¡Aguántenme!

Dr. Alberto Niel

Señores directores: A veces, me pregunto: ¿por qué escribo? En primer lugar, porque se me da y me entretiene. Y, en segundo lugar, porque quiero a la gente y supongo que tengo todavía muchas cosas interesantes y útiles que decir y aportar a la comunidad en virtud de mi muy prolongada edad, llena de múltiples y variadas experiencias en toda suerte de lugares y de ambientes, conviviendo con individuos de toda laya, etnia, credo y condición social, tanto sanos como enfermos.

La práctica de múltiples deportes me aportó, además, momentos de grata recordación, amistades y trofeos que exhibo en la vitrina de mi casa para darme corte con las visitas o con los bisnietos, que sólo han visto en mí a un requeteviejo inválido, cariñoso y querible.

Pese a haber tenido que hablar mucho en el ejercicio de la medicina (en el trabajo, en conferencias, clases, etcétera) y en la docencia de la Educación Física, aprendí a escuchar atenta y pacientemente a todo el mundo, lo que me significó un diario y permanente aprendizaje, al que vino a sumarse el habitual interrogatorio que acostumbro a hacer sobre determinados temas, dirigido a todo aquel que sepa más que yo.

Antes, para mucha gente, yo era escuetamente “el Dr. Niel”. Ahora soy “el que escribe en El Litoral” o “el que vi en la televisión”. Cada vez que camino por la mañana hacia el café de reunión habitual con contertulios más o menos coetáneos (no todos), me tropiezo con algún canoso o canosa que me identifica y atraca felicitándome por mi escritos o por mi lucidez o por mi actitud ante la vida y me exhorta a seguir escribiendo, o que me hablan por teléfono con análogas alabanzas y deseos. Me encanta y emociona el enterarme de que tengo una hinchada devota que recorta mis artículos y los colecciona. ¡Muchas gracias! Espero no defraudarlos porque los años pasan, las neuronas envejecen y se terminan diciendo y escribiendo pavadas. Así que tendrán que aguantarme hasta que aparezca la flaca de la guadaña y me lleve con ella.

Modo de vida

José María Chartier.

DNI. 6.191.112. Ciudad.

Señores directores: Hay mil maneras de pasar la vida, pero la única manera de vivirla es transitarla con decencia, amando al prójimo, practicando la solidaridad, excluyendo de nuestra mente la soberbia, el orgullo y la maldad. No sólo miremos para adentro de nuestro ser, sino también hacia afuera, para descubrir que también brilla el sol.

No es sólo vivir la vida, sino saber vivirla.

En los años vividos no está el placer de la vida, sino en cómo viviste esos años.

Cuando la vida se te complica, trata de superarte, así llegarás al éxito. Si te quedas, otros disfrutarán lo que no disfrutas tú.

Si en la vida sólo miras el éxito, seguro que no llegarás a la cima.

Tras esta vida, lo que sobreviene es narración.

Lo que fuiste, se va contigo.

Todo lo que diste, o no, se borra con tu muerte.