Casi un ruego del jugador argentino
“Necesito tiempo libre”
Juan Martín del Potro dejó todo lo que tenía en la final del Masters, que cerró una temporada que resultó extenuante para el tandilense. Pero no puso excusas por su traspié en la definición.
Redacción El Litoral
No era difícil suponer el desenlace del duelo decisivo de la edición 2009 de la prestigiosa Masters Cup. Porque culminar un partido de semifinal pasada la medianoche, cuando el choque siguiente (y definitorio) es en el horario de la “siesta” (estaba anunciado para las 14.30), deja escaso margen para el descanso necesario para una mínima recuperación.
Más allá de que Juan Martín del Potro no utilizó ese argumento como excusa en ningún momento (todo lo contrario: admitió que son las reglas del juego), es conveniente realizar un análisis objetivo de esa situación, que pudo haber conspirado altamente contra el buen desempeño del tandilense en el duelo más importante del torneo.
Para pensar
Un repaso del posible itinerario de Del Potro tras su victoria del sábado por la noche ante Robin Soderling, por semifinales, es el siguiente. El partido culminó en la medianoche. Tras el duelo, Del Potro se quedó unos minutos en el estadio para dar notas a medios latinoamericanos. Minutos después, partió hacia los vestuarios para tomar una ducha.
Luego, debió acudir a la conferencia de prensa (que es obligación por estatutos de la ATP), tras lo que se dirigió a la sala de masajes, una rutina ineludible para optimizar la recuperación. Por último, se fue a cenar con su equipo. Entre una cosa y otra, recién pudo acostarse a las 4 de la mañana. Imposible saber a qué hora consiguió “conciliar el sueño” tras semejante experiencia.
¿Cuánto pudo haber dormido? No demasiado si se tiene en cuenta que no podía estirar el almuerzo más allá de las 12 ó 12.30, ya que debía estar en cancha a las 14.30. Pero Juan Martín asumió lo que le tocó y le restó importancia. “Son las reglas del juego”, dijo. “Tuve el día libre el viernes tras ganarle a Federer, y Nikolay debió jugar viernes y sábado”, aceptó con mucha entereza. Y es cierto, pero la organización de uno de los torneos de tenis más importantes del planeta no debería dejar estos aspectos librados al azar.
“Corre todas”
La única vez que Del Potro pudo vencer a Nikolay Davydenko fue sobre polvo de ladrillo, en el Parque Roca. “Es muy fuerte, nunca pude vencerlo en canchas duras o bajo techo. Es muy rápido, juega como en la Play Station, corre hacia todas partes. Es muy difícil hacerle tiros ganadores”, sostuvo en conferencia.
Después habló de su estado físico. “Terminé muy cansado, entregué todo y no me quedaron energías. Dejé todo contra un jugador que estaba en su día y se sintió mejor que yo; él mereció ganar. Intenté, pero fue muy superior en los momentos clave”, agregó.
Por último, destacó la importancia de las vacaciones que se vienen. “En este momento, es difícil decir cómo me siento, pero quizás cuando regrese a Argentina me sienta mejor, más relajado. Voy a tener vacaciones. La temporada fue tan dura... Necesito tiempo libre para recuperarme”, concluyó como en un ruego.




