El candidato del Partido Colorado ya anunció su apoyo al Partido Blanco para el ballottage
El Frente Amplio ganó con claridad pero
igual habrá segunda vuelta en Uruguay
Mujica y Lacalle definirán quién será presidente del país en una nueva elección el próximo 29 de noviembre.

Todos contentos. José Mujica y Danilo Astori, del Frente Amplio, celebraron el amplio dominio de su partido en el comicio. En tanto, Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga, del Partido Nacional, también festejaron haber llegado a la segunda vuelta.
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La gobernante coalición de izquierda Frente Amplio ganó el domingo con amplitud las elecciones generales y parlamentarias celebradas en Uruguay, pero el triunfo tuvo sabor a poco porque deberá dirimir la presidencia en una segunda vuelta y se mantienen las dudas de si podrá retener la mayoría legislativa.
De acuerdo con los datos oficiales -sin contar los votos observados-, Mujica, postulante de la coalición oficialista de izquierda Frente Amplio, obtuvo 47,49% de los sufragios, mientras que el ex presidente Lacalle (1990-1995), del opositor Partido Nacional (centroderecha), cosechó 28,53% de los votos.
La fórmula presidencial del FA que encabeza José “Pepe” Mujica con Danilo Astori como segundo no logró superar el 50% de los votos, como exige la legislación para ganar la presidencia en la primera vuelta.
Ése es el primer traspié en relación con las elecciones de 2004, cuando el actual presidente, el socialista Tabaré Vázquez, ganó con el 50,5% de los votos en primera vuelta y se convirtió en el primer presidente de izquierda en la historia de Uruguay.
Vázquez, que tiene niveles de aprobación cercanos al 60%, está impedido por ley de presentarse a la reelección.
Mujica deberá definir la presidencia de Uruguay el 29 de noviembre, en la segunda vuelta, en un mano a mano con Luis Alberto Lacalle, el candidato del Partido Nacional o “Blanco” que ya fue presidente entre 1990 y 1995.
La coalición de izquierda sufrió otro golpe en las urnas debido a que parece muy difícil y recién se definirá cuando se terminen de escrutar todos los votos, que logre retener la mayoría absoluta en el Parlamento para lo que necesita superar el 48%.
El Partido Nacional, aunque celebró acceder a la segunda vuelta, también sufrió un revés en comparación con las elecciones de 2004, cuando llegó al 34% de los votos y ahora perdió cerca de cuatro puntos porcentuales.
El Partido Colorado, pese a quedar tercero en la clasificación general con el 16,66% de los votos, fue el que salió mejor parado de las elecciones porque su votación superó en varios puntos la que le otorgaban todas las encuestas antes de las elecciones y ganará protagonismo en el futuro Parlamento, sea quien sea el ganador en segunda vuelta.
El candidato colorado a la presidencia, Pedro Bordaberry, el más joven de los aspirantes y que impulsó una renovación del partido, ya anunció que votará a Lacalle en la segunda vuelta “porque es la opción que nos da más seguridades”, dijo.
La Corte Electoral comenzará recién mañana a contabilizar los votos observados, que alcanzaron 1,39% del total, lo que puede modificar y aumentar levemente los porcentajes. Los resultados oficiales finales recién estarán el sábado.
Ambos satisfechos
Paradójicamente, los resultados fueron leídos como satisfactorios por las dos fuerzas principales, en el caso del FA porque la diferencia hasta la mayoría absoluta es muy pequeña, y en el caso del Partido Nacional porque la meta primera era alcanzar el ballottage.
En una conferencia de prensa en el hotel NH Columbia, donde funcionó el comando oficialista, Mujica y su compañero de fórmula, el ex ministro Danilo Astori, se declararon “contentísimos” con los números, y optimistas de cara a la nueva compulsa de noviembre. “Estamos en un punto de partida muy optimista para ganar la segunda. Desde mañana decidiremos la estrategia con toda la dirigencia, pero no estoy para nada decepcionado, porque soy un hombre de lucha”, aseguró Mujica.
Sobre si buscará atrapar los votos que fueron al Partido Colorado, el veterano senador subrayó que “ahora la cosa es fórmula contra fórmula, y esto está por arriba de los partidos, porque lo que está en juego es el rumbo de la nación”, por lo que el FA le hablará “a toda la sociedad sin distinguir entre los partidos”.
En el búnker del Partido Nacional, en tanto, la primera alegría la dio, a la distancia y por TV, el colorado Bordaberry, que al hablar ante sus simpatizantes, anticipó que dejaría a sus seguidores votar a voluntad en la segunda vuelta, pero él ya tenía decidido respaldar a Lacalle. En el campamento “blanco” hubo ovación.
Para entonces, la multitud que había celebrado el triunfo del Frente Amplio ya se había desconcentrado en orden, pero con bastante ruido, luego de escuchar la arenga de Mujica y Astori para redoblar esfuerzos para ganar el 29 de noviembre.






