Según un informe de la agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación
Hay más de 1.000 millones de subalimentados en el mundo
Buscan soluciones, como una mayor inversión en agricultura y privilegiar la agroecología.

Las personas con hambre representan casi una sexta parte de la población mundial y la mayoría está en la región de Asia Pacífico, con 642 millones de personas. Foto: AGENCIA AFP
AFP-EFE-Télam
El hambre afecta actualmente a 1.020 millones de personas, según un informe de la FAO, la agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, publicado esta mañana en Roma, con motivo de la Semana Mundial de la Alimentación.
“Ninguna nación está libre y, como siempre, son los países más pobres -y las poblaciones más desprotegidas- los que más sufren”, lamenta Jacques Diouf, director general de la FAO, en un informe realizado juntamente con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y presentado en vísperas del Día Mundial de la Alimentación, el viernes.
“El problema de la inseguridad alimentaria” es “principalmente una cuestión de la movilización al más alto nivel político para garantizar la disponibilidad de los recursos financieros”, señaló Diouf.
“Cada año, el apoyo a la agricultura en los países de la Ocde es de 365.000 millones de dólares, en tanto que el gasto militar es 1,34 billones”, dijo Diouf.
El total de hambrientos representa casi una sexta parte de la población mundial y la mayor parte de las personas desnutridas en el mundo está en la región Asia-Pacífico (642 millones), seguida del África subsahariana (265 millones), de América Latina (53 millones) y de la región que comprende Medio Oriente y el Norte de África (42 millones). Además, en los países desarrollados, 15 millones de personas sufren hambre.
Todas esta semana, unos 300 expertos se reúnen en Roma, sede de la FAO, para tratar el tema “Cómo alimentar al mundo en 2050”.
La población mundial pasará de los 6.800 millones de personas actuales a 9.100 millones en 2050, según las últimas proyecciones de Naciones Unidas.
Mañana, Diouf presentará una “caja de herramientas” para ayudar a los países a implementar programas de lucha contra el hambre.
Triplicar la inversión
El economista norteamericano Jeffrey Sachs aconseja que el mundo “triplique la inversión” en la agricultura y la seguridad alimentaria, como se ha hecho en el sector de la salud en menos de diez años.
Sachs preconiza un incremento de la ayuda a las pequeñas explotaciones agrícolas de África, con el fin de pasar de “una economía de subsistencia a una economía comercial sostenible”.
“El hambre en el mundo es un escándalo, no una calamidad natural”, resume por su lado Ambroise Mazal, de la ONG francesa Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo (CCFD).
“Todas las condiciones que provocaron la crisis de 2007 y 2008 siguen en pie y estamos volviendo a la Edad Media: es necesario que los agricultores recen para tener buen tiempo cuando se podría desarrollar políticas proactivas”, explicó Mazal. Las ONG humanitarias y por el desarrollo reiteran la necesidad de una reforma de las políticas comerciales y agrícolas: detener la liberalización sin freno, que provoca la volatilidad de los precios de los alimentos, e inversiones masivas en la agricultura por los gobiernos del sur y a través de la ayuda para el desarrollo del norte.
“Esta volatilidad va a durar un tiempo, por lo que la alimentación se convertirá en una bomba para los gobiernos: si no se hace nada, les estallará en la cara”, indica el analista Jean-Louis Velajus, del Comité Francés para la Solidaridad Internacional (CFSI). “Hay 1.000 millones de personas que padecen hambre, no se los puede asistir simplemente con ayuda alimentaria, sino a través de una reforma integral de la agricultura”, dijo.
Más aún si se tiene en cuenta que la ayuda de emergencia, “incluso con presupuestos en constante aumento, padece para seguir el ritmo de crecimiento de la crisis”, reconoce Jan Artur Sienczewski, responsable de la ayuda alimentaria de la Oficina Humanitaria de la Comisión Europea (Echo).
En su cruzada, las ONG se apoyan en las conclusiones del grupo internacional de unos 400 expertos en agricultura (IAASTD), lanzado en 2002 por el Banco Mundial y la FAO, que abogó por la protección de la agricultura familiar, de la que vive el 45% de la población mundial, a través de una protección del mercado.
Agroecología
En términos de modos de producción, señaló, se debe privilegiar la agroecología frente a la agricultura industrial e intensiva para preservar el medio ambiente.
“Atrapada” entre los 1.000 millones de personas que padecen hambre y “el problema ambiental, que obliga a una reflexión sobre los modos de explotación”, la comunidad internacional está obligada a poner ambos asuntos sobre la mesa, si no, ¡iremos al precipicio!”, sostiene Vélajus. El viernes, durante la jornada bautizada “Alcanzar la seguridad alimentaria en tiempos de crisis”, cinco nuevos embajadores de buena voluntad serán nombrados: el medallista de oro olímpico estadounidense Carl Lewis, el diseñador de moda francés Pierre Cardin, el futbolista francés Patrick Vieira y las cantautoras Anggun, de Indonesia, y Fanny Lu, de Colombia.
Del 16 al 18 de noviembre, tendrá lugar en Roma una Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria. El Papa Benedicto XVI ya ha anunciado su participación en la sesión inaugural de la cumbre.




