Un trabajador incansable

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

Es mecánico de profesión —y de corazón— y permanente colaborador de diversas entidades. Fue, entre otras actividades, uno de los responsables de que el automovilismo argentino llegue a nuestra capital.

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

Desde Italia. Costanzo trajo desde el país de “los gringos” ese empuje que se necesita para los grandes logros. Tiene el único secreto para el éxito en la vida: el trabajo. Foto: Luis Cetraro

Daniel Monticelli

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“¿¡Sabés quién me puso “Pancho”!? Fue Enrique Miguel Cruz, (prestigioso periodista de esta casa y otros medios) y me quedó ese apodo. Resulta que él tenía un Renault Gordini al cual lo habíamos bautizado como “huevo frito”, porque era amarillo...”. Esa es solamente una de las tantas anécdotas que involucran a este personaje de Santa Fe. Es que Francisco Costanzo es polifacético.

“Soy nacido en Decollatura, provincia de Catanzaro, República de Italia, el día 27 de abril de 1941, y llegué junto a mis padres Juan y Josefina a esta querida tierra, el 3 de septiembre de 1949”, cuenta con emoción. Vaya desde M&T este pequeño homenaje a un hombre que lo dio todo por su querida Santa Fe de la Vera Cruz.

Como se aprecia, desde ser un permanente colaborador del diario, pasando por la dirigencia de “su” querido Club Atlético Colón, en los períodos de 1972 y 1979. O Presidente del Club de Leones en diversas ocasiones y miembro del Gabinete de la Gobernación de los Leones en siete ocasiones y Director de Convenciones en dos oportunidades. Hasta llegar a la presidencia de la Subcomisión de Automovilismo del Automóvil Club Santa Fe, entre los años 1982 y 1986, y Comisario Deportivo de la Comisión Deportiva Automovilística del ACA, entre 1986 y 1989. Además, Costanzo fue Secretario de la Comisión Directiva de la Escuela Dante Alighieri cuando comenzó la construcción del edificio de calle 25 de Mayo.

“De la unión de mis padres nacimos seis hermanos: Rosa, María, Fortunato, Arcángela, Sara y yo. Después de la primaria, soy egresado de la Escuela Fábrica Manuel Belgrano en el año 57, que después se transformó en la Enet Nº 3”, relató.

Su comienzos

“Me recibí de mecánico con el mejor promedio y ya tenía asegurada la salida laborar. Al lunes siguiente ya estaba trabajando en la agencia IKA (estaba donde hoy es Escobar). Mi taller propio lo tuve en el año “63. En total llevo 53 años en la profesión de mecánico”, resumió con orgullo.

“Los dueños de la IKA eran muy fierreros, tanto es así que los Grandes Premios que neutralizaban en Recreo y arrancaban en la Boca del Tigre, hacían el Parque Cerrado en el Regimiento 12. Entonces retiraban los coches para reparaciones y los llevaban al taller que quedaba a media cuadra. Para esos días se declaraba asueto. Yo le pedía al jefe de taller que me dejara ir para lavar piezas a los autos de los Gálvez, Emiliozzi, Peduzzi, Logullo, De Álzaga, Pairetti, Navone y otros tantos”, señaló.

—De esos monstruos del automovilismo, ¿quién fue el que más te sorprendió?

—Oscar Gálvez, por su verborragia, y Marcos Ciani, por su bonhomía y gentileza. Cuando hicimos el homenaje a todas las glorias en una de las carreras que organicé, tuve la inmensa fortuna de sentarme a su lado. En el año “60 se realizó en nuestra costanera una carrera de Fuerza Libre y Limitada, donde como circuito se usaban las dos manos de la costanera y se doblaba en la rotonda del Parque Oroño, frente a Regatas. Esa competencia se hizo en gran parte gracias al empuje de Don Enzo Vittori (padre de los doctores Gustavo y Néstor Vittori, actuales directivos de diario El Litoral SRL) y de todo el diario.

Para esa carrera era obligación llevar todos los autos al taller de la agencia y a mí me adjudicaron un Porsche, cuyo piloto era el uruguayo Antuña. A la postre terminó tercero. El ganador fue Atilio Viale del Carril con un Volvo P44. La verdad es que esa carrera la podía haber ganado Bonomi porque tenía una Maserati Súper Sport modelo 58 que andaba una barbaridad, pero se rompió.

Su primera meta

“En el año 64 tuve mi primer taller junto a dos amigos —Cecarossi y Pinto—, que se llamaba “Mecánica San José”. Entre todos preparamos un Renault Gordini 1093 que debutó en la Vuelta de Capilla del Monte en octubre de ese año. Zapata era el piloto y yo el copiloto. Con ese mismo auto participamos dos meses después en el GP Internacional de Turismo, donde abandonamos por accidente en la primera etapa cuando estábamos punteros”, manifestó. “Ya en el “65 nos instalamos en el taller de Fersan, donde teníamos la concesión. En esa oportunidad preparamos 5 Gordini para el GP de 1965”, recordó.

“Transcurrió el tiempo y en 1969 me separo de mis socios y me pongo solo. El 11 de noviembre de ese año, fundé Costanzo Automotores. Después preparé algunos autos de los zonales, además del Gordini a Carlos Larriera. Carlos ganó en Paraná en su categoría y hasta en el “Vale Todo”, donde intervenían todas las cilindradas; era como ganar la general”, recalcó.

Mecánica Argentina F-1

“Antes del “74 le hice un R. 1093 a Héctor “Matraca” Prono y en esa misma temporada él me convocó para que le prepare el Berta-Tornado del equipo Peñaflor. Lo hacíamos junto a mi hermano “Tani’ y algún amigo”.

—¿Qué te dejó esa época?

—Era muy lindo; en la M. A. F-1 se respiraban otros aires, había amistad, confraternidad. Era muy común ayudarnos, prestarnos las herramientas, pasarnos las relaciones de caja. Una vez en Buenos Aires yo me quedé hasta la madrugada trabajando con los mecánicos de Luis Di Palma para reparar el auto del “Loco” y ellos hicieron lo mismo conmigo en Río IV, para terminar el nuestro. Existía una camaradería que hoy lamentablemente no existe en el automovilismo.

AC Santa Fe

“En los comienzos de los “80 refundamos en la casa de los Cáccamo el Automóvil Club Santa Fe. Allí comenzamos a organizar carreras de Karting y distintos zonales, pero mi expectativa apuntaba más arriba. Cuando en el año “84 se hace la primera carrera en el Parque Sur, con el Club Argentino de Pilotos (C.A.P), fue como un desafío que se cumplió, junto a la gente del Club Atlético Rafaela”, refirió.

“De allí en más, y ya como titular de la Subcomisión de Automovilismo del A. C. Santa Fe, cuyo presidente era el recordado Ovidio Cherry, comencé a concientizar a todos de que en la siguiente competencia fuésemos nosotros quienes organizáramos el espectáculo. Comenzamos a trabajar y a armar los equipos de distintas tareas y a viajar a las carreras nacionales para actualizarnos de toda la problemática inherente a una carrera de autos. Fue así que el 21 y 22 de julio organizamos la primera carrera de TC 2000 en Santa Fe. Esa competencia la ganó Juan María Traverso con el renault 18 de Autodelta. En noviembre del mismo año, organizamos una de Turismo (hoy TN), en todas sus categorías y Datsun y Nissan 300. Llevando siempre como categoría soporte a los Fiat 600 nuestros”, relató.

“En abril de 1986 organizamos otra carrera de TC 2000 con un éxito enorme, porque en esa época también Santa Fe demostraba ser como ahora: la mejor plaza automovilística del país. Quiero recordar de aquel entonces a toda la gente que colaboró en la organización de estas carreras. No doy nombres porque son muchos y podría cometer la enorme injusticia de olvidarme de alguno; pero a todos ellos mi eterno agradecimiento. Gracias a la capacidad y responsabilidad de cada uno de ellos, nos ganamos un prestigio en el ámbito automovilístico nacional. Tanto es así que íbamos a colaborar en todos los autódromos del país”, afirmó.

“Eso me sirvió a mí para que el Dr. Horacio Rivarola, presidente de la CDA del ACA de aquella época, me nombrara Comisario Deportivo”, concluyó.

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

En la toma, en el autódromo rafaelino están: Costanzo, Carlos Larriera y el Sr. Henry Banks (con la cámara), directivo del Usac, quien vino a la inspección para las posteriores “300 Indy de Rafaela”. Foto: Archivo / “Pancho” Costanzo

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

¡Espectacular! “Pancho” guarda en el taller de calle Suipacha el cuadro donde se ve el Berta-Tornado que manejó Prono en 1974 (en la toma en el Cabalén de Córdoba). Junto a su amigo, el recordado Ranwel Caputto, su hermano “Tani”, el propio “Matraca” y un colaborador. Foto: Luis Cetraro

Prono, campaña y accidente

—¿Qué fue lo mejor de “Matraca” junto a vos?

—Fue 2º en los “300 Km. del Oscar Cabalén de Córdoba” y a la fecha del accidente en el “El Zonda” de San Juan, íbamos segundos en el campeonato detrás de Di Palma.

—¿Qué pasó en el accidente?

—Ese día había mucho viento y el auto quedó acelerado a fondo en la “viborita”, ¡trepó el cerro! y el Berta dio vuelta de campanas. Salí corriendo hacia el lugar y lo saqué del auto. Estaba muy golpeado. Me quedé de vigilia en el hospital con él. Fijate la solidaridad y camaradería que había, que muchachos de los otros equipos, especialmente los mecánicos del piloto Víctor Hugo Plá (un caballero), me juntaron todos los pedazos del auto, las herramientas y todo lo demás para regresar a Santa Fe. Antes tuve que hacer todos los trámites para llevar al piloto en el avión de la Gobernación de San Juan. Fui a hablar con el gobernador Eloy Próspero Camus para trasladarlo a Buenos Aires, donde en el aeropuerto lo esperaba una ambulancia del Hospital Italiano para que lo atendiera el profesor Ottolenghi, quien fue el que le salvó la vida. Prono tenía múltiples golpes en el tórax, clavícula, rodillas, hemorragias... Él estaba consciente, pero fue un accidente bravo.

—¿Cómo era Prono como piloto?

—Era buen piloto, muy veloz. No nos olvidemos de que en las “500 Millas Argentinas en Rafaela” hizo la pole y abandonó cuando venía puntero a raíz de la rotura de un resorte de válvulas. Después yo hice un paréntesis hasta que en el “78 me hablaron de Rombo Automotores para preparar un Fórmula Cuatro (después F. Renault), con el piloto santafesino Carlos Coppich.

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De El Litoral. El protagonista nos muestra el carné que tenía en la época cuando colaboraba con el diario. Foto: Amancio Alem

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

Gran Premio. Costanzo muestra otro momento: año 1964, el Renault Gordini 1093 en Buenos Aires, junto al piloto Eduardo Luis Zapata. Foto: Luis Cetraro

Su alejamiento

“Decidí dejar debido un poco al cansancio y a los problemas que había que sortear para organizar una carrera, que al fin de cuentas era para el bien de mi querida Santa Fe, a la cual siempre le dediqué todo mi esfuerzo”, reflexionó.

“Muchos no comprendían que yo lo hiciera sin ningún interés económico ni personal y en muchas ocasiones tuve que poner mucho dinero de mi bolsillo. Esto último que te cuento muy pocos lo saben. Fijate que la primera carrera que hicimos, y en razón de que no nos conocían como organizadores, tuve que avalar la carrera con mi patrimonio personal. Hoy le pido disculpas a toda mi hermosa familia porque si se quiere hipotequé el futuro de todos ellos”, señaló.

“Esa fue la causa por la cual dejé de organizar carreras porque si hubiera tenido un mínimo apoyo, y no me refiero al monetario, sino a que me dejaran trabajar libremente, la organización de carreras en Santa Fe nunca se hubiera interrumpido. Es por eso que hoy veo con mucha alegría que la Municipalidad haya tomado la posta y que hayan comprendido que el automovilismo es el medio movilizador de turismo más importante del mundo. Los números actuales me dan la razón”, apuntó.

“Como ejemplo te comento que así me lo confirmó Juan María Traverso en la pasada carrera del callejero. Al conocerme, me saludó y me dijo: “Este presente que podemos vivir todos es gracias a que en el pasado hubo gente como vos y tu grupo de líricos que te acompañaban y que hicieron tan bien las cosas’”, aportó.

“Pancho” Costanzo: “A Santa Fe le dediqué todo mi esfuerzo”

“Pancho”. “El querido Enrique Cruz fue quien me puso el apodo”. Foto: Guillermo Di Salvatore

Agradecimientos.

“Al país por haberme recibido. Esta Argentina que yo siempre traté de honrarla, trabajando por mi comunidad e intentando dejarle a mis hijos y a mis nietos y a toda la comunidad, un mundo mejor. Si no hice más fue porque no pude o no me convocaron para trabajar. Nunca me negué a un pedido de colaboración de nadie. A mis padres, a los maestros que me formaron, a mi hermosa familia y a todos los amigos que me apoyaban en mis sueños de que Santa Fe sea la mejor ciudad de Argentina”.

/// LO IMPORTANTE

Su relación con Diario El Litoral

“El contacto con este querido diario nació por Enrique Cruz, Armando Lombardi, dos amigazos de fierro, y el Sr. Smiles que era jefe de redacción, quienes me acercaron a El Litoral, que era como mi segunda casa. Luego lo conozco al querido Ranwel Caputto, que en ese entonces estaba a cargo de la página de Automovilismo y me propuso viajar junto al fotógrafo Rafael Romero, a cubrir las carreras que se realizaban en Argentina. Incluso Ranwel fue a Indianápolis a cubrir esa famosa carrera y me trajo un presente que lo tengo conmigo en el llavero”, dijo.

—¿Viste carreras en el exterior?

—Sí, presencié el GP de Brasil en Interlagos, donde Carlos Reutemann hizo el segundo tiempo en la clasificación con el Brabham BT44 y terminó séptimo en carrera. Tengo grandes recuerdos de esa competencia junto al “Lole”.