Duodécima fecha del Clausura de la B
El torneo sigue al rojo vivo

Universidad le ganó a Agua y Energía en un entretenido partido jugado en el ex Campo Universitario.
Foto: Pablo Aguirre
Ganaron todos los que pelean por la cima y los que buscan la clasificación en la tabla acumulada. Lamentable, hubo una agresión al árbitro Ricardo Spacessi, en el partido en el que Nacional le ganaba 3 a 1 a Don Sebastián.
Redacción de El Litoral
El torneo sigue, luego de una nueva jornada, sin cambios en lo alto de la tabla. El Quillá superó ajustadamente como visitante a Ciclón Norte de Cayastá; la misma suerte corrió Universidad frente a Agua y Energía y lo propio, para Central San Javier, que en Rincón se impuso a El Cadi. Pucará volvió a ganar en su estadio de barrio Transporte y Ciclón Racing sacó a relucir su categoría y venció a Defensores de Peñaloza. El único de los de arriba que no logró triunfar fue General Belgrano de Coronda.
En Don Bosco
Universidad del Litoral no tuvo una parada sencilla en su visita a Agua y Energía. Pese a que el conjunto del “Chueco” Robledo se quedó con la victoria, en varios pasajes del segundo tiempo la pasó bastante mal, en momentos en que el encuentro estaba empatado en un tanto.
El partido no fue de buen nivel en el primer capítulo. Mucho calor y un viento que levantaba mucho polvo quizás conspiraron en contra del espectáculo. Agua intentó maniatar los intentos de generación futbolística de su rival y eso fue algo a lo que Universidad no le encontró solución y, entonces, la pelota no anduvo demasiado seguido frente a los arcos. La primera de peligro pasó por los pies de Roque Méndez, quien, tras centro de Baraggio, definió muy alto.
Luego Universidad sacó a relucir la diferencia en cuanto a las individualidades que tiene en su plantel. Así, Maxi Franco ejecutó un tiro libre al borde del área y, a pura potencia, logró que la pelota se desviara en la barrera y dejara totalmente descolocado a Barbona. Ventaja universitaria, que no era justificada, pero que, a partir de ese gol, pretendió fundamentar. Así, Zeballos probó suerte desde fuera del área y, entre Barbona y el travesaño, Agua encontró la fortuna para que el resultado siguiera siendo de un solo gol en contra.
Agua respondió con un centro de Vergel, que Román definió con un potente remate que se fue desviado. Franco intentó aumentar la ventaja y encontró las manos de Barbona, quien dio rebote y, luego, Madolé le pegó muy mal, a tal punto que la pelota terminó yéndose al lateral. Demasiado poco ofrecieron unos y otros y el deseo de un juego mejor quedó abierto para el complemento.
El mejor libreto
En el segundo tiempo, Agua y Energía salió decidido a buscar el empate. Lateral de García al corazón del área, que Méndez capturó y cedió luego para Román. El remate se fue desviado, pero fue una clara señal de que el local iba a intentar revertir el resultado. Román otra vez tuvo en sus pies el empate y le pegó con mucha violencia, encontrando el travesaño como enemigo. Boni, a los gritos, exigía que sus defensores se enchufaran, pero Agua siguió dominando las acciones.
Baraggio, desde la media luna, probó puntería y clavó un golazo al ángulo, que ponía justicia en el marcador. Agua fue más y a Universidad sólo le quedaba la posibilidad del contragolpe. Domínguez pudo darle la victoria a Agua, pero definió muy mal frente a Boni.
Cuando el partido se moría, Franco fue a luchar dentro del área contra los centrales, y Darío Álvarez marcó penal contra el goleador. Una falta que fue discutida por todo el equipo local y que el propio Franco ejecutó con potencia, colocando la pelota sobre la izquierda a media altura, para una vez más, como lo había hecho ante Nacional, darle la victoria a su equipo.
Agua, sobre el final, ya jugaba con dos menos por las expulsiones de Catania y Méndez y, así, todo intento de lucha se fue desvaneciendo. El final encontró un medido festejo de la visita y la bronca por parte de Agua, entendiendo que aquel penal que Franco transformó en gol no era infracción.




