En funciones de Cine Club

Eric Rohmer abre la Semana de Cine Francés

Desde mañana y hasta el próximo martes llegará una selección de cine galo, entre filmes clásicos e inéditos. Comienza con “El romance de Astrea y Celadón”.

De la redacción de El Litoral

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Cine Club y la Alianza Francesa de Santa Fe, presentan la Semana de Cine Francés Edición 2010, con el apoyo de la Embajada de Francia, a realizarse en las instalaciones del Cine América.

Como todos los años en el mes de abril, llega a Santa Fe una selección de Cine Francés reuniendo un grupo de películas que abarca desde las últimas producciones no estrenadas en nuestro país, así como filmes considerados obras maestras de esta importante industria francesa.

Para iniciar el encuentro se realizará este jueves a las 20.15, el homenaje a Eric Rohmer, el gran director francés que falleciera este año, presentando la última película realizada en 2007, “El romance de Astrea y Celadón” (había sido programado el 25 de febrero y por razones de fuerza mayor no pudo ser exhibido).

Eric Rohmer fue un intelectual que formó parte de Cahiers du cinéma, desde donde revolucionó con el padrinazgo del crítico André Bazin la manera de ver, luego de hacer, cine; ese cine al que supo imprimirle el sello personal de una exquisita concepción estética, moral y magistralmente pudoroso.

“El romance de Astrea y Celadón” (“Les Amours d’Astrée et de Céladon”), que se exhibirá en las funciones de Cine Club (jueves a las 20.15, viernes a las 18 y sábado a las 17.30) es la adaptación de la obra de Honoré d”Urfé, escritor en tiempos de Enrique IV, que nos lleva al siglo XVII, para mostrarnos una historia de amor que sólo un “gran observador del amor”, como fue Eric Rohmer, puede llevar al cine con tanta poesía y dulzura. Logrando aquí una obra maravillosa, apoyado por una excelente puesta en escena, fotografía y música que corona esta historia contada con el pudor que sólo Rohmer, es capaz de narrar.

Cine en movimiento

El cine de Rohmer está lleno de vida y de movimiento: es una variación constante sobre unas pocas notas (el amor, la esperanza y la desesperanza, la lucha por la pequeña y sin embargo enorme existencia cotidiana). En 50 años de carrera dirigió 24 largometrajes (el primero, “El signo del León”, en 1959; el último, “El romance de Astrea y Celadón”, en 2007) entre ellos nos ha dejado unas cuantas cumbres del cine mundial como “La rodilla de Clara” (1970) o “El rayo verde” (1986).

Rodada en 1969, tal vez “Mi noche con Maud” sea su obra maestra, una de las grandes películas de todos los tiempos. Una de sus frases célebres publicada en Le Monde, en la última nota realizada al director, recordaba “Yo no digo, muestro”; “La imagen no está hecha para significar, sino para mostrar; su papel no es decir que alguien es algo, sino mostrar cómo es, lo que resulta infinitamente más difícil”. Para significar, añadía, existe un instrumento excelente: el lenguaje hablado.

La carrera cinematográfica de Rohmer empezó sobre el papel, literalmente, en 1957 cuando fue nombrado redactor jefe de la revista Cahiers du cinema, que aglutinó al núcleo duro de la Nouvelle Vague, tal vez el movimiento cinematográfico más importante que haya conocido la Europa de la segunda mitad del siglo XX, con realizadores como Jean Luc Godard, François Truffaut o Claude Chabrol. En los años sesenta comenzó su ciclo de Cuentos Morales, al que luego siguieron Las comedias y proverbios y posteriormente de Las cuatro estaciones. Mientras tanto, siguió haciendo películas fuera de este marco.

También manifestaba en su última nota, “Mi impresión es que no voy a hacer más películas. Me condicionan mucho mis limitaciones físicas. Yo soy un director que necesita emplearse, sudar en los rodajes. Y si no puedo hacerlo, prefiero quedarme en casa. Aunque me impresiona el ejemplo de Manoel de Oliveira”.

Jean-Marie Maurice Schérer, así su verdadero nombre, fallecía a los 89 años en París, el 11 de enero de 2010, dejando una obra donde podemos “mirar” la poesía de lo cotidiano.

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Rohmer saltó de las páginas de la revista Cahiers du cinéma al otro lado de la cámara, junto con otras figuras de la Nouvelle Vague.

Foto: EFE

/// PROGRAMACIÓN

Viernes a las 20.15: “Nadie está a salvo” (“Ridicule”) de Patrice Leconte, con Jean Rochefort y Fanny Ardant. Francia, 1996, 102’.

Sábado a las 19.30: “El placer” (“Le plaisir”) de Max Ophüls, con Claude Dauphin y Gaby Morlay.-Francia, 1952, 97’.

Domingo a las 20.30: “Los que quedan” (“Ceux Qui restent”) de Anne Le-Ny, con Vincent Lindon y Emmanuelle Devos. Francia, 2007, 94’.

Lunes a las 20.30: “Creo que la amo” (“Je crois que je l’aime”) de Pierre Jolivet, con Vincent Lindon y Sandrine Bonnaire. Francia, 2007, 90’.

Martes a las 20.30: “Todo está perdonado” (“Tout est pardonné”) de Mia Hansen-Love, con Paul Blain y Marie-Christine Friedrich. Francia, 2007, 105’.