El “Bichi” Fuertes, Diego Calgaro, Oscar Bergesio y Hugo Sánchez...
¿Qué se opinó desde Santa Fe?
La selección generó opiniones de todo tipo. El Litoral buscó las de dos jugadores y dos destacados periodistas

Los bares se llenaron y la gente festejó la victoria. Todos queríamos ver a la Argentina en el Mundial. En eso, Maradona se equivoca. El 99 por ciento de los argentinos, por no decir: todos, no querían ver el Mundial sin Argentina.
Foto: Pablo Aguirre
/// análisis
Entre contradicciones e incapacidad
Enrique Cruz (h)
Diego Maradona dijo hace poquitos días que “tengo todo guardadito en la computadora y ya llegará el momento de decirlo”, cuando se le deslizó una no muy cordial relación con Bilardo. No fue el periodismo el que inventó un problema que es real y ante el que Grondona reclamó tranquilidad.
Ese mismo Bilardo al que ni quien escribe ni nadie vio llorar cuando fue campeón del mundo en México o cuando fue subcampeón del mundo en Italia, anoche hizo una teatralización estupenda y salió enardecido a abrazar a Maradona y a gritarle: “¡Te querían echar, te querían echar!”. ¿Quién?, ¿Grondona?, ¿la prensa?, ¿Bilardo mismo?, ¿acaso no sabe o no recuerda Bilardo que lo pusieron “por si Diego falla”?, ¿acaso no recuerda que en su programa de radio, la noche previa al partido con Brasil, dijo desde la habitación del hotel en Rosario que “recién ahora pude acercarme a los jugadores y charlar con ellos”, en tono casi irónico o por lo menos indirecto?
¿Es normal que se haga una reunión en la madrugada posterior a un partido (el de Paraguay) en la que no esté el técnico?, ¿es normal que él (Bilardo) le informe sobre los jugadores convocados a un periodista, como lo hizo, con Diego en Europa y antes del partido amistoso con Ghana?, ¿todas estas cosas son inventadas o qué?
Maradona mostró su incapacidad como entrenador. Dijo que el equipo era “Mascherano y diez más”, y en el último partido no se sabía si Mascherano iba a jugar de “8”, de “5” o se quedaba afuera. Dijo que su arquero es Carrizo y no sólo terminó atajando Romero, sino que Carrizo vio el partido de ayer y el del sábado con Perú, en Zaragoza. Cambió esquemas, jamás potenció a Messi, no le dio orden colectivo a las individualidades, no planificó. Clasificó sufriendo. Y este grupo de jugadores tiene que entender que no ganaron nada, que fueron cuartos en las Eliminatorias Sudamericanas (un torneo que dura tres años), que mostraron una imagen penosa en partidos clave y que estuvieron al borde del fracaso.
Muchos creen que se puede dar lo mismo que en el ‘86, que hay que darles tiempo y esperar que se junten un mes antes y armen el equipo. Dudo, descreo, entiendo que este proceso no podría tener un final igual al de México.








