Veto muy discutido aunque sin tratamiento

Diálogo de sordos en Diputados

El mensaje del Ejecutivo no tuvo dictamen de comisión y el justicialismo no logró mayoría especial para la votación en el recinto. Durante más de tres horas ambos sectores políticos repitieron argumentos.

Diálogo de sordos en Diputados

Antes de la sesión, presidentes de comunas e intendentes justicialistas intentaron sin éxito que en la Legislatura se debatiera el veto del PE al presupuesto.

Foto: Flavio Raina

Mario Cáffaro

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“No se puede tratar este veto porque no se pudo encontrar un punto de síntesis en la discusión del presupuesto 2010. Este veto es una consecuencia necesaria de que el presupuesto lo impusiera una Cámara (por el Senado) y dijimos oportunamente que esto iba a ocurrir”, resaltó el radical Santiago Mascheroni.

“No hay diálogo en la provincia. Éste es un juego al toma y daca que termina en que la gente no cree más en nadie y se va a llevar puesta a la política”, señaló el reutemanista Jorge Lagna.

“Si no buscamos leyes por unanimidad, vamos a ahondar la situación de crisis y el alejamiento de los políticos con la sociedad”, advirtió Marcelo Brignoni (Encuentro).

Fueron tres de las distintas posturas escuchadas durante las tres horas y veinte minutos que le demandó a la Cámara de Diputados la discusión del veto parcial del gobernador Hermes Binner al presupuesto 2010. El resultado estaba cantado desde el vamos. El oficialismo -que tiene mayoría en Diputados y es minoría en el Senado- se abroqueló en defensa de la postura del Ejecutivo; dejó el expediente en la comisión y no dio los votos para el tratamiento en el recinto.

El justicialismo -que es minoría en Diputados y mayoría en el Senado- no logró rechazar el mensaje de Binner.

En el medio, Brignoni, integrante de una fuerza que integra el Frente Progresista pero que a nivel nacional respalda al kirchnerismo, optó por solicitar permiso para abstenerse de votar, no sin antes cuestionar a ambas partes, pero fundamentalmente dirigió sus dardos por las críticas del socialismo a las políticas del gobierno nacional sobre el Fondo del Bicentenario.

Antes de la sesión, los jefes de todos los bloques y el presidente de la Cámara, Eduardo Di Pollina, escucharon a casi un centenar de intendentes y presidentes comunales del justicialismo, quejarse por los efectos del veto sobre obras menores, fondo sojero y los descuentos de coparticipación que practica el Ejecutivo a los gobiernos locales de la política de financiamiento docente. En la reunión, hubo cruces fuertes de opiniones entre las partes porque el oficialismo insistió en cuestionar los recortes a la política tributaria que aplicó el justicialismo en el Senado.

Tras el encuentro, ya en Labor Parlamentaria, los jefes de bloques se comprometieron a buscar algunos puntos de entendimiento, especialmente en obras menores. “Si quieren buscar consensos, empiecen por cumplir con las leyes vigentes”, dijo sobre el cierre del debate en el recinto el kirchnerista Luis Rubeo. Es que la provincia adeuda partidas de los dos últimos años de la llamada “ley de obras menores”. “Esos fondos son de los municipios y comunas, no de la provincia”, había advertido antes el obeidista Mario Lacava.

Leyes y números

Lacava y Adrián Simil abrieron el debate reclamando el tratamiento del veto, ambos haciendo especial hincapié en el terreno legal. “La aprobación ficta no existe, es claramente inconstitucional porque le daría al Ejecutivo una facultad legislativa que no tiene”, dijo el primero. El segundo admitió que fue un error del justicialismo haber aceptado sancionar una ley ómnibus como es el presupuesto, la reforma tributaria y otras disposiciones varias como la ley 13.065. “Tenemos que tratar el veto, porque de lo contrario, todos los artículos vetados se caen, no tendrán vigencia y se crearía un estado de incertidumbre legal que puede llegar a la instancia judicial”.

Raúl Lamberto defendió la postura del Ejecutivo y no dudó en señalar que “este veto quedará firme”. Antes, insistió en que la Constitución provincial tiene un contenido ejecutivista que nunca fue objetado por la Justicia y aclaró que “la oposición tiene la carga de lograr los dos tercios de los votos para rechazar el veto. Si logra esa cifra, habrá logrado su cometido y si no, prevalecerá la postura del Ejecutivo”.

Las réplicas y contrarréplicas llevaron a Mascheroni a señalar que “es un debate pertinente para una convención reformadora” y optó por situar el conflicto en la política al igual que el justicialista Lagna. Ambos coincidieron -aunque desde distintos puntos de vista- en reconocer que la política deberá destrabar este intríngulis imposible de explicar a la ciudadanía.

El resto del debate fue para que varios legisladores expusieran diferentes puntos de vista sobre política tributaria y cruce de culpas por lo hecho o no hecho.

Con la finalización de febrero, caerá el plazo para discutir el veto a 12 artículos del presupuesto y desde algunos sectores se ensayan -aún tibiamente- posibles escenarios de acuerdos que eviten la repetición de paros en municipios, comunas, sector público y docencia.