Lengua viva

La “sintaxis”, un personaje principal desconocido

Evangelina Simón de Poggia

[email protected]

Podríamos pensar que el que niega la validez de la sintaxis es por desconocimiento de la misma, por la falta de competencias gramaticales, etc. ¡Claro! Hace muchos años que la gramática está ausente en nuestras aulas; autoridades y docentes fueron desplazándola por algunas corrientes lingüísticas más atractivas para el alumno. En la carrera de Letras hay dos grandes áreas: la referida al lenguaje, es decir la ciencia y la que aborda con placer ese mundo maravilloso del arte, la literatura, etc. Pero si nos detenemos en la enseñanza de la lengua, veremos que fueron surgiendo alternativas, mocionadas por algunas ciencias, que se preocuparon más de lo “metodológico” que del “contenido”, siendo este ámbito propicio para que su abordaje se hiciera más blando y tuviera un perfil más lúdico para el alumno. Hubo un aprovechamiento importante de los discursos de las telenovelas, películas, etc. que fueron salvaguardando el espacio aúlico con sus protagonistas. Pero, ¿qué estoy diciendo? ¿Que esas estrategias no constituyeron un aprendizaje? ¡De ninguna manera! Lo que digo es que, progresivamente, fuimos minimizando la importancia del estudio científico del “código” a través del cual, casualmente, estaban expresadas todas las tipologías textuales de interés.

Si hacemos un paralelo, nada se puede hacer en matemáticas, la ciencia de lo posible y de la abstracción por excelencia, si no se tiene noción de los números naturales y su operatividad, el significado de su lenguaje simbólico explicado ¡¡justamente!! a través del lenguaje natural, etc.

Cuando el niño ingresa al sistema educativo, con lo primero que se enfrenta es con la lecto-escritura, el docente no podrá eludir el ingreso, junto a él, a esos espacios de conocimiento que constituyen la gramática con sus concomitancias, de tal suerte que puedan diferenciar una “m” de una “b” o de una “p”, la diferencia entre la vocal y la consonante para formalizar las sílaba, luego la palabra, y ,finalmente, el pensamiento en términos “sintácticos”. El pensamiento, el conocimiento será siempre expresado a través de la sintaxis, ese personaje de la lengua desconocido y repudiado que debemos de devolverlo al aula, de donde no debió salir nunca. La recuperación de la gramática en el aula, esa gran compañera que nos invita a conocer a la Lengua y las normas que la rigen, debe de ser no sólo propugnada por el Ministerio y autoridades institucionales, sino también obligada para que nuestros jóvenes cuando se expresen sepan cómo hacerlo, con coherencia y sentido. Para lograr lo expuesto, tal vez, el Ministerio deba seguir reflexionando, pues, sin duda, ya lo hace, sobre la importancia de la capacitación a sus docentes, donde puedan revisar, dialogar, polemizar, interaccionar, hacer prácticas de reconocimiento, planteo de dudas etc., etc. sobre el tema expuesto. Estaríamos dentro de lo se ha dado en llamar Educación Permanente.