“Boogie, el aceitoso”

Un duro de historieta copa los cines

Rosa Gronda

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“Boogie, el aceitoso” es un producto argentino, hijo del costado más escéptico del humanista Fontanarrosa, que apareció por primera vez en 1972, en la mítica revista Hortensia, que recopilaba todo el humor de la época. Inversamente a lo que pasó con otros personajes más ingenuos, las historias de este asesino a sueldo, racista, sádico y machista no han perdido vigencia, algo que él mismo se encarga de aclarar en su autopresentación: “Puedes cambiar de paisaje o de jungla, siempre habrá alguien a quien darle duro”.

Formado en la escuela de las malditas guerras que desangran a los países subdesarrollados, este mercenario lleva al extremo los lugares comunes de un bastardo: sólo confía en sí mismo, la única verdad en que cree es la de su pistola Magnum y el dinero es su solitario objetivo, ya que afirma pertenecer “al grupo racista más numeroso del mundo: el que odia a los pobres”.

Con una estética afín a la comedia negra y referencias al cine de gangsters, bélico, policial, e incluso al western, el argumento de la película que lo tiene como protagonista está hecho a su medida. Un jefe mafioso depende, para no ir a la cárcel, de que el único testigo no se presente a declarar en su contra. Como Boogie exige por la tarea de aplastar al testigo una suma considerada excesiva por los asistentes de “il cappo”, contratan a otro criminal más joven y con tácticas novedosas. Cuando el viejo matón se entera de que lo han reemplazado, inicia una serie encadenada de sucesos para demostrar que sigue siendo el mejor y el más fuerte.

Sin compasión

La voz del personaje central está a cargo del galán Pablo Echarri, lo que le agrega una pizca de seducción como para hacer menos horrendo a este psicópata que sólo contadísimas veces experimenta algo parecido a un sentimiento. En ese caso, siempre razona: “Me estoy volviendo un maldito sentimental”. Esto ocurre sobre todo con su amante y amiga constante Marcia (a quien presta su voz Nanci Dupláa). La ironía más amarga de esta permanente exhibición de los mecanismos con que funciona la maldad en el mundo es que Boogie no es el peor de todos. El jefe de los mafiosos, un enano mentiroso, violento pero sumamente poderoso, está aún por debajo del subsuelo ético elemental, al igual que el antagonista Black Burn, contratado para reemplazarlo. Este último, que salta como los espadachines de “El tigre y el dragón”, amenazando con prótesis mortales de cuchillas-guadañas incorporadas, ya no tiene ningún rasgo humano.

“Boogie, el aceitoso” no innova demasiado en la tradición, estando más próxima a una animación tradicional 2D sobre fondos tridimensionales con algunos efectos que parecen atravesar la pantalla, pero, aunque no refleja los profundos cambios de los últimos años en las tecnologías de exhibición, posee un entramado rico en detalles, en hallazgos visuales y en un respeto por la estética artesanal del cómic original de Fontanarrosa. En general, la película funciona con adecuados efectos de sonido y un diseño de arte seductor.

Plagada de persecuciones, balaceras y sangre literalmente a chorros, las andanzas de este antihéroe desalmado resultan en varios pasajes entretenidas, lográndose un producto recomendable para quienes disfrutan con este tipo de humor, rotundamente duro.

Un duro de historieta copa los cines

Fuego contra fuego. Boogie y su nuevo antagonista, el deshumanizado Black Burn. El salto al cine del duro más duro de la historieta argentina ha sido sorteado con habilidad, a juzgar por el reciente Festival de Animación en Francia, donde fue seleccionada entre las 10 mejores películas del mundo en su tipo.

Foto: Télam

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BUENA

“Boogie, el aceitoso”

Origen: Argentina/2009. Dirección: Gustavo Cova. Con las voces de Pablo Echarri, Nancy Dupláa, Nicolás Frías y Rufino Gallo. Guión: Marcelo Paez Cubells, basado en el cómic de Roberto Fontanarrosa. Música: Diego Monk. Edición: Andrés Fernández. Dirección de arte: Iván Olszevicki. Sonido: Jorge Stavropulos. Duración: 85 minutos. Apta para mayores de 13 años. Se exhibe en Cinemark.