Una suma de resultados negativos lo decidió
Basile no aguantó y se fue
El “Coco” tomó la decisión de dejar de ser el entrenador de Boca, aunque todavía no le comunicó a la dirigencia su determinación, algo que se espera que haga en las próximas horas.
Redacción El Litoral
Agencia Télam
En caso de que la noticia se concretara, será la segunda renuncia de Alfio Basile en 14 meses, recordando que en noviembre de 2008 se alejó súbitamente del seleccionado argentino.
El silencio del círculo íntimo del entrenador no impidió que trascendiera la noticia, que no fue confirmada por el entrenador, aunque esta vez allegados al “Coco” aseguran que no habrá marcha atrás.
En principio se espera que se haga cargo del primer equipo Abel Alves, aunque de manera interina, ya que la dirigencia “xeneize” insistirá con que Carlos Bianchi se haga cargo del plantel.
El manager, junto con el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, cuando se enteraron de la noticia se encontraron en las oficinas de La Bombonera, esperando la comunicación de Basile, quien al cierre de nuestra edición no había oficializado su dimisión.
Idas y vueltas
El ex entrenador del seleccionado argentino le dio a conocer la noticia a su círculo íntimo, que trató de disuadirlo. En su mayoría, la dirigencia de Boca quería que Basile diera un paso al costado, más allá de que horas atrás le brindaron todo su respaldo.
La no llegada de refuerzos, el desgaste en la relación con un plantel que tiene a Juan Román Riquelme y sus amigos por un lado y a Martín Palermo y el resto de los jugadores por el otro, más los malos resultados, no sólo del verano, llevaron a Basile a tomar esta decisión.
La dirigencia, que públicamente asegura que quiere que Basile siga siendo el entrenador, fuera de micrófono remarca todo lo contrario y espera que el técnico tome la decisión de irse del club de la ribera y no modifique la postura que tomó por estas horas.
Sin retorno
Diez goles en contra en tres partidos —3 de San Lorenzo, 4 de Estudiantes y 3 de River—, una dura derrota en el superclásico y un plantel que no tira para el mismo lado son cuestiones que Basile, según comentaron desde su círculo íntimo, no puede solucionar.
En las últimas horas trascendió que tras la derrota ante River, en el vestuario de la cancha, el técnico estuvo más de media hora sentado con sus manos en la cabeza, sin decir palabras, salvo un concreto “esto no tiene solución”.





