Un engaño que duró 500 años

La última: Cristóbal Colón

fue espía del rey de Portugal

A juicio del escritor e historiador lusitano Manuel Rosa, el almirante había estado en América antes de 1492, y que su conocido viaje de 33 días fue una treta urdida para engañar a los reyes Isabel y Fernando de Castilla en beneficio de don Juan II, el monarca portugués

 

Emilio J. López

Agencia EFE

Cristóbal Colón fue en realidad un “agente secreto” de el rey Juan II de Portugal que engañó a los Reyes Católicos “con la promesa de una ruta a la India por Occidente”, según la tesis del historiador y escritor portugués Manuel Rosa.

En el libro “Colón. La historia nunca contada”, Manuel Rosa sostiene que el almirante encandiló a Fernando de Aragón e Isabel de Castilla con la idea de abrir una nueva ruta hacia la “falsa India“ para dejar vía libre a los portugueses en la India verdadera y en África.

En una entrevista telefónica con EFE desde Durham (Carolina del Norte) donde vive y trabaja, Rosa, que presentó recientemente su obra en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos (CSIC) de Sevilla (España), explicó que Portugal quería explotar yacimientos de oro en Ghana (África) y comerciar con la India sin la intromisión de España.

De hecho, precisó, “los portugueses no enviaron ningún navío a la India hasta que Colón” no descubrió el Nuevo Mundo y Castilla se avino a firmar en 1494 el Tratado de Tordesillas con el rey Juan II de Portugal, un pacto que estableció las rutas de expansión de ambas potencias al este y al oeste.

Manuel Rosa abundó en las rivalidades que existían entonces entre Castilla y Portugal por lograr la hegemonía sobre la ruta comercial por el Atlántico.

En ese contexto, respaldó la teoría de que en 1483 Isabel de Castilla tramó el asesinato de don Juan II (1481-1495) por medio de dos sobrinos de Colón, lo que impulsó al rey portugués a fraguar un plan conspirador con la ayuda del almirante, muy allegado a la corona lusitana.

¿Un sabio impostor?

Para este licenciado en Ciencias Humanas que reside en Estados Unidos, no cabe la menor duda de que Colón estaba al tanto de que el Caribe era conocido y siguió en su viaje de 33 días hacia el Nuevo Mundo una ruta ya trazada.

Colón, antes, en 1477, “había navegado hasta Canadá en una misión secreta” urdida por de los reyes de Portugal y Dinamarca, aseguró.

“Todo lo que yo presento está respaldado con documentación histórica”, afirmó Rosa, que lleva 18 años tratando de resolver los misterios y enigmas que esconden la figura de Colón.

A su juicio, el plan pergeñado por Colón fue una artimaña tan bien tramada que “no sólo convenció y engañó a los Reyes Católicos, sino al mundo entero durante quinientos años”.

Otra de las tesis más sorprendentes de este ensayo es la relativa al origen del almirante.

Mientras que la mayoría de historiadores coinciden en que Colón fue “un plebeyo genovés”, un “tejedor de lana” que ascendió a capitán, Rosa cree que era un noble portugués, hijo del rey de Polonia y Hungría Ladislao III, que nació en la isla portuguesa de Madeira.

Rosa mantiene la teoría de que Ladislao III, quien desapareció tras librar una batalla contra los turcos, buscó anonimato y refugio en Portugal y recibió de la Corona portuguesa tierras en la isla de Madeira, donde nació Colón.

Sobre la teoría del origen plebeyo del descubridor, sostiene que resulta poco creíble que un hombre de origen humilde, como era supuestamente Colón, hubiese podido casarse con Filipa Moniz, una noble portuguesa que residía en un monasterio y era comendadora de la orden de Santiago de la Espada en ese país.

Manuel Rosa también procede a desmontar las tesis de que Colón era judío o judío converso y lo ocultó a propósito. “No era judío. Según los análisis de ADN era un europeo blanco caucasiano”, aseveró.

Además, y lo que es más importante, prosiguió, se han analizado muestras de “477 Colombo de Italia, Francia y España” y practicado una comparación “con el ADN de los huesos desenterrados en la catedral de Sevilla”, pertenecientes al hijo de Colón, Fernando, y a su hermano pequeño, Don Diego Colón, que murió en 1515.

La identificación genética de los restos óseos arroja que “ninguno de estos Colombo mostraba un ADN compatible con los huesos de Colón”, por lo que “es imposible que el almirante fuese el italiano Cristoforo Colombo, genovés de sangre”, sentenció.

Defiende también que la llamada pérdida de la nao Santa María, la más grande nave que usó Cristóbal Colón en su primer viaje a América, nunca se trató de un naufragio. “La Santa María nunca naufragó, sino que fue varada a propósito en tierra (en las playas de Haití) para servir de fortaleza a los hombres de la corte de Castilla”, dejados allí por Colón “para que no contradijesen la versión” que presentó ante los Reyes Católicos a su regreso.

Con gran astucia, explicó el historiador, Colón perforó la nave de costado a costado con un cañonazo de bombarda y se trajo consigo en la carabela La Niña a los cuatro pilotos que navegaban en esa primera expedición.

A su regreso a la corte de Castilla, “anuncia que viene de la India y que ha dejado allí una ciudad conquistada”, un extremo que nadie pudo rebatir. La realidad es, destacó, que Colón no encontró canela y oro como trató de hacer creer en la corte castellana, sino “personas desnudas sin armas, cabañas de paja, canoas hechas de corteza de árboles”, y poco más.

Además, agregó, la India ya era bien conocida y famosa entonces por sus diamantes y rubíes y el comercio de especias controlado por los musulmanes, por lo que aquella tierra no podía corresponder con la India.

Esto lo sabía con certeza Colón, por eso llamó a esas tierras “Las Indias” y “dio medidas engañosas sobre el Nuevo Mundo para confundir y engañar, no por ignorancia”, puso de relieve.

La última: Cristóbal Colón  fue espía del rey de Portugal

Cristóbal Colón por Ghirlandaio.

Foto: Agencia EFE

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Manuel Rosa exhibe orgulloso su última y polémica obra. Según el autor, “Colón, la historia nunca contada” es el producto de dos décadas de prolija investigación.

Foto: Agencia EFE

La otra historia

Según la historia que ahora Manuel Rosa se ocupa de desacreditar, Cristóbal Colón nació en algún lugar no precisado de Europa en 1451 y murió el Valladolid, España, el 20 de mayo de 1506; fue un navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias al servicio de la Corona de Castilla, famoso por haber realizado el denominado descubrimiento de América, en 1492.

El origen de Colón es objeto de debate y diversos lugares se postulan como su tierra natal. La tesis apoyada mayoritariamente es que nació en Génova, si bien la documentación que existe al respecto no está falta de lagunas y misterios; además, su hijo, Hernando Colón, contribuyó a generar más polémica en este aspecto al ocultar su procedencia en el libro dedicado a su progenitor. Debido a ello han surgido múltiples hipótesis y teorías sobre sus orígenes que lo hacen catalán, gallego, portugués o judío.

Hasta la publicación del mapa de Martin Waldseemüller en 1507, el territorio americano era conocido como Indias Occidentales y, aunque posiblemente Colón no fue el primer explorador europeo de América, puede afirmarse que descubrió un nuevo continente para la civilización europea, al ser el primero en trazar una ruta de ida y vuelta aprovechando las corrientes marinas del Atlántico, ruta que hoy todavía se utiliza.

Realizó cuatro viajes a tierras americanas. Su primera expedición partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva), llegando a Guanahani (hoy en las Islas Bahamas) el 12 de octubre de dicho año. Este hecho impulsó decisivamente la expansión mundial de Europa y la colonización por varias potencias europeas de gran parte del continente americano y de sus pobladores.

El nombre de Cristóbal Colón en italiano es Cristoforo Colombo, y en latín Christophorus Columbus. Este antropónimo inspiró el nombre de, al menos, un país (Colombia) y dos regiones de Norteamérica: la Columbia Británica en Canadá y el Distrito de Columbia en Estados Unidos.