5.500 habitantes de acuerdo al censo de 2001, que vino creciendo en los últimos años y ha tenido un despegue que ahora frenó la gran sequía. Es un lugar que posee todos los servicios (agua potable, cloacas) necesarios que debe tener una localidad”.

Una mala pasada

Según admite Krumbein, “la sequía nos ha jugado un mala pasada en la parte agrícolo-ganadera de nuestra zona. Hemos perdido dos años de cosecha en forma consecutiva, con lo cual la economía regional, basada un 80 % en el campo, se resintió muchísimo.

“No se le pudo brindar una asistencia a los productores como se debía, porque los fondos que llegaron de la provincia y de la Nación fueron muy pocos; no alcanzaron para solucionar los problemas que la sequía causó.

Hoy la lluvia ha comenzado a llegar y los problemas que tenemos se van a ir solucionando en la medida que el productor pueda volver a sembrar, a tener una cosecha buena y que los productores ganaderos tengan pasto y agua para el ganado, además de precios buenos que les permitan tener rentabilidad y volver a invertir en el sector. Es una cadena que ahora se ha cortado y restablecerla va a llevar un tiempo importante. Acá vivimos del campo, porque hasta las pequeñas industrias que tenemos viven del sector agropecuario”.

La fuerza productiva

Ratificando la importancia del agro para la zona, el presidente comunal señaló que “tenemos muy buenas tierras en el distrito para la siembra de granos. El distrito tiene 90 mil hectáreas, donde el 75% es netamente agrícola y el resto se dedica a la ganadería. El fuerte nuestro es la agricultura. Tenemos una cooperativa que acopia unas 100 mil toneladas de granos anuales, sumando las sucursales de Villa Minetti y Cuatro Bocas; es una empresa que tiene una impronta económica muy importante en la comunidad. Tiene 60 empleados y está pasando un momento difícil, como todas las empresas vinculadas al sector agropecuario”.

Margarita tiene además la empresa El Cimarrón, relacionada con la comercialización y transporte de hacienda; además de una metalúrgica y una fábrica de muebles. Dentro del pueblo hay buenos comercios y pequeñas empresas que suman aproximadamente 250 empleados, sin contar la parte pública. “Año a año vamos creciendo, aunque necesitaríamos una empresa grande que pueda emplear a unas 150 personas...”, dice Krumbein.

Margarita, a pesar de estar ubicada entre Calchaquí y Vera -ciudades ambas-, tiene su propia identidad y capacidad de tracción. Por ejemplo, ahora con el acceso directo a Colonia Durán (desde hace 2 años) y a toda esa zona, mucha gente viene a Margarita a comprar, lo que genera un movimiento económico importante.

También hay vínculos fluidos con La Gallareta: los pobladores de esa localidad, sin banco, se llegan hasta Margarita -que sí tiene una sucursal- para completar las operatorias.

La localidad tiene 119 años: el 24 de febrero es la fiesta; en tanto que el 16 de agosto fueron las celebraciones patronales, llevadas a cabo con gran éxito, con la organización de la iglesia y el patrocinio de la comuna. Esa celebración es muy popular “y este año se ofició con el mismo ánimo a pesar de que la sequía y la crisis nos han golpeado mucho”. En esta oportunidad se sumó la Fiesta Provincial del Locro, que anualmente se realiza a mediados de julio, pero en este caso fue suspendida por la gripe A y concretada días pasados, en agosto, con la elaboración de unos 4 mil kilos de locro. Este plato se sirvió gratis para todo aquel que se adhirió y compartió esta trascente festividad de Margarita.

Así es Margarita: un pueblo que espera que el campo normalice su andar, un pueblo que crece, que tiene entre sus hijos dilectos al campeón del mundo, el boxeador “Chino” Maidana; y que demostró su enorme corazón y solidaridad al auxiliar y contener a los pibes y familiares de Buenos Aires, tras la tragedia del colectivo con estudiantes que regresaba del Chaco, en octubre de 2006. Un pueblo, entonces, no con uno, sino con dos ases en la manga: buena tierra y buena gente.

Margarita, buenas tierras bien al norte

Margarita, un prolijo pueblo del departamento Vera, con alrededor de 6.000 habitantes que lo quieren y cuidan.

Foto: Archivo Diario El Litoral

/// EL DATO

Para destacar

El presidente comunal, Livio Krumbein, dice que “Margarita tiene 5.500 habitantes (según el censo de 2001), que fue creciendo en los últimos años y ha tenido un despegue que ahora se frenó por la gran sequía. Es un lugar que tiene todos los servicios (agua potable, cloacas)”.