Al margen de la crónica
Bienvenido el debate
Lleva más de nueve meses el debate sobre el postulante elegido por el gobernador Hermes Binner para ocupar el cargo de Defensor del Pueblo de la provincia. Ahora, por cuestiones legales, tiene fecha de vencimiento: antes de que finalice octubre, se sabrá si Edgardo Bistoletti logró los votos para ocupar el cargo de una institución que surgió a fines de los ‘80 en la provincia, más como “salida laboral” para “desocupados de la política” que como apoyo a los reclamos ciudadanos. El paso del tiempo permitió al instituto de la democracia moderna ir ganándose el respeto tanto de la ciudadanía como de los funcionarios.
El gobernador actual optó por ofrecer el cargo a un integrante del Poder Judicial de la provincia, a contramano de los mandatarios anteriores que, cada vez que debieron mandar un pliego, miraron a la Cámara de Diputados y seleccionaron algún diputado justicialista próximo a terminar el mandato, logrando levantar quejas de algunos partidos políticos, aunque con voz tenue, debido a que en los cargos adjuntos hubo espacios para dirigentes de otras fuerzas, también muchas veces surgidos de la Legislatura.
Binner instituyó, además, un lapso de tiempo para recibir cuestionamientos a la figura elegida y estos cuestionamientos llegaron justamente de dirigentes políticos que firmaron notas haciendo reproches a ese nombre, y luego se conoció el descargo del postulante.
En las próximas semanas se conocerán argumentos en pro y en contra de un candidato que aceptó que los ojos de la sociedad se posen sobre él cuando su tarea al frente de un juzgado penal en Rosario pasó prácticamente inadvertida. Para bien o para mal, son etapas diferentes en el modo de selección de un funcionario que debe velar para poner límites al poder del Estado sobre los ciudadanos.
