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Las Pymes y su encrucijada

La actual recuperación industrial no asegura un crecimiento en plazos inmediatos. Existe excedente de capacidad instalada y no se incrementarán puestos de trabajo. En tanto, persisten las mismas dificultades previas a la crisis.

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Félix Canale

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El avance de la industria es un hecho desde el pasado mes de noviembre. Los números son alentadores, pero recomponer el ritmo de crecimiento logrado a fines de 2007 y principios de 2008, particularmente en el entramado Pyme, no será tarea fácil porque el piso desde el cual se arranca es muy bajo.

De acuerdo con un informe especial de la Fundación Observatorio Pyme, en 2009 el nivel de actividad de las pequeñas y medianas empresas industriales se contrajo por segundo año consecutivo y las cantidades vendidas cayeron el 10,6 % en términos interanuales.

En igual período sólo 35 % de las Pymes industriales mostró algún crecimiento, mientras en 2008 esa proporción era de 65 %. Al mismo tiempo, por primera vez en los últimos seis años fue mayor el porcentaje de empresas que experimentó un estancamiento (48 %) o achicamiento (16 %) en su nivel de actividad, que aquellas que lograron crecer. El porcentaje de empresas que sufrió una caída (16 %) estuvo casi diez puntos por encima del de 2008 (7 %), y fue todavía mayor al promedio del trienio 2005-2007, período en el que se mantuvo en torno al 4 %.

Capacidad

La merma en el nivel de actividad registrado el año pasado repercutió forzosamente sobre la utilización de la capacidad instalada, la que viene contrayéndose sin interrupción desde el año 2006 (ver gráfico). En 2009, el porcentaje de Pymes industriales que utilizó más del 70 % de su capacidad de planta cayó casi veinte puntos en relación con 2008, descendiendo al 40 %. En el otro extremo, el 28 % de las empresas no alcanzó a utilizar el 60 % de la planta, cuando un año atrás dicho porcentaje fue del 17,9 % y en 2007 había llegado a descender al 14,8 %.

A su vez, la caída en la demanda afectó más a las empresas pequeñas que dejaron ociosa una parte aún más importante. El 41 % de las pequeñas industrias-definidas como aquellas que emplean entre 10 y 50 ocupados-no utilizó más del 60 % de la maquinaria y equipos de producción durante 2009, mientras que, entre las empresas medianas-aquellas que emplean entre 51 y 200 ocupados-la proporción fue bastante menor (24 %), ya que la mitad de estas empresas logró mantener en funcionamiento por lo menos el 70 % del parque de maquinaria.

La lectura obligada de esta curva estadística es que 2010 comienza con casi el 60 por ciento de las industrias Pymes con excedente de capacidad productiva, lo que pone en duda su necesidad de nuevas inversiones en bienes de capital y, paralelamente, su disposición a incorporar nueva mano de obra.

Ocupación

En línea con la reducción en cantidades vendidas y utilización de capacidad instalada, durante 2009 el nivel de ocupados de las Pymes industriales se contrajo por segundo año consecutivo. La cantidad de trabajadores del segmento disminuyó 7,6 % con respecto a 2008 y 12,7 % en relación con 2007, año en el que se registró el máximo nivel de ocupación de la última década.

De esta manera -analiza el informe del Observatorio-, al tiempo que caía la producción, las Pymes fueron modificando su estructura interna con un ajuste en el nivel de ocupación. Al cerrar 2009, el 13 % de los industriales del segmento planeaba reducir el plantel de personal de su empresa durante 2010. Esta proporción es menor en cinco puntos porcentuales a la del año anterior, pero sigue siendo alta con respecto al período 2004-2007, en el que no había superado el 7 %.

La gran mayoría de los empresarios (74 %) manifestó que no despedirá ni tomará nuevos trabajadores, lo que es una buena noticia relativa, porque estructuralmente es una ecuación de suma cero. Si bien en términos generales las expectativas de evolución de ventas son optimistas -concluye el Observatorio-, no parece esperarse que la ocupación aumente al mismo ritmo que la producción.

¿Consumo o producción?

Como herramienta para la superación de la crisis, el gobierno central alienta el incremento de la demanda agregada. En recientes declaraciones, la presidenta Cristina Fernández argumentó sobre la “necesidad de aumentar el consumo y mantener la demanda” como uno de los pilares de la economía, afirmando que el capitalismo “no es otra cosa que consumo”.

En esa línea de acción pueden incluirse las distintas medidas (asignaciones familiares, jubilados, sumas fijas en algunos gremios) que inyectaron 2.720 millones de pesos al circulante de enero, en tanto en el mismo mes los préstamos al sector privado no financiero alcanzaron los 1.481 millones de pesos, de los cuales el 90 por ciento se orientó al financiamiento de familias, particularmente los saldos de tarjetas de crédito, según números del Banco Central.

De lo anterior, y siempre según el BCRA, surge que los créditos privados a las empresas son mínimos y que, hoy por hoy, más allá de algunos planes del Banco Nación que habrá que esperar que estén operativos, si es que alguna vez lo están, las Pymes industriales deben financiarse con recursos propios, fundamentalmente compuestos por las ganancias de la firma.

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Los reclamos vigentes

Desde fines de 2007, la Unión Industrial Argentina comenzó a señalar las fallas estructurales que presentaba todo el aparato manufacturero del país que, entre líneas, exponía la ausencia de una política industrial de largo alcance.

Las urgencias de la crisis de 2009 con una producción que caía en picada obligaron a relegar algunos temas. La consigna fue mantener tanto como se pudiese el nivel de empleo, porque la desocupación masiva podía llevar a una crisis mayor.

Los peores momentos han pasado, pero las fallas estructurales siguen como en los años previos. En un documento fechado en enero de 2009 la UIA señalaba, entre otras dificultades, las siguientes:

escaso financiamiento al sector productivo, en particular para los proyectos de inversión a largo plazo; reglamentación y agilización del régimen de amortización acelerada y devolución anticipada del IVA; reducción o eliminación de los impuestos asociados a las exportaciones; adecuación de la Ley de Riesgos de Trabajo; creación de un Banco de Desarrollo; régimen especial de reinversión de utilidades para Pymes industriales y el establecimiento de mecanismos para tomar contribuciones patronales a cuenta de IVA.

Más información

El documento del Observatorio Pyme puede consultarse en http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas.