Señal de ajuste

 

La familia de Peter Capusotto continua creciendo

La familia de Peter Capusotto continua creciendo

En el humor de Capusotto existe un componente trash, la reconversión estética de la basura descartable, o un todo por dos pesos, en este caso llevado al campo tan universal de la sátira y la parodia inteligentes, sostiene el autor.

Foto: Télam

Roberto Maurer

Si Charly García peregrina a Luján a agradecerle a la Virgen y su nuevo patrocinador es Palito Ortega quien, se dice, ahora se haría cargo de las intoxicaciones de Pity Alvarez, resulta sensato deducir que el rock nacional se encontraba largamente maduro para recibir a Peter Capusotto, el personaje creado por Diego Capusotto y el guionista Pedro Saborido. Su sátira de la cultura del rock y sus aledaños es implacable, y la desmitificación provoca una paradoja: el público del programa es la misma audiencia rockera, o sea que Capusotto les ofrece un espejo demoledor de su sistema de gustos y convicciones. ¿De qué se ríe la hiena, entonces? En algunos casos, algunos ídolos son fácilmente identificados, y entre los heridos hubo alguno que se enojó, como Juanse, de Ratones Paranoicos.

El ciclo “Peter Capusotto y sus videos” el lunes inició en el canal gubernamental su quinta temporada, si se cuenta el tiempo desde su nacimiento en la señal Rock&Pop TV. Su gran circulación, no obstante, se produce en YouTube y otras regiones cibernéticas, propias de la informalidad reservadas a un programa de culto que acaba de recibir nuevamente un Martín Fierro con el cual hace quince años no habría podido soñar. No fue fácil imponer esa corriente de humor consagrado por el “Cha cha cha” de Alfredo Casero, que los eruditos pueden señalar que arrancó con “Del tomate”, de vida fugaz en el 9, y siguió con “De la cabeza”. “Cha cha cha” nunca gozó de aceptación masiva, y la escuela se mantuvo en “Todos x 2 pesos”, con los sobrevivientes Peter Capusotto y Fabio Alberti, y sólo porque encontró refugio en el Estado. La vieja llama se conserva en “Peter Capusotto y sus videos” y sigue ardiendo bajo la protección del 7 ya que, hoy, no existe lugar para un humor de estas características en los canales abiertos.

ORIGINALIDAD ASEGURADA

Serán solamente ocho programas, una cuota limitada que, seguramente, ha sido determinada por un sentido común artístico: la creatividad no es inagotable y una de sus amenazas es la repetición. El creador de Pomelo y Bombita Rodríguez volvió con nuevas ideas y en el primer programa, de los personajes conocidos solamente reapareció Miki Vainilla, el cantante pop que explicita los mensajes fascistas que esconde el género.

Capusotto, ahora, encarna la cultura latina envasada en Estados Unidos en el personaje de Latino Solanas, un engendro gesticulante con acento del Caribe que sirvió de guía en barrios donde florecen las nuevas creaciones populares que se suman al rap, el hip hop y el reggaeton, como el meneadito, el pinga pinga y el cagadito, productos imaginarios del mundo hispano parlante. También presentó un diccionario de expresiones latinas donde se afirma que existen cuatro mil formas de decir “esa chica mueve el culo”.

En otro sketch, un fanático de los Beatles revisa su colección de vinilos y descubre la desaparición de Ringo en la tapa de “Abbey Road” . Víctor Larzona es un autor de canciones con letras demasiado frías que no llegan al público, hasta que empieza a escuchar a su corazón, que, gritón y malhablado lo empuja a una vida fiestera. Como Larzona se resiste a dejar su estilo de letrista cerebral, el corazón lo abandona y se ofrece para un trasplante.

Al parecer, antes de Blas Parera, la letra escrita por López y Planes para el Himno Nacional Argentino fue ofrecida al compositor Jaime de las Mercedes Cárdenas, que ensaya distintos ritmos y melodías con las estrofas clásicas que serán sucesivamente rechazados. También se presentó a una cantante argentina llamada Violencia Rivas que anticipó el punk ya a mediados de los ‘60, en un programa nuevaolero adonde, a los 17 años, es una caricatura de Violeta Rivas que arremete furiosamente contra las instituciones.

CHICOS MULTIMEDIA

Finalmente, Nico Nuca es un muchacho que convoca a la creatividad juvenil. “Somos un grupo de chicos multimedia que explotamos de creatividad”, dice, mientras presenta a sus compañeros, un dibujante de cómics que ha creado a El Hombre Garbarino, donde los personajes son electrodomésticos; un diseñador de entretenimientos para chicos que inventa las aventuras de dos gotas de orina, y al autor de un clip inspirado en los bigotes de Aníbal Fernández. Ya no se trata de rock, sino de mundos afines, en este caso el de los imaginarios surgidos de las tecnologías a las cuales se enajenan las nuevas generaciones.

Peter Capusotto opera en un punto de inflexión de la cultura rock, aquel del tránsito del mensaje contestatario a la domesticación social, y el de los ideales desinteresados al éxito como finalidad excluyente.

Algunos hablan de “humor bizarro”, confundidos, ya que lo bizarro no es voluntario. En todo caso, en el humor de Capusotto existe un componente trash, la reconversión estética de la basura descartable, o un todo por dos pesos, en este caso llevado al campo tan universal de la sátira y la parodia inteligentes.