La convocatoria sabalera superó las 1.000 personas...
El hincha dio la gran nota
La silla de ruedas no fue impedimento para viajar los casi 1.400 kilómetros desde Santa Fe a Santiago.
“Poné bien grande que tengo 75 años”, le dijo la señora a El Litoral.
El fondo de un estadio muy coqueto, que queda en un sector exclusivo de la nueva Santiago de Chile.
Al pie de la precordillera, Colón vistió de rojinegro el estadio de San Carlos de Apoquindo.
Notable concurrencia de simpatizantes rojinegros en San Carlos de Apoquindo. Los dirigentes de la Católica no podían entender que hubieran llegado tantos seguidores desde Santa Fe. Por eso, fue ardua la tarea de los dirigentes, con Pedro Eusebio a la cabeza, para agrandar el lugar asignado a Colón por parte de la dirigencia local y para tener las entradas disponibles. Incluso, se permitió el ingreso de las banderas, algo que estaba en duda antes del partido.
Enrique Cruz (h) (Enviado Especial a Santiago de Chile)
Muchas banderas que, como la de Cali, están en todas las canchas donde juegue el plantel rojinegro.
Los muchachos esperan el ingreso al estadio en el sector de estacionamiento. Dos horas antes del encuentro ya había una multitud de sabaleros en la cancha.
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