¿Y dónde está la gracia?

Sarah Jessica Parker y Hugh Grant no logran exorcizar el aburrimiento en “¿Y dónde están los Morgan?”, comedia romántica de Marc Lawrence.
Foto: Agencia Télam
¿Y dónde está la gracia?

Sarah Jessica Parker y Hugh Grant no logran exorcizar el aburrimiento en “¿Y dónde están los Morgan?”, comedia romántica de Marc Lawrence.
Foto: Agencia Télam
¿...Y dónde están los Morgan?. REGULAR. “Did you hear about the Morgans?”, EE.UU./2009). Dirigida y escrita por Marc Lawrence. Con Hugh Grant, Sarah Jessica Parker, Sam Elliott y Mary Steenburgen. Fotografía: Florian Ballhaus. Música: Theodore Shapiro. Edición: Susan E. Morse. Presenta: Sony Picures. 110 minutos. ATP.
Laura Osti
Meryl (Sarah Jessica Parker) y Paul (Hugh Grant) están casados pero han decidido separarse y encarar el divorcio. Ambos viven en Nueva York, son profesionales exitosos, él abogado y ella agente inmobiliario. Tienen sus vidas ordenadas, con sendos asistentes que los siguen a todos lados controlando su agenda personal, pero... oh, esas cosas de la vida, no son felices.
El demonio de la infidelidad se ha entrometido entre ellos, lo que ha provocado el rechazo de Meryl y la expulsión del hogar de Paul, quien no obstante insiste con la posibilidad de una reconciliación. En eso están, cuando luego de una cena en un lugar superpaquete, salen a caminar y mientras están en ese juego de sí, pero no, estoy herida, me engañaste y etc., paf, un hombre muerto cae a sus pies desde un balcón. Y automáticamente ellos se convierten en testigos de un crimen y para colmo, el asesino los vio, y peor aún, ella es una mujer famosa cuya imagen está impresa por todos lados en afiches y carteles de publicidad, así que al malviviente le será fácil ubicarla. Un desastre completo.
La policía de Nueva York, que como se sabe, es muy eficiente, atenta a la gravedad del caso, decide someter a la pareja a un programa de protección de testigos, que consiste en cambiar su identidad y trasladarlos a un lugar seguro, lejos, muy lejos, de Manhattan. A un sitio lleno de vaqueros, osos salvajes y mujeres que aprenden a manejar rifles antes que a cocinar.
Una buena oportunidad para meditar acerca de esos problemitas de pareja que los tenía tan perturbados.
Así, la mayor parte de las casi dos horas que dura la película transcurre en ese pueblo rural, que vive a otro ritmo, con otros hábitos y donde la naturaleza puede llegar a ser muy agresiva con dos citadinos neuróticos, hipocrondríacos y conflictuados.
Por eso la mayoría de los gags de esta comedia romántica (con una pisquita de thriller) aprovecharán ese contraste muy marcado entre una idiosincrasia y la otra. Sin embargo, el entorno y el aislamiento serán la combinación apropiada para que el matrimonio en crisis haga su catarsis y, no sin idas y vueltas, se decida por el camino de la reconciliación.
Mientras, en Nueva York, el asesino, pese a los denonados esfuerzos de la policía para aprehenderlo (?), sigue suelto y... algo inesperado ocurrirá, que cambiará los planes de todos, pero como la película ya casi está en el final, todo terminará como corresponde en una comedia de Hollywood, con ribetes de fábula moral: y colorín colorado, fueron felices y comieron perdices.
Pero hay que decirlo, es una película completamente prescindible, los chistes apenas si provocan una mueca y tanto Sarah como Hugh llegan a cansar con sus mohínes archiconocidos. Eso, más el guión superlivianito hacen que “¿Y dónde están los Morgan?” sea una más del montón.