Una historia italiana

Las vidas privadas

Monica Bellucci y Alessio Boni, en una escena de “Las vidas privadas”.

Foto: Agencia Télam

 

Laura Osti

“Una pareja célebre en la vida, más que en la pantalla, donde habitualmente hacían el papel de malo y de mujer perdida, lo que parecía coincidir con el desprejuicio de sus propias vidas privadas”. Así define a los protagonistas de su película “Sanguepazzo” el director italiano Marco Tullio Giordana.

Giordana rescata una historia real, pero “olvidada”, de la historia de su país, que refiere a la pareja de actores conformada por Osvaldo Valenti (Luca Zingaretti) y la diva Luisa Ferida (Monica Bellucci), en los albores de la industria cinematográfica italiana, allá por mil novecientos cuarenta y tantos, cuando Mussolini crea Cinecittà (para competir con Hollywood) y el fascismo parece representar y encarnar el progreso avasallante e irrefrenable de la mano de la ciencia y de la técnica, entre otras herramientas tendientes a dominar y someter a la no siempre amable naturaleza.

Para narrar esta historia, que se entromete en los oscuros meandros de un régimen en su peor época, la del ocaso, el director apela a un estilo inspirado en la mejor tradición del realismo italiano, comenzando con una secuencia en blanco y negro que da pie a un racconto para contar en tecnicolor todo lo que ocurrió antes y volver a retomar esa misma secuencia y poner el broche final en lo que sería el presente de la narración.

El uso de los colores mientras se desarrolla la anécdota también está cuidadosamente elegido y pensado para provocar efectos expresivos, acompañados por una música seleccionada por Franco Piersanti que pone un tono constante de tragedia y de angustia.

La atmósfera bélica está siempre presente y condiciona la vida de todos los personajes, que se adaptan a las circunstancias según sus creencias y sus posibilidades. Luisa se convierte en una estrella de la mano del director antifascista Golfiero Goffredi (Alessio Boni), pero se vincula sentimentalmente y hasta se casa con Valenti, que ya era un actor consagrado cuando ella recién empezaba.

Juntos se convirtieron en la pareja de actores favorita del régimen, aun cuando el poder no fue siempre amable con ellos. La película de Giordana incluso da a entender que Luisa y Valenti estaban tan aturdidos con su propia fama, sus pasiones y sus vidas desenfrenadas, que fueron presa fácil de un sistema que explotaba las debilidades del ser humano a extremos desgarradores. “Sanguepazzo” es un vocablo siciliano que refiere a una persona con “sangre de loco”, explosiva, irracional.

El caso es que no tuvieron una vida fácil ni tranquila y terminaron de manera trágica y violenta, cuando Mussolini cayó y fueron juzgados por los partisanos como colaboradores del fascismo.

En suma, lo que muestra el film es a dos personajes apasionados a merced de los excesos de un mundo convulsionado, que no reconocieron límites, ni en público ni en privado, pero que tal vez se identificaron como nadie con el espíritu de la época que les tocó vivir.

• • •

BUENA

Las vidas privadas

“Sanguepazzo”, Italia-Francia/2008, color; hablada en italiano. Dirección: Marco Tullio Giordana. Con Monica Bellucci, Luca Zingaretti, Alessio Boni, Maurizio Donadoni, Alessandro Di Natale. Guión: Giordana, Leone Colonna, Enzo Ungari. Fotografía: Roberto Forza. Música: Franco Piersanti. Edición: Roberto Missiroli. Presenta Pachamama. 150 minutos. Sólo apta para mayores de 16 años.