Un país en situación crítica

Una ola de ataques en todo Pakistán causó más de 40 personas muertas

Los ataques ponen en evidencia el poder de los talibanes armados para golpear en el corazón del país.

Una ola de ataques en todo Pakistán causó más de 40 personas muertas

Un coche-bomba explotó en Peshawar hoy en la residencia de un funcionario gubernamental, lo que causó la muerte de un niño y decenas de heridos.

Foto: AGENCIA AFP

 

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EFE-AFP-Télam

Los talibanes volvieron a golpear hoy a las fuerzas policiales y gubernamentales en Pakistán con un ataque múltiple de estilo “fedayín” en la ciudad oriental de Lahore y dos atentados en el conflictivo noroeste del país, que causaron la muerte de más de 40 personas.

Cerca de 20 insurgentes de entre 20 y 25 años de edad mantuvieron a Lahore en vilo durante unas horas, con tres asaltos a instalaciones policiales de la ciudad, de siete millones de habitantes.

Estos ataques, que se iniciaron casi simultáneamente en torno de las 9.50 hora local, se saldaron con la muerte de 29 personas: 13 terroristas y 16 policías y funcionarios, informó una fuente policial, que agregó que decenas resultaron heridas.

El asalto de mayor duración tuvo lugar en los cuarteles generales de la Policía de elite de Bedian, una zona situada en las afueras de la capital cultural paquistaní.

Las fuerzas de seguridad recuperaron el control de este centro, tras acabar con las vidas de cinco de los terroristas, quienes llegaron a tener algunos rehenes y mataron a seis policías durante el asalto, según la fuente.

Una hora antes, las fuerzas gubernamentales habían puesto fin a otro ataque fedayín contra la academia de cadetes de Manawan, situada en un área cercana, también en las afueras de Lahore, que ya había sido golpeada por un comando terrorista en marzo de este año.

Al menos seis agentes fallecieron en el enfrentamiento, que se cobró la vida de cuatro insurgentes, dos de los cuales se suicidaron al detonar una carga explosiva que portaban.

El tercero de los ataques en la capital de la provincia oriental de Punjab fue perpetrado contra las oficinas de la Agencia de Investigación Federal (FIA), donde cuatro miembros del organismo, entre funcionarios y agentes de seguridad, así como cuatro terroristas perdieron la vida.

La sede de la FIA en esta ciudad ya había sido objeto de un potente atentado suicida en marzo de 2008.

Alerta máxima

Las autoridades ordenaron el despliegue de las fuerzas paramilitares en varias zonas de Lahore y pusieron a las cuatro provincias del país en estado de alerta máxima.

Una facción local del movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que aglutina a diversos grupos insurgentes del país, reivindicó la autoría de los ataques, informaron los medios paquistaníes.

Pocas horas antes del atentado múltiple en Lahore, un suicida había matado ya a 11 personas, incluidos tres policías, y herido a otras 24, la mayoría civiles, al empotrar un vehículo cargado de explosivos contra una comisaría de la localidad noroccidental de Kohat, dijo una fuente policial.

Y al término de la jornada, una nueva bomba colocada en un vehículo y activada mediante control remoto acabó con la vida de un niño e hirió a nueve personas frente a la residencia de un funcionario gubernamental en la noroccidental Peshawar, según una fuente policial citada por la cadena privada Dawn TV.

Tanto el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenaron los ataques, ordenaron que se abra una investigación y reafirmaron su compromiso de eliminar el terrorismo y el extremismo, según sendos comunicados oficiales.

Estos atentados se enmarcan en la ola de violencia que ha sacudido a Pakistán durante los últimos once días y que ya había causado la muerte de otras 128 personas en cuatro grandes ataques en Islamabad, la vecina Rawalpindi y las ciudades de Peshawar y Alpuri.

“La situación en Pakistán es crítica. Los insurgentes cada vez están mejor organizados, son más agresivos, sofisticados y disponen de una red e infraestructura más amplias. Es un reto al Estado, estamos al borde de una guerra civil”, expuso una fuente de inteligencia occidental.

El ejército paquistaní se halla enfrascado en operaciones contra la insurgencia talibán en el norteño valle de Swat y asegura que es “inminente” una ofensiva en la región tribal de Waziristán del Sur, principal feudo del TTP, en la frontera con Afganistán.

Por el momento, en las zonas tribales se registran ataques aéreos selectivos regulares tanto del ejército paquistaní como de aviones no tripulados de EE.UU., como el que esta madrugada causó cinco muertos en Waziristán del Norte.

Aliado estratégico

Pakistán, un país que posee el arma nuclear, fronterizo de Afganistán y aliado clave en la guerra de EE.UU. contra el terrorismo, se ha visto minado por ataques reivindicados o atribuidos a los talibanes en los cuales han muerto más de 160 personas desde el 5 de octubre.

El Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP) reivindicó la mayor parte de los atentados que desde julio de 2007 dejaron más de 2.250 muertos en Pakistán.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se dispone a firmar una ley que otorga 7.500 millones de dólares para construir escuelas, rutas e instituciones democráticas en Pakistán, como parte de una estrategia para desacreditar a los extremistas en Pakistán y Afganistán.

/// LA CLAVE


Italia demandará a The Times por decir que pagaba a talibanes

El gobierno italiano ha precisado hoy que “no ha autorizado jamás ni consentido ninguna forma de pago” a los jefes talibanes en Afganistán y que demandará al diario británico The Times, que ha asegurado que hubo sobornos a los jefes de los insurgentes para evitar ataques contra las fuerzas de su país.

El diario The Times ha informado en su edición de hoy que los servicios secretos italianos sobornaron con decenas de miles de dólares a los talibanes en Afganistán para evitar ataques contra las fuerzas de su país, pero ocultaron estos pagos a los franceses que sustituyeron a estas tropas en 2008.

La afirmación del cotidiano británico, que cita fuentes militares occidentales, ha generado gran inquietud en Italia, donde inmediatamente el Palacio Chigi, sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, ha emitido un comunicado en el que ha calificado de “totalmente infundadas” las acusaciones del Times.

En respuesta al diario, el gobierno de Berlusconi ha subrayado que “no ha autorizado jamás ni consentido ninguna forma de pago de sumas de dinero a favor de miembros de la insurgencia de la matriz talibán en Afganistán, ni tiene conocimiento de iniciativas similares en el gobierno precedente”.

El periódico The Times recuerda que las fuerzas italianas estaban en el área de Sarobi, al este de Kabul, y el año pasado fueron reemplazadas por militares de Francia, que al mes de llegar fueron víctimas de una emboscada de insurgentes en la que diez soldados franceses perdieron la vida, porque no sabían de estos sobornos y no evaluaron bien la situación de inseguridad de la zona.

De acuerdo con The Times, los servicios secretos de EE.UU. quedaron muy sorprendidos cuando descubrieron a través de conversaciones telefónicas intervenidas que los italianos estaban sobornando a talibanes, especialmente en la provincia de Herat, al oeste del país.

A ello el Palacio Chigi ha respondido: “Acusaciones infundadas” y “como prueba de ello es suficiente recordar que sólo en la primera mitad del año 2008 el contingente italiano destacado en Afganistán ha sufrido numerosos ataques y, específicamente en el área del distrito de Surobi, el 13 de febrero de 2008; en el curso de uno de éstos murió el subteniente Francesco Pezzulo”.

Y ha subrayado que la labor del contingente italiano, en particular el del distrito de Surobi, fue reconocida por parte del general estadounidense de la Otan David Mckierman, entonces comandante en jefe de las fuerzas de la Otan en Afganistán.