Tras la reelección de Pampuro, se fue del recinto
El kirchnerismo hizo fracasar la sesión y esquivó la derrota
La oposición se quedó sin tomar el control de las comisiones. Si bien tenía mayoría, el oportuno faltazo de Menem la dejó sin quórum propio, y el oficialismo aprovechó.

Ante la mirada azorada de la oposición, el bloque liderado por Miguel Pichetto dejó las bancas vacías, y a la Cámara, sin posibilidad de tomar decisiones.
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Viviana Mariño/El Litoral
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La oposición fracasó ayer en el intento de imponer un acuerdo entre diferentes fuerzas políticas para lograr el control del Senado de la Nación y limitar la posición del kirchnerismo que, tras participar del primer tramo de la sesión preparatoria, decidió dejar sin quórum el plenario.
La ausencia del senador riojano Carlos Menem, a quien el bloque opositor contaba como aliado para lograr quórum propio e imponer su plan de reparto de las comisiones de la Cámara Alta hizo naufragar el acuerdo del radicalismo, el PJ disidente, la Coalición Cívica y el socialismo.
Cuando parecía dispuesto a aceptar la inminencia de una derrota, el oficialismo aprovechó ayer el faltazo del ex presidente para dejar sin quórum la sesión y dejar en suspenso el reparto de las 25 comisiones del Senado en las que la oposición pretendía imponer su mayoría.
Reparto cuestionado
La oposición pretendía quedarse con la presidencia de 13 del total de comisiones, pero, también, imponer su mayoría en todos los cuerpos de trabajo de la Cámara Alta. La propuesta incluía dejar al oficialismo la presidencia de las denominadas comisiones “de gestión”.
El oficialismo intentó negociar también la posición de mayoría en esos cuerpos -Presupuesto, Relaciones Exteriores, Asuntos Constitucionales, Acuerdos y Defensa-, pero la oposición se mantuvo firme en la negativa a abrir la negociación.
El jefe de la bancada radical, Gerardo Morales, fue el principal defensor del acuerdo. “El Congreso forma parte del gobierno. Se inicia un nuevo tiempo en el que no existe un poder absoluto; el mensaje de las elecciones de junio es que debemos construir sobre la base del diálogo”, juzgó.
Desde el Frente para la Victoria, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Ángel Pichetto, cuestionó la propuesta opositora por “arbitraria y abusiva”. “No comprende el derecho legítimo de la primera minoría ni se ajusta al reglamento. Quieren co-gobernar y se olvidan de que el nuestro es un sistema presidencialista”, diagnosticó antes de sorprender con el anuncio de que el oficialismo se retiraría del recinto.
De salida
Minutos antes de que los senadores kirchneristas se levantaran de sus bancas, los legisladores María Rosa Díaz, José Carlos Martínez -ambos del ARI de Tierra del Fuego- y Horacio Lores -del Movimiento Popular Neuquino-, aliados circunstanciales del poder central, también abandonaron el recinto. Todos ellos habían cuestionado con matices el acuerdo presentado por la oposición con la firma de 36 senadores.
Tras el retiro del bloque kirchnerista -con un paso airado que hizo caer varios vasos al suelo-, Pichetto salió a negar la existencia de una negociación secreta con Menem e insistió en reclamar una nueva negociación para el reparto de comisiones.
Desde la oposición, en tanto, acusaron al oficialismo de faltar a un acuerdo para tratar la integración de comisiones junto con la demorada jura de la cordobesa Norma Morandini -no había cumplido con el trámite por un viaje al exterior- y la designación de autoridades de la Cámara.
El justicialista disidente Carlos Verna y su aliado del Frente Cívico de Córdoba, Luis Juez, cuestionaron a Pichetto por “faltar a su palabra”.
Antes de dejar el recinto, el kirchnerismo había conseguido ratificar como titular provisional del Senado al bonaerense José Pampuro, a quien sectores del peronismo disidente proponían reemplazar por uno de los legisladores de su sector. Sin el apoyo del radicalismo, el socialismo y la CC, esa jugada perdió consenso y alivió el tránsito por el primer tramo de la sesión, pero no impidió el inmediato desplante.




