Con la música a otra parte
Le robaron el estéreo y los parlantes del auto
En menos de 48 horas, el mismo auto fue blanco de dos hechos delictivos en pleno centro. Lo despojaron del sistema de audio.
De la Redacción de El Litoral
Un estudiante universitario que vive en el centro de la ciudad fue víctima de dos hechos delictivos en menos de 48 horas. La madrugada del jueves pasado le robaron el estéreo de su auto, que estaba estacionado en la vereda. Durante la tarde-noche del viernes los delincuentes le barretearon la puerta del acompañante y se llevaron los parlantes.
El Fiat Vivace blanco de Joaquín B., un estudiante de Ciencias Económicas de San Justo, había quedado estacionado en 9 de Julio al 2900, a metros de la parada de colectivos de la esquina con calle Gobernador Crespo. A pesar de ser una zona muy transitada durante el día, por la noche el tráfico mengua y se transforma en un ámbito propicio para los merodeadores.
Así fue como en la mañana del jueves 8, cuando el dueño del auto salió a la vereda se encontró con que la puerta estaba forzada y le faltaba el estéreo. Para peor, debajo del asiento había dejado el frente desmontable del equipo de audio, que los delincuentes no tuvieron problemas en encontrar.
En esa ocasión el damnificado resolvió no hacer la denuncia, dado que ni siquiera podía precisar el horario en el que había ocurrido todo.
Al día siguiente
Sin embargo, al día siguiente, mientras estaba con un grupo de amigos tomando una gaseosa en el bar de la esquina de calle Gdor. Crespo y 25 de Mayo -a tres cuadras de su casa-, uno de los del grupo vio pasar a dos muchachos en moto que escapaban a gran velocidad en dirección oeste.
Lo que más le llamó la atención a su amigo fue que el acompañante llevaba una luneta con parlantes sobre sus rodillas. Quizás sugestionado por lo sucedido el día anterior, o tal vez porque alguien le avisó, Joaquín salió a la vereda a revisar su auto, que estaba estacionado por Crespo al 2400, donde había un cuidacoches que a cambio de un par de monedas le soltó la frase “te lo cuido”.
En eso se dio cuenta que otra vez el Vivace había sido blanco fácil de los vándalos, que circulan a toda hora y por cualquier parte de la ciudad. Eran las 20.30 del viernes y hacía apenas media hora que lo había dejado.
En la segunda oportunidad le barretearon la puerta del acompañante, provocando un daño importante en la carrocería. Y como el estéreo ya no estaba le arrancaron la luneta trasera con los dos parlantes, destrozando el cableado interno.
La denuncia quedó radicada en la seccional 1a., donde el joven se subió a una patrulla para recorrer algunos barrios periféricos de la ciudad y ver si encontraban a los ladrones, que de seguro ya estaban lejos y resguardados. Esa misma noche el muchacho armó el bolso y regresó a su ciudad donde decidió dejar el auto hasta que despeje.




