En el Congreso
Cambios de bando y de mayorías
En medio de una inestable relación de fuerzas, la próxima batalla del kirchnerismo y la oposición será por el control de las cámaras y las comisiones parlamentarias.
De la redacción de El Litoral
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En un año y medio, 42 diputados cambiaron de bloque. Tras la elección legislativa de 2007, que logró otorgar a Cristina Kirchner quórum propio en ambas Cámaras -una ventaja que Néstor Kirchner no tuvo y que ella no logró mantener, más que con el apoyo de aliados-, los pases de un sector a otro o las escisiones para conformar bancadas nuevas modificaron la distribución en la Cámara Baja, que hoy, antes del recambio de diciembre, computa 46 espacios diferentes.
Con el conflicto agropecuario como principal detonante y punto de inflexión, y al compás de la pérdida de imagen presidencial que fue corroborada en las elecciones de junio pasado, el kirchnerismo debió restar 22 escaños. A la ruptura encabezada por Felipe Solá a partir de noviembre del año pasado se fueron sumando las deserciones, las dos últimas de las cuales se consumaron la semana pasada, con dos diputados chubutenses. En este contexto, también debe leerse la separación del cobismo.
Sin embargo, según el detalle que publica el diario Clarín, no fue solamente el oficialismo quien sufrió cambios de alineamiento o arrestos de autonomía. La Coalición Cívica de Elisa Carrió vio cómo varios integrantes de sus listas no demoraron mucho en sentir que no se hallaban contenidos por esa fuerza, y se lanzaron a otras expresiones, como el ahora llamado espacio SI.
Alteración de fuerzas
En este contexto, donde el kirchnerismo registra una marcada mengua en sus fuerzas (ver cuadro adjunto) se dará la disputa por los espacios de poder en el Congreso. Esto es, no solamente la presidencia de la Cámara de Diputados -que el justicialismo disidente pretende arrebatar al Frente para la Victoria- sino también en la composición y titularidad de las comisiones.
En lo que respecta al Senado, a partir del 10 de diciembre, por efecto de los resultados electorales y de las deserciones registradas, el oficialismo conservará un bloque de 32 miembros, menos de la mitad de los 72 que componen la Cámara Alta. Algunos menos que los 38 que aún permanecen en la órbita kirchnerista y, sobre todo, que los 44 que reivindicaban esa condición tras el arrollador triunfo de Cristina Fernández en las elecciones de 2007. Una cómoda mayoría que, entre otras cosas, le permitió tener entre 8 y 9 representantes de los 15 que componen cada comisión.
Este escenario es de por sí preocupante para el oficialismo, que quedará con cinco legisladores por debajo de los 37 senadores necesarios para reunir el quórum y para aprobar, sin inconvenientes, cualquier tipo de iniciativa parlamentaria. Pero también para conseguir los dictámenes necesarios para llegar sin inconveniente con los proyectos al recinto, circunstancia que, ya con el actual panorama, obligó a recurrir al subterfugio de las firmas “en disidencia” -Roxana Latorre en facultades delegadas, Guillermo Jenefes en Medios- para poder completar el mínimo requerido.
La lucha que viene
En este contexto, el titular del bloque Frente para la Victoria de Diputados, Agustín Rossi, confirmó que el oficialismo buscará retener el control en la Cámara Baja, tanto en la presidencia y vice del cuerpo, como en la conducción de las comisiones de las que “depende la gobernabilidad”.
Rossi también confirmó que el ex presidente Néstor Kirchner no tendrá ningún cargo ni será autoridad en la Cámara, como así tampoco en la bancada del oficialismo nacional.
“El oficialismo va a tener un bloque que va a ser primera minoría y va a tener el 40 y pico por ciento del total de Diputados”, afirmó Rossi, en declaraciones radiales. Y no dudó en manifestar que “vamos a ser la primera minoría”.
La líder de la Coalición Cívica y diputada electa, Elisa Carrió, salió hoy al cruce de esa lectura y advirtió que el gobierno “no puede tener la mayoría en las comisiones” de la Cámara de Diputados “si no tiene la mayoría” en ese cuerpo.
Por otra parte, Carrió confió en que la diputada electa Margarita Stolbizer, aunque se haya alejado del espacio que ella lidera, votará en sintonía con la Coalición en muchos casos, así como cree que lo harán el radicalismo y el socialismo.
Rossi, no obstante, desconfió de la versión de una posible división “en tercios” de la Cámara después del 10 de diciembre, con el ingreso de los diputados que asumirán tras la derrota del oficialismo en la provincia de Buenos Aires y otros distritos clave.
Según el presidente del bloque Frente para la Victoria, tras el 10 de diciembre, la bancada kirchnerista contará con “arriba de 90 diputados”, a los que sumarían cerca de “25 aliados”, sobre un total de 257 bancas.
“El problema no es a cuánto estás, sino qué capacidad hay para construir la mayorías”, aclaró Rossi. Una función que, aunque sin cargo de autoridad, sería asumida por el diputado Kirchner.




