El día que Argentina dejó el Monumental
La fiesta gigante tuvo un resultado de “enanos”
El estadio de Rosario Central fue un escenario acorde a un partido de enormes características. Faltó el festejo, porque Brasil le arrebató a la selección de Maradona los tres puntos y se clasificó para el Mundial.

La mayor decepción. Los jugadores de Argentina se lamentan tras la derrota ante Brasil, que le pone aún más suspenso a la clasificación para el Mundial. Hoy, todavía estamos adentro.
Foto: EFE
Ignacio Andreychuk
(Enviado especial a Rosario)
La ocasión se prestaba. Casi nadie quedó afuera de una de las citas futbolísticas más importantes del mundo. Periodistas de Europa, de muchísimas partes de Sudamérica; dirigentes del fútbol mundial; personalidades de la farándula, del espectáculo. Rosario recibió la visita de miles y miles de personas que se congregaron en el Gigante de Arroyito para hacer fuerza en un Argentina-Brasil que terminó de la peor manera para el equipo de Maradona: derrota, dudas, un fuerte impacto negativo al ánimo y la incógnita de la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.
Entre tantas personas que desfilaron por la zona de prensa estuvieron conocidos del fútbol de Santa Fe. Germán Lerche, el presidente de Colón, habló con El Litoral a propósito de la presentación del equipo nacional en tierras rosarinas.
“Que la selección juegue en Rosario es un hecho histórico. Los santafesinos dimos el puntapié a partir de aquel amistoso entre Argentina y Panamá, donde demostramos que en el interior también se pueden organizar bien las cosas. Como provinciano, yo me siento orgulloso de que nuestro seleccionado venga a jugar acá. Estoy sumamente contento de que este partido se lleve a cabo, así como estoy muy feliz de que Colón será el único club de fútbol que tendrá su estadio como subsede de la Copa América, en 2011”, puntualizó Lerche.
Luego se refirió a la posible continuidad de esta recorrida por otros puntos del territorio argentino. “Estaría bueno que la selección juegue en otras partes del país. Nosotros venimos reclamando eso, porque el fútbol no reduce a Capital Federal y Gran Buenos Aires, sino que fútbol argentino es todo. Si creemos eso, vamos a terminar como el fútbol uruguayo, que se compite todo en Montevideo. Acá hay buenas instituciones en todas las provincias del país”, agregó el titular rojinegro.
Y sobre la presencia de Diego Armando Maradona al frente del plantel albiceleste, Lerche comentó: “En algún momento tiene que reinar la lógica, porque si el mejor jugador de todos los tiempos dirige su selección, quiere decir que las cosas de alguna manera se tienen que dar en el fútbol”.
Todo aceitado
Desde el arribo a la Cuna de la Bandera hasta el momento de ingresar a los sectores correspondientes que casa uno tenía en el Gigante de Arroyito, la organización que se dispuso para este cotejo de altísimo nivel resultó perfecto.
Los alrededores a la cancha de Rosario Central se cortaron desde bien temprano, con lo cual la llegada debía ser a pie, en la mayoría de los casos. Los vallados indicaban correctamente el paso de hinchas locales y visitantes y no hubo disturbios. Muchísima gente trabajó en la organización y comunicación de las ubicaciones correspondiente de todos los presentes.
Sin dudas, que el espectáculo estuvo aprobado sobre manera. Ahora, la pregunta nace en forma natural: ¿esta derrota de Argentina ante Brasil será una condicionante para que la selección vuelva a jugar en Rosario?
No faltaron
El hecho de que la Selección Argentina juegue en el estadio de Rosario Central es una marca distintiva para los fanáticos del “canalla” en cada charla con sus vecinos de Newell’s. Lo mismo ocurre con cualquier otro clásico del fútbol argentino. Y anoche no faltaron esas gastadas antes, durante y seguramente seguirán durante la semana.
Trapos de todo tipo hacían alusión a la presencia de Argentina y Maradona en el “templo del aliento”, como se escribió en una bandera. Y a pesar de la disposición de no ingresar con otros colores que no sean los celeste y blanco, en la una de las populares se vio un trapo de la hinchada de Central, mezclado entre esa marea albiceleste que vestía la cabecera.
No cambió nada en realidad. Porque la gente fue a ver la selección. Fue a vivir un acontecimiento único en la historia del equipo nacional en partidos por Eliminatorias Sudamericanas. Por supuesto que toda fiesta se corona como tal si tiene un final feliz. No pudo ser anoche en el Gigante, porque Brasil ganó y se llevó todo de Rosario, incluida la clasificación a la Copa del Mundo.
Como dijo el filósofo español Ortega y Gasset: “¡Argentinos, a las cosas!”. Acá hay que seguir, no queda otra. Ni que “Brasil siempre nos gana... que ligan como ningún otro... que somos horribles”. Todas esas frases tribuneras post derrota no sirven para nada en este momento. Lo único que importa es recuperarse moralmente de tan duro cachetazo a esa gloria argenta por anticipación y reconocer que todo tiene un costo, un trabajo sostenido y una manera de hacer las cosas en grupo. Maradona está afuera de la cancha, no adentro.







