Henit endit ing eu faci tisci blam, volenissisi

Ser vulnerable Clary Miroznik German

Miremos la naturaleza, es un espectáculo de bondad eterno; sin embargo nosotros vivimos dando tumbos en nuestro propio desorden. La reflexión ahorra tiempo y ahorra dolor. Thales de Mileto, considerado uno de los 7 sabios de la Antigua Grecia, decía que la filosofía tiene cabida y utilidad práctica en nuestras preocupaciones diarias.

¿Acaso viven felices los locos, los maestros maltratados financieramente, las madres postergadas, los niños pobres a los que se les está robando el futuro y no se recuperarán de las heridas del alma?, sobre todo hoy en que la ruptura del núcleo familiar ya es un deporte, y hay ausencia de corazón en el “envase humano”. ¿Es la economía una bella durmiente?... Una misma ley para el león y para el buey se llama opresión. Hoy se es ciego de la mente debido a la caída del ánimo, de la confianza, de la propia autoestima. ¿Somos vulnerables o no?

En la época violenta de Franco, éste le cargó a la República el costo de un millón de muertos en la Guerra Civil, que desangró a la Madre Patria, con el jingle siniestro de ¡viva la muerte!

Hoy hay seres que viven de duda en duda, de miedo en miedo, esforzándose, planificando bien o mal, asumiendo riesgos hartos de tanta entrega y de no mostrar nunca el cansancio, hastiados como Garrik de no demostrar nunca su tristeza, viviendo en el pantano de la confusión y hoy la vida se ha vuelto una farsa.

¿Por qué hay tanto lugar para el atropello, por qué permitimos esta actitud, por qué silenciar la libertad de expresión? ¿Cómo podrá progresar un país tan desorganizado, pero grande, moderno, próspero, país en el que el argentino vive enumerándole sus defectos diciendo que el Poder Ejecutivo no tiene frenos y el Judicial no tiene independencia y la política está desgastada y cuestionada? La justicia social no es el igualitarismo, es la igualdad de derechos y oportunidades. Algunos siguen subidos al viejo caballo de la omnipotencia, otros tienen actitudes que son toda una moraleja.

Todo trabajo es vacío cuando no hay amor y si cantamos como los ángeles, pero no amamos el cantar todo es impuesto cuando no está la esperanza en el corazón. Si somos libres, la vida está llena de momentos para compartir y así lo debemos sentir. Si usted lo desea puede darse el gusto de ser optimista y recordar lo que dijo el poeta en el Martín Fierro: “Si la vergüenza se pierde, jamás se vuelve a encontrar”.