Oficial asesinado en Cañuelas

Relación promiscua detrás de un crimen

Télam

La mujer se quebró y habló, ahora está presa junto a su amante. Un oficial principal de la Policía Federal fue encontrado ayer, asesinado de un balazo en la cabeza y calcinado a la vera de la Ruta 6, en la localidad bonaerense de Cañuelas, y por el hecho fue detenida su esposa.

Fuentes policiales informaron que el efectivo asesinado se desempeñaba en la seccional 35 porteña y que su propia esposa fue quien denunció su desaparición el pasado lunes a la mañana en la seccional de Villa Dorrego, partido de La Matanza.

Un vocero de la pesquisa reveló que la situación matrimonial del policía era desde hacía tiempo “compleja” y que, según algunos testigos, él mismo parecía temer que algo le sucediera, ya que dormía con su pistola reglamentaria encima.

La pesquisa se inició el pasado lunes, cuando el oficial Carlos Clemente Iparraguirre (40) fue denunciado como desaparecido por su esposa, Alejandra Lucero (35), en la seccional de Villa Dorrego, con jurisdicción en el barrio Los Ceibos, donde la pareja vivía con sus tres hijos de 8, 9 y 11 años.

Según contó a Télam el titular de la jefatura Distrital La Matanza Sur, comisario inspector Néstor Rago, la mujer dijo que el policía se hallaba desaparecido desde la madrugada del sábado, cuando salió rumbo a la casa de sus padres y nunca más supo de él.

Según el relato de Lucero, Iparraguirre desde entonces no contestó sus llamados al celular ni tomó contacto con sus padres, motivo por el cual radicó un pedido de averiguación de paradero.

El lunes por la tarde, una comisión de la seccional 35 -donde trabajaba el policía hasta entonces desaparecido- fue a la casa de la pareja y tomó contacto con la esposa con intenciones de darle contención y acompañarla en la búsqueda.

Así, los investigadores comenzaron a conocer algunos detalles de la vida matrimonial de Iparraguirre y Lucero que les llamaron la atención, entre ellos, que la pareja convivía bajo el mismo techo, aunque dormía en habitaciones distintas y que la mujer tenía una relación sentimental con un vecino, de 25 años, que a veces pernoctaba en su casa.

Luego de varias horas de búsqueda y de dichos contradictorios de la mujer, la policía ya tenía la certeza de que el efectivo había sido víctima de un episodio de motivaciones pasionales.

Finalmente ayer, la mujer terminó por admitir ante los investigadores que su esposo había sido asesinado y su cuerpo abandonado en Cañuelas.

“Ella indicó en forma espontánea cómo esclarecer el hecho”, expresó esta mañana el comisario inspector Rago a la prensa.

Fuentes consultadas por Télam detallaron que la mujer inicialmente reveló que su esposo dormía en la habitación matrimonial de la casa, mientras que ella lo hacía con su vecino en un sofá del living, ya que sus tres hijos estaban en la casa de un tío.

De acuerdo al relato de Lucero, en un momento su amante entró a la habitación donde descansaba su esposo y lo ejecutó de un tiro en la cabeza mientras dormía.