en los países en vías de desarrollo
Energías verdes: su futuro
Helle Jeppesen
Deutsche Welle
La energía es la condición sine qua non para el crecimiento económico y el desarrollo.
“La lucha por el liderazgo en el campo de las energías renovables empezó ya hace rato. Alemania es sin duda un precursor en este campo; Estados Unidos invierte ahora montones para alcanzarla. También países como China están altamente interesados en introducir y difundir estas tecnologías. ¡Se trata de grandes negocios!”, opina Kaiser, jefe de la delegación de Greenpeace en las negociaciones climáticas que tienen lugar en Bangkok. La nueva economía verde diseñará el camino hacia el futuro. Y “de la misma manera que sucedió con las tecnologías de comunicación, ocurrirá en el sector de la energía y con ello en la economía”, opina Hermann Scheer, cofundador de la Agencia Internacional de Energías Renovables.
“Ésa será la siguiente gran revolución tecnológico-industrial, cuya trascendencia será mayor que la revolución de la tecnología de la información. Y es también una gran oportunidad de fortalecer los avances de la sociedad industrial, algo que ya no es posible con las energías convencionales. No sólo porque se agotan, sino también por la dimensión de sus efectos nocivos que, a su vez, conllevarán grandes daños económicos”, analiza Scheer.
El futuro ya ha empezado
Países en vías de desarrollo como Kenia, detectaron hace rato la dirección del viento: “Puedo imaginar que en este campo habrá un salto semejante al de la comunicación móvil. Kenia es un ejemplo: están colocando cables de fibra de vidrio en un país que no cuenta todavía con redes eléctricas”, opina el director del Programa de Medio Ambiente, Achim Steiner. En los próximos dos años triplicará la producción de electricidad de centrales geotérmicas. Y con nuevas regulaciones energéticas, promueve la energía eólica. Para lograr esas inversiones, en el marco del acuerdo climático también se están negociando transferencias de tecnología y compensaciones. La ventaja es que la tecnología necesaria para las centrales solares y eólicas se vuelve cada vez más barata. Mientras mayor es su número y más depurada su técnica, más reducido es su precio.
¿China a la cabeza?
“Sin dudas, China es líder mundial en térmica solar, así como en su aplicación a sistemas de calentamiento de agua para edificios. China tiene el programa eólico más ambicioso del mundo. Cuentan con productores propios, no tienen que importar tecnología. Es más, algunas empresas europeas tienen miedo de que China empiece a exportar centrales eólicas... También produce celdas solares fotovoltaicas, aunque éstas se destinan a la exportación, pues los estímulos para ello aún son escasos en China. Pero también eso cambiará”, dice Jürgen Meier, gerente de la Fundación para Medio Ambiente y Desarrollo.
Los países industrializados deberían estarse peleando por quién reduce más y más rápidamente sus emisiones de CO2 provenientes de energías fósiles. Es que el futuro le pertenece a quien pueda suministrarle al mercado global energía sustentable.




