Murió J. D. Salinger
El centeno perdió a su guardián
El escritor norteamericano, autor de “El guardián del centeno”, novela de culto, que alcanzó para convertirlo en uno de los autores más famosos del mundo, tenía 91 años y desde hace 40 vivía recluido en su casa de New Hampshire.
Agencia EFE
El mundo de las letras perdió a uno de sus representantes más influyentes y, a la vez, más solitario, el estadounidense Jerome David Salinger, conocido como J. D. Salinger y autor de la novela de culto “El guardián del centeno”.
La muerte le sobrevino el miércoles último por causas naturales en su casa de New Hampshire, donde permaneció retirado del mundo las últimas cuatro décadas, pero no se conoció hasta que ayer su agente literaria, Phyllis Wesberg, lo informó por medio de un comunicado.
Salinger, de 91 años, “no sufrió ningún dolor en el momento de su muerte”, dijo la representante en un comunicado de prensa.
“El guardián del centeno” (“The Catcher in the Rye”, 1951), convertida en un emblema de la rebeldía de los años ‘50 y ‘60 y considerada ahora un clásico de la literatura estadounidense, no sólo catapultó a la fama a este autor nacido en Nueva York el 1º de enero de 1919, también le trajo problemas judiciales en los últimos meses de su vida.
Salinger demandó en 2009 al sueco Fredrik Colting, quien con el seudónimo de “J. D. California” publicó una novela titulada “60 Years Later: Coming Through the Rye” (“60 años después: recuperándose del centeno”), que pretende ser una secuela de “The Catcher in the Rye”.
Salinger se vio envuelto en otras tramas judiciales a lo largo de su carrera y recurrió a los tribunales en 1982 para impedir que una revista publicara una entrevista falsa, mientras que en 1987 luchó para prohibir la impresión de una biografía que no había autorizado.
En los noventa, el solitario escritor volvió a ocupar la atención mediática por la publicación de los libros de memorias escritos por su ex amante Joyce Maynard y su hija Margaret Salinger.
Desde junio de 1965, cuando publicó “Hapworth 16, 1924” en la revista The New Yorker, Salinger no puso su firma en ningún otro trabajo literario y tampoco concedió entrevista alguna desde 1980.
“El guardián del centeno” tiene como protagonista a Holden Caulfield, un adolescente rebelde que narra sus experiencias quijotescas por la Gran Manzana.
Las aventuras de Caulfield, la descripción de la alienación que el personaje sufre y la pérdida de inocencia de los adolescentes y su paso a la vida adulta han atraído a numerosos lectores de todo el mundo. De la novela se venden anualmente unos 250.000 ejemplares.
Salinger, que afirmaba que escribía sólo para sí mismo y por placer, editó su obra más conocida a los 32 años, aunque escribía desde la secundaria, y después publicó algunos escritos durante la década de los cuarenta y al término de la Segunda Guerra Mundial.
Revistas como Story, Saturday Evening Post, Esquire y New Yorker publicaron en la década de los cuarenta sus primeras historias cortas, como “A Perfect Day for Bananafish” (1948).
Salinger, quien participó en el desembarco aliado en Normandía en 1944 y durante sus primeros meses en Europa escribió algunos cuentos, consideraba a Ernest Hemingway, a quien conoció en París, y a John Steinbeck como escritores de segunda categoría, pero siempre expresó su admiración por Herman Melville.
En 1953 publicó una colección de cuentos cortos “Nine Stories“; en 1961, otra novela “Franny and Zooey”, y en 1963, una colección de novelas cortas “Raise High the Roof Bean, Carpenters and Seymour: An Introduction”.




