Jubilada indignada
Blanca R. Morel
DNI. 2.893.315, Cayastá.
Señores directores: Vivo a 80 km de la ciudad de Santa Fe, en Cayastá. Contraté un seguro de vida cuando estaba en actividad como docente (maestra) en esta localidad, hace ya varios años. Al jubilarme, notifiqué y he recibido todos los años el sobre con la póliza de renovación correspondiente y las boletas para abonar. En el año 2008, no recibí nada. por lo que me acerqué directamente a la sucursal en Santa Fe y aboné allí con un recibo provisorio que se me extendiera. A principios de 2009, recibo una nota diciendo que había perdido el seguro por haberme atrasado en el pago de los dos meses anteriores y no hubo posibilidad de seguir abonando. Me quitaron el seguro que había triplicado en tantos años. Ahora leo en avisos que ofrecen distintos seguros. No sean incautos como yo; docentes y no docentes, yo creía que ésa era una empresa seria; pero no me devuelven lo que aporté durante 20 años.
¡Qué lamentable!
Atilio Félix Giordano
DNI. 3.170.184.
Señores directores: ¡Qué lamentable es sentirse minoría en un país de falsas mayorías! ¡Qué lamentable es ver cómo un gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero! ¡Qué lamentable es ver a estudiantes universitarios argentinos con sus carteles apoyando a los ruralistas en huelga!, es como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano. ¡Qué lamentable es ver a doña Juana, la del rostro reseco, expulsada de sus tierras! ¡Qué lamentable es ver cómo se engaña al pequeño productor! (gobierno en complicidad con ruralistas oligopólicos, a quienes sólo les interesan sus bolsillos). ¡Qué lamentable saber que no sólo de soja se puede vivir! ¡Qué lamentable es ver cómo se está desforestando nuestro territorio!, con sus consecuencias, que implican estos procederes de absoluta irresponsabilidad de nuestros gobernantes, cuyas ambiciones desmedidas les han hecho perder el sentido humanitario. ¡Qué lamentable saber que el glifosato y la soja no reemplazaran a los algarrobos ni a los quebrachos! ¡Qué lamentable es saber que están contaminando las cuencas acuíferas!, por ejemplo: La Alumbrera en Catamarca u otras minas de San Juan. ¡Qué lamentable es saber que sin oro se puede vivir, sin agua se acabará la vida, con soja se puede vivir, sin ella también!
Argentinos todos, pensemos menos con el bolsillo, y un poco más con el corazón.




