Alarma y herramientas de manejo

Hay que ocuparse del suelo

En el predio de AFA Humboldt, una masiva presencia de productores coronó el éxito de una jornada demostrativa sin precedentes en la zona. Alerta por la pérdida de nutrientes y concientización para encontrar soluciones.

 

Hay que ocuparse del suelo
 

Federico Aguer

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Fueron cinco tópicos impostergables para el campo. En todos ellos, los especialistas más destacados de nuestro medio disertaron ante un público ávido de conocimiento. En todas las estaciones, los presentes pudieron compartir experiencias y proyectos comunes.

El Ing. Sebastián Gambaudo fue el encargado de “romper el hielo”. En la primer parada del circuito, disertó sobre fertilización en alfalfa y los efluentes del tambo como un fertilizante compuesto.

“Mostramos tecnologías y los problemas de fertilidad de suelos con la alfalfa y la fertilización balanceada, porque no estábamos devolviendo al suelo todo lo que le sacamos”, comenzó. En estos 130 años se han aumentado los requerimientos y los rendimientos, con material genético animal y vegetal, pero con una pérdida de nutrientes del suelo. “Tenemos que hacer un balance, como en la vida. Es conveniente hacer análisis de suelo por regiones”, aconsejó. Para ello, habían preparado parcelones donde corrigieron 4 nutrientes, que dan en promedio una mejora de 1.400 kg. de materia seca. “Eso es plata, y la alfalfa lo agradece”, dijo. También se realizaron aplicaciones foliares (por las hojas), en menos cantidades, pero igualmente efectivas. “Hemos devuelto 4 a 6 de los 13 nutrientes que sacamos cada año del suelo”, continuó el especialista. Para Gambaudo, el indicador que los productores se están dando cuenta de esta realidad, se cuantifica cuando vemos la cantidad de fertilizantes que se venden. “Si se vende es porque se aplica, y eso demuestra que los suelos están perdiendo fertilidad pero que los productores tomaron conciencia de ello”, finalizó. Con respecto a los efluentes del tambo, remarcó que hay residuos que van a la fosa y que generalmente causan un problema|. “Vimos que ése es un fertilizante rico en azufre, fósforo y potasio, y conviene reciclarlo para usarlo y distribuirlo todos los días. Un tambo de 100 vacas genera 6.000 litros de efluente por día. Si se aplica gradualmente, no tendremos problemas de salinidad, porque la lluvia hace las correcciones necesarias”, agregó.

Sanidad vegetal

En la segunda estación nos esperaba la fitopatóloga Margarita Sillón. Allí se exhibían las enfermedades en trigo y cebada, en 14 cultivares con estudio de sanidad que se replica en Las Rosas y María Juana. Eso permite elaborar un perfil y reconocer las principales enfermedades que se registran. “Vimos 4 enfermedades foliares: mancha amarilla, septoria, roya y mancha borrosa (en pequeña severidad)”, advirtió Sillón. Para la especialista, el manejo a aplicar implica no permitir que la roya llegue a la hoja superior, ni bandera ni bandera menos 1. “Acá se aplicó fungicida hace 20 días, con la primer pústula de la roya en la hoja bandera menos 3, cuando se cruzaron todos los cultivares con un fungicida y en el caso de la cebada no conviene esperar la hoja bandera, las aplicaciones son previas. Tenemos ensayos de manejo con estudios de fusarium y con fungicidas de distinto principio activo y momentos de aplicación”, agregó. Según Margarita, el productor cuando llueve está más contento. “Nosotros seguimos apostando a no a tirar la semilla en el campo, sino a sembrarla, usar curasemillas, y a que siga el ánimo más arriba”, finalizó.

Está saliendo caro

Después de tomar un poco de agua, llegamos a la estación de Hugo Fontanetto. “Vemos en los montecitos valores de materia orgánica de 5,5 % (que es como se mide), y en el lote en producción se ve 2,5 a 3 %”, advirtió. “Nosotros con la colonización le bajamos casi 3 puntos a la materia orgánica de nuestros suelos. Si la analizamos y lo transformamos en nutrientes, nos da que por cada punto de MO que descendió, sólo en nitrógeno, fósforo y azufre, el suelo perdió U$S 1.400 dólares por hectárea por cada punto, es decir U$S 4.200 dólares de valor, y si a esto le agregamos los otros nutrientes (calcio magnesio, potasio, etc.) con la porosidad la infiltración y la cosecha de agua perdida me da de 10 a U$S 11.000 dólares en total. Esa es la plata que nos hemos comido por hectárea desde que comenzó la colonización. El suelo es cada vez más pobre”, dijo. Según datos del año 1988 vs. el año 2008, los valores de fósforo están a la mitad, en tan sólo 20 años, con la intensificación agrícola. Para Fontanetto se incrementó la producción, la extracción de nutrientes, y los valores que ya venían bajando, muestran una caída en picada. Seguimos promediando una reposición del 25 % de lo que nos llevamos, es una cuarta parte, un fenómeno que no logra revetirse. El unico que aumentó es el azufre (granulado o líquido) de un 15 a un 30 %. “La caja de ahorro que es el suelo está al rojo vivo. Debemos usar la tecnología y aplicar el conocimiento. Aquellos que creen que eso es caro, siguen pensando con la ignorancia”, remató.

Datos objetivos

Leandro Tomatis es edafólogo. Gracias al estudio realizado en distintos campos, pudo medir el nivel de agua útil en los lotes en los meses de la siembra de trigo. En una calicata instalada en la quinta estación, describió la necesidad de analizar el suelo. “Tuvimos una sequía prolongada, y gracias a un equipo hidráulico muy moderno, llegamos hasta los 2 metros de profundidad para informarle al productor cuántos milímetros de agua tenían acumulado en su perfil”, le dijo a Campolitoral. Para Tomatis, se registraron muy bajos perfiles de humedad, muy poca agua acumulada, con horizontes húmedos en los primeros 50 cm., luego de los cuales teníamos serios problemas para implantar. “Al hacerlo hasta los 2 metros tenemos datos objetivos para tomar la decisión correcta”, se explayó. El método es de muy bajo costo, se calcula $ 100 por lote, AFA asumió el costo de las calicatas y lo puso al servicio de los productores.

Un sentimiento

Edith Weder se “laburó” todo. En un alto de la jornada, compartió su entusiasmo con Campolitoral. “Anualmente hacemos una jornada a campo para los socios de la cooperativa, y este año tuvimos el placer de recibirlos en casa, esta es la primera vez que abrimos las puertas, ya que siempre lo hacíamos en un campo alquilado”, destacó. Para Weder, es un placer, un día soñado acompañando. “Y como no quisimos olvidarnos de nuestras raíces, quisimos presentar las herramientas con las que trabajaban nuestros abuelos, como para no olvidarnos de dónde venimos y quiénes somos. Para nosotros, la confianza es el vínculo que nos une a los productores y recibirlos en su casa es fundamental”, agregó.

Apoyo

Jorge Yennerich, gerente de la Cooperativa, agregó que vienen trabajando codo a codo con los asociados. “Esta vez el departamento técnico trabajó esforzadamente para poner el predio de la mejor manera, nosotros hicimos nuestro aporte de la parte administrativa”, dijo. El titular de AFA Humboldt destacó que el acopio de cereales, el acondicionamiento, la defensa del producto con el mejor precio y las visitas a campo del departamento técnico son algunos de los servicios más importantes que brindan, “además de un galpón de insumos y productos que el productor necesita. Además tenemos un supermercado y una ferretería para la gente del pueblo, junto con el expendio de combustible”, remarcó. Para Yennerich, los ánimos están totalmente recuperados, y si el clima sigue acompañando, “podemos decir que la sequía es historia. Estamos acompañando para seguir produciendo”, dijo. “Si analizamos la intención de siembra, podemos arriesgar un 20 a 25 % más de soja que en las campañas anteriores”.


Seguimos promediando una reposición del 25 % de lo que nos llevamos, es una cuarta parte, un fenómeno que no logra revetirse.

Ricardo Melchiori, del INTA Paraná, remarcó que la agricultura de precisión es la aplicación de todas las nuevas tecnologías de información, GPS, sistemas de información geográfica, instrumental electrónico en la maquinaria y agrocomponentes precisos aplicados al conocimiento de la variabilidad de los suelos, con la finalidad de mejorar la productividad y la eficiencia de uso de los insumos que ponemos en juego en la producción. “Trajimos una pulverizadora configurada para aplicar fertilizantes sólidos de manera variable, equipada con un sistema de asesoramiento remoto, que permite caracterizar el vigor de las plantas mediante el índice de verdor de las plantas. El verdor es proporcional al estado nutricional, y esta característica la miden estos sensores que con dispositivos en la computadora de la máquina generan recomendaciones de aplicación, y la máquina transita el lote variando la aplicación de acuerdo a estos datos”. Para Melchiori, es difícil medir la adopción de estas prácticas, “pero vemos la venta de máquinas equipadas con monitores de rendimiento o de dosis variable, con tasas de crecimiento mayores al 200 %, con más de 4.000 máquinas equipadas, con posibilidad de monitorear el 30 % del área sembrada a nivel nacional. Eso no es poco, en manos de un 15 % de empresas o contratistas. De proyectarse esta evolución, va a alcanzar a un gran número de productores en el corto plazo”, anticipó.

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Calicata. El edafólogo Leandro Tomatis aconsejó analizar el suelo hasta los dos metros para no errarle con la siembra.

/// en relación

Agricultura de precisión

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“los ánimos están totalmente recuperados, y si el clima sigue acompañando, podemos decir que la sequía es historia. ”

jorge yennerich

Gerente AFA Humboldt

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Estaciones. En cada parada, los asistentes pudieron disfrutar de las parcelas cuidadosamente preparadas. Una demostración a campo que permitió exhibir la necesidad de devolverle nutrietnes al suelo.

fotos: federico aguer