Insistir en el error

Sociedad Rural de Rosario

El Gobierno Nacional a incurrido, casi como formando parte de un juego, a un error muy grave que viene dañando fuertemente la actividad productiva agropecuaria. La insistencia de intervenir los mercados y decretar arbitrariamente los cierres de las exportaciones, lejos de brindar soluciones, profundizó cada una de los aspectos críticos del sector.

Ahora es el turno de la carne. El Gobierno sigue sin comprender, o hace caso omiso, que el cierre de las exportaciones cárnicas desalienta profundamente a los productores, ocasionando un faltante de mercadería que contrario a favorecer a la baja de los precios hará que los mismos continúen en alza ante la escasez de animales.

La última suba de precios del ganado reflejaba en el horizonte una luz de esperanza para los ganaderos que habían renovado su intención de continuar apostando a esta actividad. Los mejores precios y la posibilidad de exportar traen como consecuencia un natural aumento de la producción que nos lleva a una regla muy simple de mercado: a mayor oferta, el precio del producto baja. Liberar los mercados y las exportaciones es el único camino que llevará a beneficiar a los consumidores que hoy se encuentran afectados por la suba de los precios de la carne en la góndola.

Con este error de insistir con la política intervencionista aplicada por este gobierno, el productor que había intensificado su producción aplicando tecnología encontrará un freno automático a su intención de producir y todos aquellos que mantenían con esfuerzo su actividad sin dudas cambiarán por una más redituable.

El cierre temporario de las exportaciones usado como apriete para llevar a cabo su política ganadera se distancia enormemente del pedido que en forma reiterada hemos esgrimido desde nuestro sector: regalas claras de mercado y seguridad jurídica.

Es de suma necesidad que el gobierno deje de incurrir en el juego del error de la insistencia sin medir las consecuencias de esta política intervencionista, eje de la actual situación de la carne: productores que desaparecen y precios cada vez menos accesibles para los consumidores.

Llamamos a los funcionarios nacionales a tomar conciencia del actual estado de situación y de la imperiosa necesidad de liberar los mercados y las exportaciones, no sólo de la carne sino de todos los productos agropecuarios.