Enzo Trapani

Es médico neurólogo y psiquiatra. Su pasión casi irrefrenable es la pintura y también la escultura. Vive en Florida, Estados Unidos, y viaja periódicamente a su Santa Fe Natal para poder dar rienda suelta a su talento expresivo

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. NÉSTOR GALLEGOS

Pintar los sentimientos

Evoluciones. “Toda mi vida he buscado cambios, en todo. Pasaron 50 años para darme cuenta de que era yo el que tenía que cambiar para ver cambios. Todo se va dando en mi evolución emocional. Con el tiempo, saltando de una mujer a otra, enfrentando a gente muy enferma en mi profesión, trabajando en la armonía de mi cuerpo con meditación y cierta disciplina en lo aeróbico; todo me fue dejando semillas que hacen a mi expresión en lo artístico. También todo cargado con una gran energía sexual. Y mis relaciones sentimentales, que siempre fueron y serán mis raíces”.

El Yo. “Siempre entendí que nuestro Dios se situaba fuera de nosotros, pero no hace mucho, intelectualizando la espiritualidad y escuchando mis instintos pude exteriorizar mejor mi arte, ya que vi que sólo era yo el creador de todo lo que me rodeaba y de todo lo que me sucedía. Fue ese momento el que me llevó a poner mejor color sobre una tela, cambiar la forma de una piedra o captar una imagen diferente en una foto, aceptando todas las religiones. También empecé a no creer en la suerte, pero sí en la “causalidad”, en todo. Cuando hablo con mis colegas médicos y les digo que la causa del cáncer son las emociones, creen que soy un loco”.

La totalidad. “Nuestro rostro es el fiel reflejo de nuestros pensamientos, ni qué hablar en la forma en que hablamos, nos movemos, vestimos, o el tipo de comida que comemos. Pero también nuestro día es la proyección desde el momento en que nos despertamos por la mañana, otra razón por la cual volví a mi tierra. No quiero ser parte de esta sociedad con sus mensajes en cuanto a comportarme como todos. Me parece algo tan arbitrario y predecible que me dan náuseas. Entiendo que el intelecto puede llegar a ser nuestro enemigo, sólo quiero pintar con palabras lo que siento”.

El arte. “Es algo abstracto. Mi objetivo es plasmar en algo exterior (sea tela , piedra o fotografía) mis sentimientos, sin necesidad alguna de aprobación. La magia es que el Otro capte ese mensaje con un sentimiento, si es positivo mejor, pero si es negativo quizás sea también muy bueno. La única forma de transformar mi arte es haciéndolo. Eso implica tiempo, que antes no tenía, ya que siempre estaba sumergido en la medicina. Cuando uno es médico también tiene que mantener una estructura económica de consultorio y hospitales”.

El presente.. “No es hasta ahora que también me di cuenta de la falsa realidad que todos vivimos en cuanto a lo que pasó y a lo que vendrá, empezando a entender el presente, tan difícil para mí poder vivirlo. Sólo el arte me ayuda a curarme de ese engaño de los tiempos. Cada vez que termino una obra pienso en la que vendrá. Si se me pregunta cuál fue la mejor, sostengo que la mejor es la que viene. Eso es lo que me motiva a seguir en este camino”.

Lo normal. “Quiero que mi mensaje sea el de despertar al otro. Sucede que hay mucho ruido afuera, muchas distracciones, y no es fácil salirse de lo que todos llamamos ser normal -creo que mi definición de normal es “patología pura” o “Psicopatología con psicosis”, eso es lo que la gente llama normal-. No es hasta que uno sale de lo que todos aceptamos para recién empezar a nacer. Lo que viene en nuestra madurez es material tóxico mezclado con cierta sanidad. Mi arte abstracto es una combinación de estas palabras, continuando con el circo de horrores de ortografía...”.

Exposiciones. “Mi gran comienzo fue en Berna (Suiza), exhibiendo con Carlo Maggio (el diseñador de ropa deportiva) en el año 2006. La otra gran exhibición fue en Milán en el 2007. Aquí como único artista. Mi padre me enseñó esa gran lengua, preparé una charla y fue algo sensacional. Después, en 2008, me presenté en Miami. El dueño de la galería me invitó a mostrar mis obras por 3 meses y luego se hizo un año. Ahora estoy en una pared de Hall of fame, en su galería, y luego también me invirtió a exponer en New York. Ahora vuelvo a mi Santa Fe natal, a reencontrarme con mi esencia y mis emociones”.