A propósito de la significativa evocación
Moisés Ville, 120 años forjados
con una identidad integradora
La emotiva jornada fue un tributo a aquellos que, con sueños y esperanza, en medio de la mayor adversidad, dieron origen al asentamiento, y en particular al espíritu de integración y respeto, por la diversidad que impregnó su historia.
Emotiva fue la convocatoria en Moisés Ville que tiene una población aproximada a los 2.500 habitantes y se estima que sólo el 10 % es de origen judío.
Foto: Agencia Rafaela
Agencia Rafaela
En homenaje a la impronta del esfuerzo con que fue constituida aquella primera colonia judía agrícola independiente de la República Argentina, al final del siglo XIX, inalterable hasta los días que corren, la localidad del departamento San Cristóbal celebró un nuevo aniversario rindiendo tributo a sus pioneros.
Atraídos por la política argentina de puertas abiertas a la inmigración, un grupo organizado de inmigrantes judíos, compuesto por 136 familias llegaron al país, escapando de las persecuciones, las matanzas, el antisemitismo de la Rusia zarista.
Moisés Ville era el lugar que el destino les tenía reservado. Aunque, llegados al lugar, las promesas que los habían movilizado hasta allí, fueron olvidadas. Nadie los recibió, nada les dieron y fueron alojados en un galpón durante semanas. La soledad, el abandono, los sufrimientos y la muerte de 60 niños fue su realidad. Así, los colonos empezaron su establecimiento: hambre y sufrimiento sin fin, pero ansiosos, aunque no tenían experiencia de contacto con la tierra, de transformarse en agricultores y en hombres libres.
Con el devenir del tiempo, la fortaleza de aquellos “gauchos judíos” hizo que la zona se convirtiera en una próspera colonia, de gran atractivo para que otras corrientes migratorias buscaran un lugar para vivir y trabajar. Y es aquí donde surge, de manera admirable, la capacidad con que aquella cultura originaria asimiló a los nuevos habitantes.
Símbolo de unidad
La trascendencia de este hecho fue resaltada por el embajador del Estado de Israel en Argentina, Daniel Gazit, quien al dirigirse a los presentes en el acto central por los 120 años de la localidad, señaló que “Moisés Ville se conoce en todo el mundo como un símbolo de tolerancia, de convivencia, de culturas que se mixturan juntas para crear una nueva, pujante, con muchas alegría y con muchos logros”.
Por esto mismo, uno de los momentos más significativos de los festejos fue la implantación del “Arbol de la identidad”, acción que fue llevada a cabo por un vecino de la comunidad judía, uno de la criolla y otro de la italiana, simbolizando el inquebrantable compromiso de la sociedad moisesvillense de seguir marchando juntos hacia el futuro.
El propio presidente comunal, Osvaldo Angeletti acentuó aun más el hecho al subrayar “la voluntad de integración, de acción colectiva de la comunidad toda que conmemora la gesta de aquellos que se asentaron en este terruño y forjaron este pueblo histórico.120 años después, sus descendientes se hacen presentes, para honrarlos y agradecerles todo lo hecho, la herencia recibida, por habernos inculcado su cultura, sus enseñanzas, porque no hay nada más inmortal que la identidad”.
El profundo sentido de esta celebración fue interpretado por una multitud de pueblerinos, ex residentes y amigos llegados desde distintos lugares de la región, el país y el mundo, representantes de las instituciones de la localidad, autoridades locales y provinciales que se congregaron para participar de los festejos.
Luego del tradicional desfile de caballos y carruajes por las calles, seguidos por maquinarias antiguas y modernas, más de 1.200 personas disfrutaron de un encuentro gastronómico, en el que el espíritu de la identidad de integración volvió a manifestarse con la bendición de la comida por oficiantes de la religión judía y la católica y los típicos bailes de Rikudim y danzas folclóricas argentinas.
Una multitud de pueblerinos, ex residentes y amigos llegados desde distintos lugares de la región, el país y el mundo dieron color a la fiesta.
Foto: Agencia Rafaela
Entre recuerdos
“Los encuentros, las emociones, la sensibilidad a flor de piel, los saludos, los recuerdos, las risas, las semillas de girasol compartidas, la música, el baile, la participación generalizada que no solamente se vio reflejada el domingo sino durante toda la semana en Moisés Ville, cubrió con un manto de piedad los errores, los desaciertos, las omisiones cometidas que asumimos con total humildad como lo que fueron: equivocaciones”, fue la síntesis de la celebración hecha por la presidenta de la Comisión de Festejos, María Rosa Udrizar de Mularz, aunque bien puede aplicarse a la historia de esta comunidad.
/// EL DATO
