Se realizó “La magia de los libros” organizado por Sadop

Lectura y teatro, en un festival

Fue un encuentro educativo y cultural en el que participaron alumnos de 18 escuelas de la ciudad. Los chicos presentaron obras teatrales preparadas en base a lecturas en el aula. La expresión corporal como vehículo para el aprendizaje y la comunicación.

Lectura y teatro, en un festival

El festival promueve la práctica lectora y la expresión teatral como vehículos para el proceso de aprendizaje escolar. Y, además, fortalece el vínculo docente-alumnos.

Foto: Amancio Alem

 

De la redacción de El Litoral

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Desde el lunes y hasta hoy se realizó en ATE Casa España el Festival de Lectura “La magia de los libros”. El encuentro -organizado por Sadop- constituye una interesante propuesta: los chicos, acompañados por sus docentes, prepararon durante varios meses obras teatrales en base a lecturas de textos infanto-juveniles realizadas en clase, y las presentaron en el festival. Así, la actividad combinó la lectura en el aula, el ritmo y la expresión corporal como formas de aprendizaje y comunicación interpersonal.

Del evento participaron alumnos de 18 escuelas de la ciudad -la Cristo Obrero, Itatí, J. Migno, Santa Rita, el jardín del Sadop, entre otras-, quienes mostraron con colorido y frescura 21 obras teatrales. No sólo los chicos se lucieron: el festival permitió reflejar el intenso trabajo llevado a cabo por los docentes al frente del aula, estimulando la práctica lectora, la creatividad y la sensibilidad artística de los chicos.

Objetivos

El festival tiene como meta principal lograr que la lectura y la expresión corporal sean el vehículo a través del cual los chicos aprendan, se comuniquen mejor y fortalezcan el vínculo pedagógico con sus educadores. Pero no sólo eso: “También busca revalorizar el trabajo que los propios maestros han realizado sobre la temática de la lectura cruzada interdisciplinarmente con otras áreas -artística, plástica, el movimiento y el cuerpo-, para que la promoción de la práctica lectora se vea fortalecida”, explicó a El Litoral Susana Bravo, prosecretaria gremial de Sadop.

El proceso de trabajo comenzó en marzo. Cada docente presentó el proyecto de la obra teatral, donde definió cómo coordinará el trabajo con los alumnos en los meses siguientes, para que se presente finalmente en este festival. Luego de leer en el aula varias obras teatrales, cuentos o fábulas, los chicos eligieron la que más les gustaba para representar.

También, algunos chicos decidieron producir una obra propia con sus maestros. “Por ejemplo, hay una que se llama “SOS’, aborda la problemática ambiental y fue escrita por los propios alumnos. Ahí hay otra participación creativa en el aula que es muy interesante. No se pusieron consignas rígidas y tratamos de que los docentes no se sintieran esquematizados, sino que se permitieran la libertad de elegir y crear junto con los alumnos”, enfatizó Bravo.

Perder los miedos

“A través del trabajo en la puesta teatral, aquellos alumnos que antes eran tímidos o se comunicaban poco comienzan ahora a expresarse fluidamente y comparten más cosas con sus compañeros. Entonces, esta actividad no sólo tiene un fin artístico y educativo, sino que permite a los niños desenvolverse mejor en distintas circunstancias de la vida. Al participar todos en un mismo proyecto teatral, desarrollan el sentido del trabajo en equipo, la colaboración y la solidaridad”, expresó Bravo.


Revalorización

“Desde el Sadop tratamos con esta actividad de revalorizar la tarea docente. A veces se dice que los maestros no trabajan, o que trabajan sólo cuatro horas diarias... No es así: su labor continúa en su casa, planificando y definiendo las actividades, corrigiendo pruebas, etcétera. La enseñanza es un proceso sistemático y sostenido. Y este festival ha sido una pequeña muestra de ese compromiso de los docentes con la vocación de enseñar”, destacó Bravo.

/// EL DATO

Interés

A juzgar por el nivel de convocatoria y el entusiasmo observado, hubo un notorio interés en los chicos por participar del festival y mostrar sus obras teatrales. “Ellos tomaron seria responsabilidad sobre la actividad, se comprometieron y hasta fueron a ensayar en horarios extraescolares -resaltó Bravo-. También fueron muy buenos el acompañamiento y la participación de la familia, sobre todo en la elaboración de las escenografías, los trajes y tantos otros detalles que demanda una puesta en escena”.