El Turco Mohamed, habano en mano, habló después de la derrota de anoche en San Carlos de Apoquindo...

“Está visto que no era para nosotros”

El técnico sabalero dijo que “estamos dolidos pero nos levantaremos”. Lamenta las lesiones de Garcé (desgarrado) y Fuertes (fracturado en un dedo) y señaló que eso y la expulsión de Candia condicionaron los cambios.

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Santiago de Chile)

Había mucha tristeza en el vestuario sabalero y en el rostro de los jugadores, los dirigentes y el técnico. El Turco amagó con trasladarse al sector de conferencias, pero se detuvo. Carlos Frione, el jefe de seguridad del plantel, le indicaba el lugar y consultaba a Mohamed sobre qué prefería. Los periodistas esperábamos del otro lado de la valla, aguardando la decisión del entrenador. Pero al vernos, sobre todo a los santafesinos, resolvió conversar en ese sector en el que también había prensa chilena aguardando. Habano en mano, como siempre, Mohamed comenzó a hablar del partido.

—¿Y Turco?, ¿por dónde empezamos?

—... El balance final es que ellos fueron más equipo que nosotros.

—¿Qué pensaste cuando el partido se puso 2-1 a favor de Colón?

—No sé si puedo hacer un análisis exhaustivo en este momento y sobre caliente. Sólo te puedo decir que la Católica jugó mejor y fue más que Colón en la serie. Por eso, lo que más me importa es superar esto y pensar en lo que viene.

—¿Qué es lo que más lamentás?

—Las dos lesiones y los cambios obligados que me demandaron. Además, también tuve que meter una variante cuando lo echaron a Candia y eso me condicionó bastante a mí, como entrenador. No hice los cambios que quise, sino los que estuve obligado a hacer.

—¿A la serie se la pierde acá o por lo que pasó en Santa Fe?

—En Santa Fe lo único que conseguimos fue ganar el partido y obligar a la Católica a que nos gane. Si el partido terminaba 3-1 en nuestra cancha, era distinto. El segundo gol de Jota Morales nos complicó el panorama para la revancha. Pero ellos jugaron mejor en este partido y merecieron el pase a la segunda ronda. No tengo cuestionamientos para eso.

—¿Cómo encarás lo que viene en lo anímico?

—Estamos caídos, muy caídos... Hay que barajar y empezar de nuevo, tenemos que recuperarnos del golpe y pensar en que somos profesionales, que ser jugadores de fútbol o técnico, como en mi caso, lleva adicionado el componente de la derrota y una eliminación como ésta, y que tenemos que salir a ganarle a River. Mi dolor no es sólo para nosotros, sino también para la gente. Pero bueno, está visto que no era para nosotros.

—¿Qué pasó en el primer tiempo?

—Ellos nos superaron y hasta pudieron meternos un par de goles más. Si terminaba 2 ó 3 a 0, estaba bien. Luego, cuando lo dimos vuelta, se nos complicó por las dos lesiones y la expulsión. Hoy, en realidad, la Católica no necesitaba ir a los penales porque fueron más que nosotros. Lo único que puedo decir es que se llevaron un gol de más de Santa Fe, que en definitiva fue fundamental para ir a los penales.

—Hablando de Candia, ¿cuál era la idea al decidir que saliera a marcarlo a Damián Díaz?

—Le dije que lo marque, que lo vaya a buscar lejos, que no tuviera miedo. El tema es que dejamos huecos en el fondo. Pero yo no lo atribuyo a Candia, sino más bien a que el Chino no podía. Se nos lesionó muy prematuramente y eso conspiró contra sus posibilidades y la del equipo. El Chino es fundamental para nosotros.

—¿Qué les dijiste a los jugadores en el entretiempo?

—Que se adelantaran en la cancha, que no se quedaran tan atrás y que apretaran. Lo hicieron y cambiamos la historia con dos goles que nadie esperaba. Pero te repito: las lesiones y la expulsión fueron demasiado.

—¿Fue penal el de Goux desde tu visión?

—Un rival le peina la pelota a medio metro... No sé, creo que no, que es muy finito... Igual que el foul que le cobran a Capurro en el segundo gol, el de Toloza de tiro libre... Para mí era falta contra Capurro y no de él... Pero bueno, ya está...

—Del árbitro, ¿qué podés decir?

—Al margen de lo que señalé en el penal de Goux que fue muy finito y la falta que no existió de Capurro, creo que nos llenó de tarjetas en el primer tiempo... Pero bueno, no quiero hablar del árbitro porque después me suspenden...

—¿Era un partido para Lucero?

—Claro que era para Lucero. Lo iba a poner en el entretiempo, pero cuando llegué me encontré con el Bichi lesionado. La idea mía era ponerlo a Lucero por Nieto, pero como Bichi estaba lesionado y se tenía que infiltrar, lo iba a poner por él pero un poco más adelante. Cuando hicimos los dos goles enseguida, pensé en Pellerano para poner un doble cinco y que Bertoglio atacara con Nieto. Para mí, el partido estaba clarito hasta ahí y el cambio que se venía era el de Lucero por Bertoglio... Pero bueno, lo que te dije, no pude hacer los cambios que quería sino los que me obligaron las lesiones y la expulsión de Candia.

—En esa jugada de Candia no se entendieron porque era una jugada de pelota quieta a favor y terminó con un contragolpe y la expulsión del paraguayo...

—Son cosas del fútbol, los jugadores son los que deciden en la cancha y uno sólo les aporta trabajo para que ellos tengan elementos. La jugada estaba clara pero no se entendieron... No les reprocho lo que pasó, porque puede darse. Si esas jugadas salen bien, terminan en gol. Si no, puede ocurrir lo que nos pasó.

—¿Murieron de pie?

—Estamos golpeados, dolidos, pero nos levantaremos...

“Está visto que no era para nosotros”

El espectacular recibimiento de la hinchada sabalera al equipo en la precordillera chilena.

Por un tiempo afuera

El Chino Garcé sufrió un desgarro en la zona abdominal y seguramente estará ausente de las canchas por dos o tres partidos.

En el caso de Esteban Fuertes, sufrió una fractura en uno de sus dedos lo que obligó a que sea infiltrado para seguir jugando, pero no pudo más y por eso fue reemplazado por Mohamed en el momento en que el equipo ganaba. El Bichi había dado el pase gol a Moreno y Fabianesi en el primer tanto y había convertido el segundo con una excelente ejecución desde los doce pasos luego del penal cometido a Rivarola.

Ni Fuertes ni Garcé estarán presentes en los próximos partidos, casi con seguridad. A propósito, Colón jugará con River, en el Centenario, el domingo a las 21.15, y luego visitará a Chacarita, en cancha de Argentinos Juniors, el viernes de la semana que viene en el primer horario (las 19).

El plantel regresaba esta tarde al trabajo luego de haber llegado hoy a las 4 de la mañana, vía aérea, procedente de Santiago de Chile.

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Iván Moreno y Fabianesi festeja su gol de cabeza en el peor momento de Colón en el partido.

Foto: EFE

/// análisis

El abrazo del alma

Darío Pignata

Cuando Argentina ganó la Copa del Mundo “78, una foto dio la vuelta al mundo: Tarantini y Fillol abrazados después de ganarle la final a Holanda y un muchacho sin brazos que se mete a la cancha para festejar con ellos dos. Esa foto, ganadora de varios concursos fotográficos mundiales, fue tomada por el inolvidable —para los que teníamos El Gráfico todas las semanas: a mí me lo compraba mi vieja— Ricardo Alfieri. Víctor Nicolás Dell’Aquila, que en aquel entonces tenía 22 años, fue el chico de la tapa.

Anoche, en las tribunas pintorescas de San Carlos de Apoquindo, los hinchas de Colón volvieron a escribir una página gloriosa para el fútbol popular de Santa Fe. ¿1.000, 1.200, 1.500? No importa. Armaron por tierra un éxodo. Se fueron en coches, camionetas y micros, en un país donde los combustibles suben más rápido que el Paraná por estas horas. Desandaron los casi 3.000 kilómetros en total, ida y vuelta, encima en día de semana, para colgar los trapos y cantar en Chile por Colón.

¿Qué decir del partido? Me hizo acordar al de Argentina-Brasil en el Mundial de Italia “90. Fueron los palos y Pozo, como aquélla vez fueron los palos y Goyco. Y luego, como con Maradona-Caniggia, Colón pasó a ganar con dos sellos del “Bichi”: pase-gol a Moreno y penal ejecutado con calidad. Nada de fusilar, todo a colocar.

Si Rugilo fue “El León de Wembley”, Diego Pozo fue lo mismo pero en Apoquindo. Hasta que volvieron los penales. Esos que siempre le sonrieron a Colón en las copas después de la tragedia del Chateau Carreras contra Banfield: eliminó a la “U” de Chile y a Danubio de Montevideo por la Conmebol; despachó a Olimpia de Paraguay por la Libertadores la noche consagratoria de Burtovoy. Pero anoche volvieron a ser malditos los doce pasos.

Me queda la imagen de Iván Moreno colgado del alambrado festejando con los hinchas que fueron a Chile. Y en el ramillete de camisetas sabaleras, la TV tomando a un hincha sabalero en sillas de ruedas, contra el alambrado, con una camiseta de Colón blanca. Me gustaría saber quién es, cómo se llama, para poder entrevistarlo. Lo sé, no es el primero ni será el último. Pasa todos los fines de semana en las dos canchas de Santa Fe.

Pero me quedó marcada esa imagen y me sensibilizó mucho para estos tiempos que corren. En realidad, tiempos donde nos corren. Que sirva esta mención como homenaje a todos los que cruzaron la Cordillera de Los Andes. Ese hincha reinventó el abrazo del alma del “78. Ese hincha se fue hasta Chile, en auto o micro, llevando a cuestas su silla de ruedas, que seguramente lo acompañará hasta el último día de su vida. Igual que Colón.

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BAJO LA LUPA

POZO (8). Increíble su actuación. Se atajó casi todo. Cometió un error en el tercero de la Católica (no pudo retener una pelota relativamente fácil) y le hicieron un gol de cabeza adentro del área chica. Pero, después, tuvo seis o siete atajadas impresionantes.

CANDIA (4). Confundido por la decisión del Turco de que salga a buscar a Damián Díaz. Dejó caminos liberados a sus espaldas. Se paró mejor cuando ocupó el lugar de central por Garcé.

GARCÉ (5). A los 20 minutos ya no podía seguir. Aguantó hasta el final del primer tiempo, prácticamente imposibilitado de seguir. No tuvo la firmeza de otros encuentros y entró en la confusión del resto de sus compañeros de defensa.

GOUX (4). Son partidos complicados cuando se encuentra con rivales de tanta movilidad y rapidez. Trató de acomodarse, pero le costó muchísimo.

NICOLÁS TORRES (4). Las subidas de Valenzuela lo complicaron. También Díaz y Mirosevic se tiraron por su costado, apareciendo por sorpresa. Estuvo condicionado por la amarilla.

MORENO Y FABIANESI (4). Su virtud estuvo en el gol de cabeza que marcó en el peor momento del equipo. Luego, no pudo tener la pelota, se paró de marcador lateral en el segundo tiempo y tuvo problemas, a lo que se le suma el penal marrado.

CAPURRO (4). Perdido y superado. No sólo lo complicaron los dos enganches, sino también Hans Martínez, una de las grandes figuras que tuvo la Católica.

RIVAROLA (4). Daba la impresión de que crecía en el segundo tiempo, sobre todo cuando le hicieron el penal que marcó en gol Fuertes. Fueron momentos muy fugaces. En el resto, estuvo complicado para marcar y jugar.

BERTOGLIO (4). El pibe arrancó bien y era el único que tenía la pelota, encaraba y le cometían faltas. El escaso juego que tuvo Colón conspiró contra sus posibilidades.

FUERTES (5). Se fue con un dedo fracturado. De los dos delanteros, era el único que podía complicar. Le sirvió magistralmente la pelota a Moreno y el primer gol rojinegro.

NIETO (4). Flojo partido, sin aguantar la pelota y complicado en el segundo tiempo cuando quedó totalmente solo arriba.

COUDET (5). De lo poco para rescatar a la hora de tener la pelota. Intentó pero en absoluta soledad.

PELLERANO (4). No caben dudas de que, cuando entra en los segundos tiempos, le cuesta encontrar el partido. Máxime el de ayer, que ya fue complicado desde el minuto cero y en el que su ingreso en nada ayudó a mejorar la producción del equipo.

MOSQUERA (4). Un cambio obligado que tuvo que meter el Turco por la expulsión de Candia. Es difícil para un defensor entrar como lo hizo Mosquera, con el rival atacando con una voracidad total.

“Está visto que no era para nosotros”

El padre Axel, que dio misa en Chile, conversa con el presidente sabalero, Germán Lerche, en los momentos previos al partido. Más abajo, uno de los vice sabaleros, Juan Carlos Chemes.

Sueño del hincha.

Muchos simpatizantes sabaleros pudieron cumplir con el sueño del hincha. Compartieron el avión con el plantel y hasta hubo puertas abiertas sin restricciones para el ingreso de los simpatizantes al entrenamiento del lunes a la tarde en San Carlos de Apoquindo. La idea de la dirigencia y Aire y Sol Travel dio sus frutos. Muchos de los hinchas estuvieron a metros de los jugadores y se sintieron parte importante en este histórico partido de Copa Libertadores. Muchos pensaban en la posibilidad de verlo a Colón en el Maracaná, pero los penales echaron por tierra esa ambición. Igual, fue una experiencia inolvidable.

/// EL DATO

“Está visto que no era para nosotros”

Rodrigo Toloza pierde la pelota a expensas de Moreno y Fabianesi, que se tira al piso para desbaratar la maniobra, ante la mirada de Bertoglio. El chileno marcó un golazo en el momento en que Figueroa lo quería sacar.

Foto: EFE