ROSARIO
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Hubo treinta allanamientos y ocho detenidos en la causa que investiga el tráfico de efedrina
Germán de los Santos (corresponsal)
En un operativo que incluyó un centenar de policías bonaerenses y el apoyo de unos 60 efectivos de la Unidad Regional II, el juez federal Federico Faggionato Márquez ordenó ayer la detención de ocho personas del entorno cercano a Mario Segovia, entre ellos su esposa, Gisela Itatí Ortega, su suegra y cuñado, en el marco de 30 allanamientos que se llevaron adelante en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Soldini, Funes y Pueblo Esther. Los investigadores buscaban un laboratorio clandestino en el que el clan Segovia producía efedrina sintética, la materia prima principal para la fabricación de las metanfetaminas, una droga que se consume en México y Estados Unidos.
La fórmula para producir esta sustancia fue encontrada en un taparrollos de la casa de Antonia Moreno, suegra del denominado “rey de la efedrina”.
Desde noviembre del año pasado, Segovia está detenido en la cárcel de Ezeiza, procesado por liderar una organización que se dedica a la producción y comercialización de drogas sintéticas. Pero en su lugar de reclusión, el ex mozo del club Provincia seguía moviendo los hilos de su organización, según señalaron a El Litoral fuentes del caso.
En su celda contaba con computadores y teléfonos celulares, entre otros elementos, con los que se contactaba con su red en Rosario.
Las sospechas apuntan a que en Rosario se había montado un laboratorio para la producción de efedrina sintética. “Es probable que sea un laboratorio móvil, armado en un camión o algo parecido”, indicaron las fuentes.
Segovia importaba efedrina de India y China. Tras quedar desactivado parte del negocio a partir de la detención de Segovia, los investigadores presumen que el rosarino comenzó a elaborar la efedrina, porque ya no podía importarla de Asia.
Despliegue mediático
Durante los allanamientos que se realizaron en Rosario con un despliegue mediático por lo menos llamativo, los efectivos bonaerenses no pudieron ubicar ese laboratorio que buscaban.
Pero en barrio Las Delicias, los policías bonaerenses al mando de Honorio Rodríguez, jefe de la Brigada de Drogas Ilícitas de Zárate-Campana, no pudieron dar con el lugar donde los cómplices de Segovia fabricaban la efedrina. En barrio Las Delicias, los agentes revisaron casa por casa en un radio de unas dos cuadras.
La delegación de policías de Buenos Aires arribó a Rosario con 12 órdenes de detención libradas por Faggionato Márquez, quien también participó del operativo, junto con una decena de colaboradores. En la zona detuvieron a ocho personas. Gisela Itatí Ortega, esposa de Segovia, fue apresada, junto con su hermano Gonzalo Ortega y su madre Antonia Moreno. También quedaron tras las rejas dos abogados, Ariel González Cevallos, sospechado de manejar las finanzas del rey de la efedrina, y Hugo Páez Álvarez, quien junto a Marisel Ferracutti les endilgan ser los testaferros del detenido en Ezeiza.
También fue detenido Sfungaras Paragiatis, alias Taqui, quien está acusado de ser uno de los químicos que trabajaba para Segovia.
Un disparate
Hoy a la mañana, el abogado Carlos Varela, quien representa a Segovia junto con el letrado Mariano Cúneo Libarona, calificó el operativo liderado por Faggionato Márquez como un “disparate”. “Me llamó la atención el despliegue, la cantidad de efectivos y el hecho de que se haya hecho un día feriado. Todo es llamativo, incluso la presencia del juez”, apuntó.