Al margen de la crónica

36 años después, el mismo problema

Hace unos días, se cumplieron 36 años de la primera concentración nacional de productores tamberos, en nuestra provincia. En aquella histórica asamblea, participaron las ya extintas Ligas Agrarias de Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba, a la que se sumaron los 42 Centros Tamberos de la provincia de Santa Fe.

En esa época, los bajos precios pagados al productor, la falta de una política hacia el sector y el incesante aumento en los costos de producción -a pesar de la existencia del llamado Pacto Social- generaron un creciente malestar que se tradujo en multitudinarias asambleas y en paros a lo largo de ese año.

Hoy, la historia es la misma: precios que apenas cubren los costos sin políticas públicas que incentiven la producción, promesas de subsidios incumplidos -a pesar de que fueron establecidas por decreto-, fuerte caída de la producción y falta de pasturas debido a las grandes lluvias que se registraron en la cuenca lechera. Aspectos que configuran un panorama poco alentador para los próximos meses.

Donde una eventual vuelta al precio de corte -retenciones- para la leche en polvo no resulta descabellada. Y, con los problemas financieros del gobierno, esto generaría una situación de conflicto y tensión que fácilmente puede terminar en un paro, como los ocurridos en 2008 y 2009.

Volviendo a aquella histórica asamblea, sobre el final de la misma se redactó un documento que aseguraba: “De no lograr las bases mínimas que garanticen una justa retribución al productor, será imposible evitar la paulatina acelerada desaparición de esta actividad, y la falta de respuestas nos llevará a defender nuestros justos reclamos con medidas que no queremos tomar pero que la dramática situación que vivimos y la incomprensión de quienes tienen la responsabilidad de decidir nos obligarán a asumir”.

Si algún despistado leyera este documento hoy, creería que fue escrito por los tamberos de estos días, y no por aquel grupo de productores que se juntaron en 1974 para salvar una actividad que, por estos días, sufre los mismos problemas de aquella época.