MUESTRA DE MARCOS LÓPEZ EN EL ROSA GALISTEO
Brillante “Vuelo de cabotaje”
El jueves Fernando Farina, el curador de la muestra, dialogará con Marcos López. Una hora después quedará formalmente inaugurada la muestra “Vuelo de Cabotaje”, que hace el artista santafesino. Auspicia la Fundación Nuevo Banco de Santa Fe.
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL
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El jueves 8 del corriente, a las 20, en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez -4 de Enero 1510- quedará inaugurada la muestra “Vuelo de cabotaje” del artista santafesino Marcos López. Una hora antes, a las 19, el mismo López dialogará con el licenciado en Bellas Artes y curador de esta muestra, Fernando Farina.
El fotógrafo de trayectoria internacional había relatado en la oportunidad de su muestra “Hoy no es ayer”: “... Entonces, en ese ir y venir entre la nada y el kiosco de la esquina, un domingo a la tarde, medio atontado de tanta siesta y programas de preguntas y respuestas por la televisión, apareció por suerte la fotografía. Me agarré a la cámara como huérfano a la pollera de una monja. No la solté más.
“Ahora, la verdad, estoy un poco saturado del exceso digital, de la presión que implica estar inserto en el “circuito’ del arte contemporáneo, y más escéptico que de costumbre. Me dan ganas de retirarme a tiempo, como los boxeadores.
“... Cada vez estoy más convencido de que la forma de armar el cuadro, de componer, el modo de resolver la relación figura-fondo, la cuestión del “contenido’, es la misma en las fotos del principio que en las de ahora. Por eso en las muestras me gusta mezclarlas con las actuales, que son más sofisticadas, con mucha producción. Para demostrar que en lo central no hay cambios. Que desde siempre uno sabe lo que tiene para decir. De quién vengarse. De qué quejarse. Quién es el destinatario de la ofrenda. A quién va dirigida la plegaria. Contrario a lo que se dice, uno nace sabiendo...”.
EL ARTISTA
Marcos López nació en Santa Fe en 1958. Estudió desde 1976 en la Universidad Tecnológica Nacional (Regional Provincia de Santa Fe). Carrera de Ingeniería. En 1978 comenzó a tomar fotografías. En 1981 abandonó los estudios universitarios para dedicarse por completo a la fotografía. Obtuvo una beca de perfeccionamiento del Fondo Nacional de las Artes.
Se trasladó a Buenos Aires y asistió a talleres de fotógrafos argentinos y extranjeros. En 1989 integró la primera promoción de becarios de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba. Residió un año y medio como alumno y también realizó documentales para cine 16 mm y video.
Invitado por Gabriel García Márquez, asistió a su Taller de Guión para TV. En Buenos Aires realizó documentales; colabora como asistente de iluminación en largometrajes y como fotógrafo de filmación.
Actualmente su obra es representada por la Galería Fernando Pradilla, Madrid, la Galería Ruth Benzacar, Buenos Aires, y Galería KBK Arte Contemporáneo, México. Estas galerías muestran regularmente su trabajo en las principales Ferias de Arte Contemporáneo (Chicago, Art Basel, Miami, Paris Photo, Arte BA, Feria Maco, México, FIA, Caracas, y Arco, Madrid).
El jugador. Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN
Instantáneas que cuentan la historia de un país
Fernando Farina (curador)
Pensar en una exposición de Marcos López es también pensar en un recorrido por la historia de muchos de los que vivimos en este país.
Veo sus fotos y recuerdo sus palabras: “Evitar lagrimear por miedo de llorar hasta morir”. La máscara como salida.
¿Cómo conjurar el dolor? ¿la melancolía? ¿esa sensación de soledad? ¿o la obscenidad del despilfarro?
Hay muchas imágenes, algunas provienen de hace mucho tiempo, tanto de su Santa Fe natal como de su infancia en Gálvez, una localidad de la provincia, donde uno de los mayores acontecimientos era la instalación por algunas semanas de un parque de diversiones donde, según cuenta, en el tren fantasma hasta el horror estaba pauperizado.
Su juventud en una escuela de curas y sus años calentando un asiento de la Facultad de Ingeniería son más ingredientes para la búsqueda de las tomas en blanco y negro que hizo en los “80, cuando pasaba noches en el laboratorio, oscureciendo los cielos para aumentar el dramatismo.
Decidido a dedicarse a la fotografía, el fin de la dictadura lo encontró en Buenos Aires, donde comenzó a acercarse a artistas clave como Liliana Maresca. Era un tiempo de efervescencia, de recuperación de la libertad, de vivir intensamente.
Y pronto una nueva imagen: la de los “90, cuando comenzó a retratar los tiempos menemistas, ya a todo color. Una serie caricaturesca que se ganó el nombre de pop latino, un pop con la marca latinoamericana.
“Buenos Aires, la ciudad de la alegría” fue el título de la pseudo campaña donde compuso escenas corrosivas, aunque siempre dejara algo de ternura latente.
Esas fotos coloreadas a mano, concebidas como “para exagerar el error de los laboratorios de mala calidad”, se convirtieron en una referencia ineludible de la vergüenza sentida a la vuelta de la esquina. “La patria y los recuerdos duelen”, asegura.
Y de nuevo el cambio. El chiste ya no le hizo más gracia, y se permitió profundizar de nuevo sobre el dolor. Entonces comenzó a retratar lo trágico de la condición humana, la crueldad.
Estas imágenes componen la exposición “Vuelo de Cabotaje” que se propone recorrer el país y en un futuro cruzar las fronteras, mostrando una vez más -en este caso en fotos- aquello que suele llamar la textura latinoamericana.
Asado en Mendiolaza, Córdoba 2001.
Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN