Yoga
El camino de la no-violencia
La profesora de Yoga, Shuchitá Mahayoguini, advierte que “no estamos obligados a consumir lo peor” al tiempo que invita a reflexionar sobre las propias actitudes que generan violencia y señala que es posible llevar una vida en paz.
Laura Osti
Shuchitá Mahayoguini, profesora de Yoga, se refirió al tema de la violencia, que hoy en día parece ser protagonista absoluto en la comunidad. Sin embargo, subrayó que prefiere hacerlo desde la perspectiva de la no-violencia. “La sociedad somos todos, cuando nos quejamos de la sociedad, nos quejamos de nosotros. El ser humano muchas veces se considera que está afuera y observa a la sociedad como algo externo y en realidad “eso soy yo’ -dijo-. Todos constituimos la sociedad. Nos quejamos que está todo mal, que hay mucha agresión, pero debemos analizar hasta qué punto no estamos generando nosotros mismos violencia”.
Shuchitá llamó la atención especialmente sobre la actitud que muchas veces tienen las personas que se consideran a sí mismas como “las buenas” y al respecto, señaló como un hecho bastante habitual la “falta de consideración para con los demás”. También alertó sobre el vocabulario. “Es terrible -expresó-, existe la costumbre de insultar hasta a las personas supuestamente queridas, los amigos, los padres. Pero también hasta la misma madre insulta a sus hijos y no se da cuenta de que se insulta a sí misma con esa actitud y después se queja de que los hijos no la respetan. Hay una falta de control”.
Advirtió además que “todos creen que le pueden decir cualquier cosa a cualquiera y no tenemos derecho a decirle cualquier cosa a cualquiera, todos creen tener derechos que no les corresponden. No tenemos derecho a insultar a otros, no tenemos derecho a mandar todas esas vibraciones negativas a las otras personas. Hay violencia hasta en la mirada”.
Elegir lo mejor
Con respecto al uso de la violencia como espectáculo, especialmente por los medios de comunicación y la industria cinematográfica, Shuchitá explicó que “no estamos obligados a consumir todo lo que se nos da, podemos elegir -y esto es lo importante- lo mejor para nosotros. Si uno no quiere vivir angustiado, deprimido, con ira, si quiere estar en un estado de paz, tiene que pasarse a la no-violencia. Esto implica no-violencia en el pensamiento, en la palabra y en los actos, y no consumir violencia, no relacionarse con la violencia tanto como uno pueda, evitarla. Al elegir lo peor, se está fomentando todos los vicios, las cualidades negativas, que lo único que le van a causar es sufrimiento. Cuando hablamos del desarrollo de las virtudes es para estar feliz. A veces algunos temen que si son buenos, la gente va a abusar de ellos y no es así. Una persona que practica la no-violencia, donde va, si hay violencia, ésta se calma, las personas violentas se calman con la presencia del que está establecido en la no-violencia. Para discutir hacen falta dos, a veces nos provocan porque saben que reaccionamos, pero si uno tiene control sobre sí mismo, uno no reacciona, se mantiene calmo, equilibrado y silencioso, los demás no van a volver a intentar provocarlo”, aseguró.
Al respecto, destacó que “Yoga es una ciencia que enseña el autocontrol, Yoga es ecuanimidad, controlar los sentidos, la mente, destruir el ego. El no pensar en el otro es ser egoísta”.
“En Yoga se enseña cuáles son todas las debilidades del ser humano, cómo se manifiestan y cómo controlarlas, y cómo desarrollar a su vez simultáneamente todas las virtudes, porque nuestra meta en Yoga es experimentar la conciencia de Dios, y una de las virtudes es la no-violencia”, concluyó.