Boca se llevaba el triunfo pero Estudiantes lo empató al final
Se le “pinchó” la fiesta
Palermo anotó el tanto xeneize y quedó a apenas un gol del récord histórico de Roberto Cherro, máximo anotador de la historia boquense con 218 festejos.
Redacción de El Litoral
Télam
Con este resultado, Boca tiene 7 puntos, mientras que Estudiantes llega a las 10 unidades. En el local, debutó el zaguero brasileño Luiz Alberto da Silva Oliveira, de 32 años. El oriundo de Río de Janeiro reemplazó al lateral izquierdo Luciano Fabián Monzón.
Además, en el mediocampo jugó Cristian Chávez, mientras el chileno Gary Medel ocupó la plaza de lateral derecho en lugar de Santiago Villafañe. En el ataque, Nicolás Gaitán, recuperado de una lesión, volvió a la titularidad por Lucas Viatri.
Por su lado, Estudiantes no contó con Juan Sebastián Verón (suspendido por una fecha acumulación de tarjetas amarillas) ni con Mauro Boselli, debido a una cláusula contractual dado que el 50 por ciento de su pase pertenece a Boca. Enzo Pérez sustituyó a la “Brujita” Verón y Leandro González jugó por el goleador Boselli.
Más allá de los respectivos planteos, Boca generó la primera situación de gol, a los 3 minutos, cuando un tiro libre que ejecutó el estratega Juan Román Riquelme fue rechazado al córner por el arquero Agustín Orión.
Poco después, Sebastián Méndez perdió la pelota en la mitad de la cancha y propició un ataque de Leandro González, que pudo controlar el guardavallas Javier García.
En el ataque xeneize, Gaitán se desplazó generalmente por el sector derecho, en tanto Martín Palermo, como es su costumbre, se movió en el área tratando de capturar cualquier balón. Riquelme, asimismo, se sumó por momentos a la ofensiva intentando sorprender a la línea defensiva del equipo platense. Al llegar al primer cuarto de hora de la etapa inicial, Gaitán escapó a la marca de Germán Ré y luego de un “sombrerito” su remate salió apenas desviado.
Una mano en el área del marcador central visitante Leandro Desábato fue juzgada intencional por el árbitro Juan Pablo Pompei y en consecuencia derivó en el tiro penal que, en segunda instancia (en el primer tiro hubo invasión de área), convirtió Martín Palermo, con un zurdazo rasante, a los 25 minutos.
La conquista de Palermo entonó al equipo que dirige Abel Alves y desnudó los problemas del conjunto de Alejandro Sabella de tres cuartos de cancha hacia adelante. De todos modos, una maniobra de José Sosa, a los 39 minutos, dio cuenta de la presencia ofensiva del campeón de la Copa Libertadores de América.
Sobre el final del primer período, un remate de Palermo, al que había habilitado Méndez, pasó cerca del travesaño. Estudiantes adelantó sus líneas en la segunda etapa, pero se expuso a los contraataques locales, siempre con un Palermo ávido de gol. Cualquier jugada con pelota detenida trató de ser capitalizada por los dirigidos por Sabella, ya sea en busca de la cabeza de Desábato, Christian Cellay o Ré, quienes no vacilaron en ir en procura de algún centro.
El brasileño Luiz Alberto, de correcto debut, se encargó de tomar a Desábato en las jugadas “aéreas” y Palermo dio la sensación de ser un defensor más ante las embestidas del Pincha. La irregularidad de Boca en los encuentros anteriores se manifestó durante el complemento de este cotejo, cuando Estudiantes tuvo el control de la pelota y pugnó por la igualdad.
De todas maneras, Boca y Estudiantes protagonizaron un segundo tiempo chato, quizás porque el conjunto de Alves se conformaba con la mínima ventaja y porque el elenco de Sabella, sufrió las ausencias de Verón y Boselli, sus figuras relevantes.
Y cuando la parcialidad boquense comenzaba a festejar lo que parecía una victoria, en una jugada aislada en el primer minuto de descuento, una “corajeada” de Leandro González culminó con la pelota dentro de la valla de Javier García.
Entonces la consabida alegría de los hinchas de Estudiantes contrastó con el desencanto de la gente de Boca ante una nueva frustración.