Cosecha “floja” y poco interés de los operadores

¿Qué pasa con el trigo?

Flavia Rossi

Analista de Mercado de fyo.com

La cosecha de trigo ya cubrió el primer cuarto de la superficie, con las tareas más avanzadas en las provincias del norte, norte de Córdoba y centro norte de Santa Fe y Entre Ríos. En poco tiempo llegará el momento de la zona núcleo triguera y se conocerán los verdaderos efectos que tuvieron la combinación de la sequía y el abandono de área de este ciclo. La caída será muy importante y la discusión hoy se centra entre si se llegará o se superarán las 7,5 millones de toneladas.

En años normales, la oferta reducida hubiese asegurado buenos precios, empujando a los molinos a mantenerse activos para conquistar a los vendedores con sus condiciones de compra. No obstante, este año las cosas no serán ni sencillas ni lineales.

Muchos productores están topándose con una amarga noticia: no están pudiendo colocar en los puertos el trigo que recién levantaron. Desde mediados de octubre se asignaron casi tres millones de toneladas de ROE de trigo (autorizaciones para exportar) para embarcar en los próximos 12 meses, lo que sugiere que, con la producción actual y 6,5 millones de toneladas de consumo interno, no queda mucho más para seguir comprometiendo afuera.

Compatible con este panorama, la exportación se mantiene apática, sin interés en hacer nuevos negocios y limitándose a ofrecer los precios plenos (FAS teóricos) por algunos lotes puntuales que cumplan determinados requisitos de calidad, repartidos entre entrega disponible y diferida hasta enero o febrero.

En su lugar, y para completar los barcos que están llegando, se limitan a recibir los compromisos cerrados semanas atrás, siendo muy estrictos en la calidad que reciben.

Algunos molinos están muy abastecidos y otros sólo participan para comprar trigo con alto peso hectolítrico (PH) y con un mínimo de proteína de 11 por ciento, pagando un precio menor al FAS teórico por un producto de superior calidad al de exportación.

En las mesas navideñas no sobrará el pan dulce. Si bien muchas empresas prefirieron esperar antes de comprometer su producción por la alta incertidumbre respecto a la cantidad y calidad que obtendrían, ahora hay pocas alternativas en el mercado físico para quienes están cosechando.

La necesidad de liquidez para estas fechas aumenta la presión de venta en el mercado a término y favorece el embolsado, sugiriendo que la oferta en el segundo semestre del 2010 será mayor de lo pensado.

Más y más trigo en el mundo. El trigo argentino que se guarde entrará al circuito comercial cuando esté terminando la campaña 2009/10 en el resto del mundo. Precisamente, esta semana se actualizaron las estimaciones de los balances de oferta y demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda), confirmando que la producción mundial de trigo de este ciclo es cada vez más grande. Con mejores resultados productivos en Canadá, la Unión Europea y los países de la Ex URSS, la producción es casi 20 millones más alta de lo que se esperaba en junio, manteniéndose los stocks finales en los máximos de los últimos ocho años.

Es posible que el contexto internacional sea más favorable cuando se defina la siembra del hemisferio norte, a mediados del año que viene. Sin embargo, la preocupación actual está en el timing. Pero algo es seguro, el trigo de este año no servirá para llenar la mesa navideña de los argentinos.

Los productores están preocupados por la falta de mercado para el trigo. La trilla final se estima en “sólo” 7,5 millones de toneladas, pero ni los molinos ni los exportadores están demasiado activos.

Muchos productores están topándose con una amarga noticia: no están pudiendo colocar en los puertos el trigo que recién levantaron.